El pacto de PP y PSOE para luchar contra el terrorismo yihadista está acabándose de cocinar. De hecho, Pedro Sánchez espera poder cerrar los últimos flecos este jueves, tras una comunicación con el presidente del Gobierno. Ya se da por superado uno de los obstáculos que veían los socialistas: la prisión permanente revisable. Al final, lo que constará en la proposición de ley que ambos grupos firmarán será una remisión indirecta a la “máxima pena” de las previstas en el Código Penal, sin especificar. Pero esa “máxima pena”, según la reforma que aprobó el PP en el Congreso la semana pasada y ya está en el Senado es la cadena perpetua revisable.
Hace unas semanas, el Gobierno y los socialistas acordaron sacar de la modificación del Código Penal todo el arsenal de medidas antiterroristas, porque el principal partido de la oposición, al igual que otros grupos, se oponen a la nueva formulación del código planteada por el PP. Por múltiples razones, pero entre ellas por la introducción del mayor castigo: la prisión permanente revisable, una figura controvertida y sobre la que pesan dudas de constitucionalidad. La contestación ha llegado incluso a través de un manifiesto firmado por más de 60 catedráticos de 33 universidades públicas españoles.
Sin embargo, los culpables de terrorismo, según la nueva redacción que se incluirá en la proposición de ley promovida por los dos grandes partidos, se exponen, según los casos, al castigo más grave. Y ese es la prisión permanente revisable. Lo habitual, en la técnica jurídica, es que en el Código Penal se defina, para cada delito, la pena prevista de cárcel. Pero los socialistas rechazaban que apareciese en algún lado del texto pactado lo que en la práctica se considera como cadena perpetua. Tragar con la redacción del Ejecutivo habría sido entendido como un aval a una medida extrema y a la que se oponen.
El Gobierno se comprometió a repensar la formulación si eso suponía un escollo. Así que en los supuestos agravados de terrorismo, simplemente se dirá que se castigará con la “máxima pena” prevista en el código. Esto es, la prisión permanente revisable. La mención específica no estará. La alusión será, pues, indirecta, porque los socialistas dan por descontado que, si vuelven al Gobierno, se reformará de nuevo el Código Penal ya que, como analizan en el partido, la actual legislación ya es de por sí “muy dura”.
Más fuerzas se “sumarán” en la votación
Sánchez había mostrado esta mañana, ante el Grupo Socialista Europeo en Bruselas, su “firme determinación” de llegar a un pacto con el Gobierno en este asunto. "Si algo hemos aprendido los españoles tras nuestra amarga experiencia en el combate contra el terrorismo es el valor de la unidad", ya que "defender la libertad de todos es tarea de todo", aseguró. Voluntad que reiteró posteriormente en un encuentro con periodistas desplazados a la capital belga.
El acuerdo, en realidad, ya está “bastante hecho”. El secretario general quiere “hablarlo” con Rajoy este jueves para rematar la negociación, según fuentes de la dirección. Los socialistas esperan que, aunque el texto lo firmen PP y PSOE, sí se “sumen otras fuerzas” a la hora de votar, caso de UPyD, CiU o PNV.
Sin embargo, los grupos en su momento ya objetaron, sobre todo, por las formas, al visualizar una entente tras una reunión de la delegación socialista, encabezada por el portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, y los ministros de Interior y Justicia, Jorge Fernández Díaz y Rafael Catalá. El más distante es Izquierda PluralIzquierda Plural(IU-ICV-CHA), que cree que no hace falta introducir nuevas medidas.
Para el secretario general, era fundamental “preservar la unidad de los dos grandes partidos” en un tema tan sensible como el terrorismo, donde tradicionalmente han actuado juntos. Pero los socialistas consideran “fundamental” que se incorporen otras fuerzas, y por eso intentaron que el Gobierno cediera y sacara de la reforma del Código Penal las 12 enmiendas que el Grupo Popular había introducido para reforzar la lucha contra el terrorismo.
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Tramitación rápida
El PSOE tenía, además, dudas respecto a la redacción de alguna de ellas, toda vez que podían suponer una cortapisa a la libertad. Acuerdo que consiguió arrancar del Ejecutivo a los pocos días de los atentados yihadistas en la capital francesa. En todo momento, la dirección de Sánchez ha subrayado que consideraba clave trasladar el “espíritu de París” –la unidad política que se vio en la manifestación multitudinaria que siguió a la tragedia– a España.
Una vez cerrado el acuerdo, se registrará la proposición de ley en el Congreso. No está claro si habrá foto conjunta de los dos líderes, Rajoy y Sánchez, o se visualizará el pacto en la Cámara baja. De cualquier modo, a partir de ahí arrancará la tramitación parlamentaria, que se prevé rápida.
El pacto de PP y PSOE para luchar contra el terrorismo yihadista está acabándose de cocinar. De hecho, Pedro Sánchez espera poder cerrar los últimos flecos este jueves, tras una comunicación con el presidente del Gobierno. Ya se da por superado uno de los obstáculos que veían los socialistas: la prisión permanente revisable. Al final, lo que constará en la proposición de ley que ambos grupos firmarán será una remisión indirecta a la “máxima pena” de las previstas en el Código Penal, sin especificar. Pero esa “máxima pena”, según la reforma que aprobó el PP en el Congreso la semana pasada y ya está en el Senado es la cadena perpetua revisable.