PSOE e IU preparan el terreno para futuras alianzas en las autonómicas de 2015

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"Al principio nadie daba un duro por nosotros, no nos daban ni seis meses... y mira, llevamos casi dos años juntos, en el Ejecutivo. Esta sociedad se va construyendo día a día, no está todo el pescado vendido". 

El que habla es uno de los integrantes de la sociedad que tiene las riendas de Andalucía. Un consejero del Gabinete de PSOE e Izquierda Unida, un bipartito que se estrenó por primera vez en la Junta en mayo de 2012 y que, según describió la nueva presidenta, Susana Díaz, "funciona bien" y es un "Gobierno sólido, cohesionado, con una voz única". La alianza de las dos fuerzas de izquierdas, que hasta ahora no ha atravesado ninguna crisis estruendosa –más allá de las "dificultades presupuestarias" y la "asfixia" a la que la somete el Ejecutivo de Mariano Rajoy–, se ha convertido en un espejo para sus respectivas direcciones federales y para otras comunidades autónomas. Otros territorios en los que, a la luz de las encuestas, se vislumbra una pérdida de la mayoría absoluta del PP y la posibilidad de la vuelta al poder de la izquierda: Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid e incluso Extremadura, donde en 2011 se puso fin a 28 años de dominio socialista por la abstención de IU en la investidura de José Antonio Monago. 

Aún no hay contactos formales entre PSOE e IU, ni se está trabajando en pactos de gobierno, porque aún es pronto –queda más de año y medio para las autonómicas y municipales de mayo de 2015–, pero sí se está preparando el terreno, generando complicidades, trabajando en las instituciones contra el PP, coincidiendo en ciertas luchas y demandas, cogobernando juntos incluso en numerosas localidades. Y mirando de reojo a Andalucía, la comunidad más poblada de España regida por la izquierda en un mapa copado por el azul de los conservadores, según confirman dirigentes de las dos formaciones a infoLibre. Tanto PSOE como IU, en Valencia, Madrid y Castilla-La Mancha (y en menor medida, en Extremadura), reconocen que sus relaciones son "cordiales", positivas y "fluidas". Y tienen claro que la experiencia extremeña "no se va a repetir".

En la cúpula federal de IU ponen algo más de distancia y señalan que las relaciones en el Congreso, el espacio común, son "normales", como con el resto de grupos, si bien subrayan que el ejemplo de Andalucía "ayuda mucho" y aplauden los puntos de fuerte coincidencia contra el PP como la reciente oposición contra la reforma local del Gobierno. Ferraz, por su parte, sólo indica que no hay interlocución formal, pero su secretario federal de Relaciones Institucionales, Antonio Hernando, rechazó hablar con este periódico y precisar más. 

En el horizonte asoma un horizonte electoral bien distinto. El PP, que ganó las autonómicas y municipales con rotundidad en 2011 y amasa un poder inmenso –suyos son hoy los gobiernos de 11 comunidades–, podría ceder a la izquierda varios territorios. Pero a diferencia del pasado, el PSOE necesitará del concurso de IU y de otras fuerzas si quiere destronar a los conservadores, con lo que la federación podría tener a su alcance numerosos ejecutivos. 

01. LA PLANTILLA DE ANDALUCÍA

Las urnas de marzo de 2012 dieron como vencedor en Andalucía, por primera vez, al PP. Pero no con mayoría absoluta. El PSOE retuvo el poder en su feudo gracias a los votos de Izquierda Unida, entonces dirigida por Diego Valderas y hoy por Antonio Maíllo. Ambas firmaron un programa de gobierno que incluía 250 medidas y 28 leyes. IU, con el respaldo del 85% de su militancia, entró en la Junta con tres departamentos a su cargo, uno de ellas, la Vicepresidencia y la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, para el propio Valderas. El bipartito no ha mostrado por ahora síntomas de agotamiento y ha superado el relevo en la presidencia de José Antonio Griñán por Susana Díaz

"Se ha demostrado que frente a otros Gobiernos de coalición, como el tripartito catalán [de PSC, ERC e ICV, de 2003 a 2010] o el bipartito [de PSdeG y BNG, de 2005 a 2009], hay unidad, un único Gobierno y un único programa de gobierno –ilustra un alto cargo socialista del Ejecutivo–. El secreto reside en coordinar mucho y hablar mucho, y también en la lealtad de ambas partes". Esta fuente señala los beneficios para IU (le proporciona "perfil de gobierno y no sólo de pancarta", le permite gestionar y transformar desde el poder) y para el PSOE, ya que le ha permitido "ponerse más en sintonía con su electorado, arcar posiciones políticas" y "separarse" de la gestión de los últimos años de José Luis Rodríguez Zapatero, que "no fueron entendidas por los votantes": "Pactar con IU es muy coherente con nuestro ideario. Estamos en la misma onda, somos dos fuerzas de izquierdas con un tronco común muy amplio. Las bases de uno y otro partidos son muy de izquierdas". 

