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La media de encuestas apunta a que PP+Vox suman más que PSOE+Sumar, pero sin la absoluta garantizada

Sánchez y Feijóo momentos antes del inicio del cara a cara en Atresmedia.

El promedio de encuestas para las próximas elecciones generales apunta a una victoria del bloque de la derecha, pero la mayoría absoluta en el Congreso no la tienen garantizada.

El PP sería la primera fuerza con el 34% de los votos, seguido del PSOE, que repetiría los resultados de 2019 con aproximadamente el 28% de los sufragios. Como todo indica, salvo la reciente publicación del CIS, la distancia que separa al PSOE del PP es suficientemente amplia para que un error normal de las encuestas no pueda prevenir, por lo que la lucha por la tercera posición adquiere vital importancia en esta ocasión.

Y es que, según un promedio de encuestas propio —que asigna mayor peso a las encuestas más recientes, con mayor calidad y con muestras más grandes— Vox y Sumar estarían cerca del 13% de los votos, siendo la formación de ultraderecha quién ostenta, en estos instantes, la tercera posición.

La relevancia que adquiere la tercera posición no se trata, especialmente, en aprovechar el espacio que los dos grandes partidos ceden, por decirlo de alguna manera, a partidos medianos de corte estatal en provincias poco pobladas. Ya se ha analizado este fenómeno recientemente en lo que denominamos ‘la lucha por el último escaño’, y la disputa directa entre Vox y Sumar no parece que se esté dando con especial intensidad —sí entre otros partidos—, ya que en los territorios donde uno es fuerte el otro no lo es.

La tercera posición, por tanto, es importante porque sortea los defectos de desproporcionalidad del sistema electoral. No solo por el duelo que libran estos dos partidos sino porque hay muchas disputas abiertas con otros partidos estatales y regionales en la mayoría de los territorios.

Desde principios de junio de este año, tras las elecciones autonómicas y municipales de mayo y la nueva convocatoria electoral precipitada por Pedro Sánchez, el escenario ha variado muy poco. Tanto el PP como el PSOE han mejorado aproximadamente un punto porcentual su estimación de voto. Probablemente, el primero gracias a los movimientos y la narrativa que se ha generado tras el debate cara a cara entre sus candidatos, y el segundo por su desempeño en esta campaña electoral, a la vista de los movimientos que han registrado los trackings en los últimos días.

Por otro lado, tanto Vox como Sumar tienen tendencias descendentes, con pérdidas de hasta 1-2 puntos para la formación de ultraderecha y aproximadamente de un punto para los de Yolanda Díaz. Esto se explica con las tendencias de las últimas semanas. Parece haber surtido efecto la llamada al voto útil por parte de los dos principales partidos, confirman otras encuestas en territorios como Euskadi: el PSOE pasa de caer ligeramente en el voto municipal a mejorar sus registros de cara a las generales.

Teniendo en cuenta el promedio de encuestas, se extrapola el voto a cada circunscripción siguiendo dos pautas: primero, mediante un modelo que mide la fortaleza de un partido en un determinado territorio basado en los resultados históricos; segundo, usando los microdatos de la encuesta preelectoral del CIS, que nos da pistas de cómo el comportamiento histórico se plasma en estas fechas.

Con esto, el modelo simula las elecciones hasta 10.000 veces en cada provincia, contando con el promedio de encuestas y el error histórico de los sondeos, para ofrecer resultados probabilísticos. No solo se ofrece cuántos escaños conseguiría cada partido sino con qué frecuencia se daría ese reparto concreto. Por este motivo, el gráfico que continua expone los datos con decimales y rangos de incertidumbre.

Dicho esto, el escenario que se dibuja, en términos de escaños, colocaría al PP como principal fuerza en la composición del nuevo Congreso con aproximadamente 143 escaños (entre 135 y 151, con una confianza del 95%): una ganancia neta de medio centenar de diputados.

En segunda posición estaría el PSOE con 109 escaños (101-117), seguido de Vox con cerca de 36 (29-43) y Sumar con 33-34 (27-40). Los partidos nacionalistas y regionalistas sumarían 28-29 escaños.

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Con estos datos, el escenario principal es la posible mayoría absoluta de PP y Vox. La suma supera por un par de escaños (178) el umbral que determina la absoluta en el Congreso (176), lo que apunta a una contienda muy apretada, que se decidirá a partir de los próximos días. En frente, se encuentra el bloque progresista, conformado por PSOE y Sumar, que estarían aproximadamente en torno a 142 escaños, lo que les complicaría la reedición de Gobierno de coalición las próxima legislatura.

Más allá de quedarnos con la foto fija del escenario más probable, el modelo asigna las probabilidades de que cualquiera de los bloques alcance la mayoría en el parlamento, ofreciendo mayor perspectiva a la hora de analizar las opciones de cada uno.

La derecha conseguiría la mayoría absoluta en 3 de cada 4 ocasiones, mientras que las opciones del bloque de investidura se reducen a 1 de cada 10. De todas formas, si la derecha no consigue la mayoría absoluta —que podría pasar con la misma probabilidad que tenía Trump de ganar en las elecciones presidenciales de 2016— la izquierda tendría un escenario muy complicado para investir a Pedro Sánchez, ya que necesitaría más socios que con el equilibrio actual. Pero eso va más allá de los números.

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