Un consejero de IU recalca que, pese a las "dificultades y tensiones" que hay en el día a día, se está visualizando una "alternativa al modelo económico, social y cultural desde las bases de un proyecto de izquierdas y avanzado que pone una luz distinta a los problemas frente a la luz torturadora del PP". Este miembro del Gobierno cree que sentarse en el Gobierno ha permitido a su formación convertirse en el "polo de referencia" de las políticas alternativas, porque está dejando ver su sello en cuestiones señeras como la política antidesahucios, la memoria histórica, el banco de tierras o la transparencia. La clave de la cohesión, añade, reside en que PSOE e IU "miran la política hacia fuera, centrándose en las necesidades de los ciudadanos y conduciendo las pasiones de uno y otro mejor hacia dentro". O sea, lavando las tensiones en casa. Para la federación, la presencia en la Junta le está permitiendo "resistir" a los embates del PP desde la gestión, y "rebelarse" también frente a la hegemonía "neoliberal".  

¿La experiencia es exportable? Ambos socios dicen que sí. "El bipartito ayudará a pactos futuros", asegura el alto cargo socialista, quien agrega otra consecuencia: disuadir a los sectores más conservadores del PSOE de que no conviene una entente con el PP. "Aquí no hemos sido nunca partidarios de una gran coalición, desde luego. Pactar con el PP te destroza electoralmente, te rompe y te aleja de la coherencia, te arruina. Perder la credibilidad es cuestión de segundos; ganarla, de años". "La experiencia andaluza, dure lo que dure, sirve para mostrar que no sólo en el terreno municipal es posible el encuentro de programas más cercano frente a las políticas del PP. Demuestra que es posible marcar la diferencia frente a la troika y a las políticas neoliberales, a pesar de las dificultades presupuestarias", sentencia el consejero de IU. 

¿Peso de la gran coalición alemana?

Olimpo, la sede federal de IU, se siente satisfecha asimismo con los resultados. Andalucía "ayuda mucho", le permite exhibir "cultura de gobierno". Porque ese es el salto que quiere potenciar la cúpula de Cayo Lara: vestirse como fuerza capaz de gobernar, solvente, de ahí que el coordinador reitere a sus compañeros la importancia de "ponerse las pilas". "Debemos profundizar en las alternativas, mejorar técnica y políticamente nuestras propuestas", prepararse para tener un papel activo de gestión, no sólo de oposición, precisan desde la dirección. 

¿Y se puede extrapolar al ámbito estatal? Díaz, en un desayuno informativo en Madrid, el pasado 3 de octubre, respondía que sí. El citado consejero de IU, más prudente, pide esperar a las urnas, ver qué "alumbran los ciudadanos", pero advierte de que la política nacional tiene sus aristas propias, en las que las diferencias PSOE-IU están bien marcadas. "El acuerdo en el rechazo a la reforma local es un punto común de fortaleza. ¿Pero el PSOE va a seguir por esa senda? ¿O va a apostar por la gran coalición? Me da la impresión de que la coalición de los socialdemócratas con Angela Merkel va a pesar mucho", sostiene. 

Lara ha acusado al PSOE de querer "copiar" el discurso de IU. "Ahora bien, puede que intenten imitarnos en cuestiones coyunturales, pero no en temas estratégicos, como la derogación del artículo 135 de la Constitución", que socialistas y conservadores pactaron en el verano agónico de 2011 para fijar un tope de deuda y déficit. "El problema del PSOE es su falta de credibilidad. En cualquier caso, nosotros estamos trabajando para representar a la mayoría social, nuestra política de alianzas es con la gente y con los movimientos sociales y políticos. Nuestra confrontación es con el bipartidismo", detallan fuentes del aparato federal. No obstante, en IU sigue vigente una máxima, la que violó la federación extremeña en 2011 y desaprobó Lara: que "ni por activa ni por pasiva" habrá gobiernos del PP. Dicho de otro modo, IU facilitará ejecutivos de izquierdas, bien concediendo la investidura a un presidente socialista para estar luego en la oposición, bien firmando acuerdos de legislatura sin entrar en el Gobierno (caso de Asturias), bien integrándose en el Gabinete (como en Andalucía). 

02. MADRID, LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DIEZ AÑOS DESPUÉS DEL 'TAMAYAZO'

"Nuestro objetivo es ganar, claro. Es prematuro hablar por tanto de Gobiernos de coalición". Maru Menéndez, secretaria de Organización del Partido Socialista de Madrid (PSM) y mano derecha de Tomás Gómez, pone por delante una cautela que repiten otros compañeros de partido, como Guillermo Fernández Vara o Ximo Puig, secretarios generales de Extremadura y Comunitat Valenciana. Pero a continuación señala que la relación con IU-CM es "muy estrecha". "Tenemos una comisión de coordinación para resolver los desencuentros en los municipios donde cogobernamos. Y aparte de eso, hay buena sintonía y fluidez de relaciones, orgánicas y entre los grupos parlamentarios. Son muchos años de trabajo común en la Comunidad [básicamente, en el llamado cinturón rojo que rodea a la capital, hoy en gran medida en manos del PP]. Hay una unidad que tiene que ver con la experiencia vivida haciendo frente al desmantelamiento de los servicios públicos, a la defensa de la educación y la sanidad públicas... Es en el día a día donde se van forjando los acercamientos". Menéndez cree que el perfil "marcadamente de izquierdas" de Gómez, los planteamientos "muy coincidentes respecto a la salida de la crisis", facilita la interlocución. No obstante, hay diferencias "lógicas". 

Eddy Sánchez, coordinador general de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid, recela de las palabras y lo que desea son hechos, "políticas concretas" de avance, porque lo que les distancia son las "contradicciones" entre la práctica socialista "y su discurso". Explica que "no hay contactos" para hablar de futuros gobiernos de coalición con el PSM, sino trabajo, a veces compartido, desde la oposición, cuyo caso más claro es el rechazo a la privatización de los hospitales. "Ahora lo que toca es movilización, calle y procesos de construcción de alternativas y de gobierno desde abajo". Luego, cuando se abran las urnas, "ya se verá", pero lo capital es la "alianza en torno a un programa". 

Los sondeos pronostican por primera vez un vuelco electoral en la Comunidad de Madrid después de 10 años de dominio absoluto del PP en su bastión más potente, diez años que se abrieron gracias al tamayazo, cuando dos tránsfugas socialistas pusieron en bandeja el Gobierno regional a Esperanza Aguirre. Antes, desde 1995, el Ejecutivo estaba en manos de Alberto Ruiz-Gallardón. Pero las encuestas también auguran la pérdida de la mayoría absoluta del PP en el Ayuntamiento de la capital, bajo su mando desde 1991. En ambos casos, IU-CM se quedaría muy poco por detrás del PSM, a apenas un escaño y un concejal. Y en ambos casos, la decisión que tome UPyD sería clave. "No nos da miedo ser una organización con galones de Gobierno. El paso hacia la madurez explica la subida de IU", indica Sánchez. 

Menéndez: "El cambio se necesita para poder respirar"

"El PSM juega a la alternacia, UPyD a ser la llave, y nosotros abanderamos la opción de cambio transversal. Ahora bien, nosotros siempre lo hemos dicho: el escenario de Extremadura no se va a producir en Madrid. El PP no va a gobernar si de nosotros depende. Otra cosa es que entremos nosotros en el Ejecutivo o no", apunta Sánchez. Menéndez también dice "no temer en absoluto" que IU pueda conceder el poder a los conservadores. La secretaria de Organización confiesa tener la "impresión" de que la formación magenta "se está dando cuenta de cómo es el PP y el Gobierno que tiene enfrente, atravesado por la corrupción". "El cambio se necesita para poder respirar", clama. 

Menéndez considera "muy positivo" para el entendimiento de las izquierdas la experiencia de la Junta de Andalucía, "un referente". Sánchez, mientras, cree que ese paso ya lo dio IU en el pasado, en las ciudades del cinturón rojo, y en 2003, cuando estaba muy avanzada su integración en el Gobierno regional en el momento en que estalló el tamayazo. "Respecto a hace diez años, hay continuidad por la voluntad de alcanzar pactos. Sin embargo, la organización hoy está más madura y más grande que en 2003, y es técnicamente más solvente". 

03. VALENCIA, UN JUEGO A TRES

El PP controla la Comunitat Valenciana desde 1995 y el Ayuntamiento de la ciudad del Turia, desde 1991. El Partido Socialista del País Valencià (PSPV) de Puig tendría opciones de gobernar ambas instituciones, pero no sólo necesitaría a Esquerra Unida del País Valencià (EUPV, la marca autonómica de IU), sino a Compromís, la coalición de Iniciativa del Poble Valencià (IdPV), el Bloc y Els Verds-Esquerra Ecologista (EV-EE). Los socialistas, de hecho, y como sucede en Madrid, bajarían, a costa del fuerte crecimiento de Compromís y de EUPV

Las tres fuerzas dicen mantener relaciones "positivas, fluidas y cordiales". Y esta constatación, en el caso valenciano, no es irrelevante, porque Compromís y EUPV –que lideran Enric Morera y Marga Sanz, respectivamente– eran antes de las últimas elecciones de 2011 como agua y aceite. Como cuentan desde la dirección de Esquerra Unida, "la competición era evidente". La herida supuraba por la escisión de una parte de EUPV que formó IdPV y convergió con el Bloc y EV-EE. 2011 aclaró el escenario, porque concedió espacio a ambas en Les Corts (6 escaños para Morera y 5 para Sanz) y en el resto de instituciones. "Una vez que vimos que había sitio para los dos, pasamos a la fase de aceptarnos mutuamente y de no molestarnos", dicen en EUPV. Morera lo confirma: "Hemos comprobado que cada uno por nuestro lado nos va mejor, y que debemos buscar en nuestros caladeros de voto". 

Enric Morera, Marga Sanz y Ximo Puig, líderes de Compromís, Esquerra Unida y PSPV, en junio de 2012 | PSPV-PSOE

"Valencia necesita una alternativa higiénica. Se trata de una cuestión de regeneración democrática, de emergencia total", arguye Puig, quien adelanta que se podrá llegar a un entendimiento en 2015 "con facilidad", también porque plataformas como Valencians pel Canvi, que empujan hacia la convergencia de las fuerzas progresistas, "ayudan". Puig, Morera y Amadeu Sanchis, secretario de Relaciones Políticas de EUPV, alaban los buenos resultados que están dando los cogobiernos en municipios como Burjassot, Ontinyent o Vila-real, o los espacios de coincidencia en Les Corts o en el Ayuntamiento de Valencia. "En el Consistorio presentamos a veces mociones conjuntas cuando nos lo pide la sociedad civil, y si no por separado, pero tenemos un acuerdo para que no registren iniciativas dos de nosotros. Intentamos no hacernos la oposición a nosotros mismos. Tenemos confrontación de posiciones, pero no colisión, que esa la tenemos contra el PP", explica Sanchis. 

No hablar del tripartito, para no ser "diana" del PP

EUPV rubrica que es "impensable" que se reproduzca la situación extremeña, igual que Compromís expresa su "firme compromiso con el cambio". A partir de ahí, cada fuerza incide en sus prioridades. De forma reservada, cuentan por qué intentan no dar la impresión de que está todo hecho. "Hemos convenido no hablar del tripartito, ni de frentepopulismo frente al PP, ni de barullo, ni nada de nada", argumenta una fuente socialista. "Que visualizáramos ya un tripartito sería colocarnos en la diana del PP, que automáticamente nos colocaría como su objetivo. Cada uno debemos ofrecer nuestra alternativa, aparecer juntos desdibuja las posibilidades de cada uno. Si la gente nos viera como una jaula de grillos, no ofreceríamos el retrato de alternativa", ratifica otro dirigente de Compromís. Y es que, como alerta Puig, el PP "sigue muy fuerte", dispone de una "vasta red clientelar, de un control de los medios... y ha escrito un relato que está muy interiorizado en la sociedad". Claro que ninguno oculta que el problema se puede plantear igualmente con UPyD, pues les separa no sólo el acento en las políticas, sino la cuestión nacional. 

El paradigma de Andalucía es "un ejemplo de que se puede gobernar sin traicionar el programa", para EUPV. El PSPV es algo más laico: "Ayudan las experiencias que salen bien, como la andaluza, y las que salen mal, porque te indican qué hay que hacer y qué no –alega Puig–. En cualquier caso, está bien que se abra la cultura del acuerdo, del Gobierno de coalición, como en otros países de Europa". Para Morera, en cambio, la andadura de la Junta "no puede ser ningún paradigma" a seguir, por el alto índice de paro (36,37%, según la última EPA) y porque "no existe una acción efectiva contra la corrupción", por el caso ERE

04. CASTILLA-LA MANCHA, EL MURO DE LA LEY ELECTORAL DE COSPEDAL

En Castilla-La Mancha se respira un ambiente bastante distinto respecto al de hace unos años. Emiliano García-Page y Daniel Martínez, líderes autonómicos del PSOE y de IU, mantienen una "mejor relación" que la que existía entre los expresidentes José Bono y José María Barreda y Cayo Lara, coordinador regional de 2000 a 2008. Unos y otros reivindican la tradición de cogobierno o apoyo externo en muchos municipios de la comunidad (ahora, en Puertollano y Toledo). Hellín o Illescas se salen de esa norma en el periodo 2011-2015. Los socialistas recuerdan incluso que Martínez es alcalde de El Ballestero (Albacete) gracias a su apoyo. 

"Siempre digo que el perfil de Emiliano es más propio del centro-derecha, y que en todo caso habrá que ver qué dicen las urnas. Pero es una evidencia que el clima ha mejorado bastante. Las políticas de María Dolores de Cospedal son tremendas, y eso nos condiciona. Tenemos que luchar contra la involución democrática, contra la corrupción y contra la brutal política de recortes. En eso coincidimos", señala Martínez. "Involución democrática", "atraco" o "pucherazo" son los términos que indistintamente utilizan PSOE e IU para definir la reforma del Estatuto manchego aprobada en solitario por el PP y remitida al Congreso. La modificación reduce el número de escaños en la Cámara autonómica: de 53 –la cifra establecida por la propia Cospedal en 2012– a una horquilla entre 25 y 35. Esa reducción de parlamentarios dificulta sobremanera la vuelta de IU a las Cortes regionales, dado el menor volumen de las cinco circunscripciones. 

"No se puede hablar de futuros e hipotéticos acuerdos si no paramos antes el pucherazo de Cospedal. Con la Ley Electoral que pretende [que se aprobará si Congreso y Senado dan el visto bueno a la reforma del Estatuto], es imposible que IU entre", argumentan fuentes próximas a García-Page. Los socialistas anticipan que "no debería haber problema para un Ejecutivo de coalición" si así dieran los números, pero lo creen "poco probable, incluso con la Ley Electoral actual". "La sociología de esta tierra nos hace pensar que si la gente rechaza a Cospedal, promoverá que nosotros ganemos al PP. No creemos que suceda como en Madrid o Valencia, donde el PP puede ganar aun perdiendo la mayoría absoluta. No obstante, si se diera ese caso, no creemos que hubiera problema porque venimos de una derecha muy dura", añaden estas fuentes. 

Martínez destaca que las alianzas postelectorales las decidirán los órganos de dirección y la militancia en su caso pero, si de él dependiera, apostaría por importar el caso andaluz: "Ojalá se diera, ojalá pudiéramos romper el bipartidismo. Es la dinámica a la que aspiramos. Lo que reclamamos no es la alternancia, sino la alternativa, que no se perpetúen las políticas de derechas". 

05. EXTREMADURA: VARA NO GUARDA "RENCOR"

IU nunca se ha sacado su espina de Extremadura. Desde que la dirección regional, por indicación de la militancia, decidiera desoír el mandato federal y apoyar la investidura de Monago, Lara ha mostrado su distanciamiento con su homólogo en la federación, Pedro Escobar. Sus relaciones son más que frías, y no ha vuelto siquiera por la región. 

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Más de dos años después, Monago sigue en el Gobierno y el PSOE de Vara, en la oposición. Incluso más débil, porque ha perdido a dos miembros, los parlamentarios regionalistas. Ya nadie se plantea la posibilidad de una moción de censura. IU incluso renunció este año a presentar enmienda de totalidad a los Presupuestos regionales

Pese a la tensión dialéctica en la Asamblea, Vara y Escobar aseguran que sus relaciones son "cordiales". "Soy incapaz de guardar rencor. No culpo a IU de no gobernar, porque fuimos nosotros los que perdimos las elecciones, así que la responsabilidad es nuestra –afirma el líder socialista extremeño–. Si en 2015 se reproduce la misma situación, dejarán gobernar al PP. Pero si nosotros ganamos o incluso logramos la mayoría absoluta, yo estaría dispuesto a ofrecer a IU gobernar juntos, porque el socavón que deje el PP va a ser de tal magnitud que IU no sobra, sino que falta. No va a pesar en mi ánimo lo que pasó". Fuentes del partido explicaron posteriormente la lógica de ese ofrecimiento: "Si Guillermo gana, Pedro [Escobar] y Alejandro [Nogales, los dos diputados más reacios al pacto con el PSOE] serán arrasados, porque ambos han hecho una renuncia explícita de su ideología". 

Escobar reitera que él no pretende "exportar" el modelo extremeño, que cuajó "por un cúmulo de circunstancias", entre las que figuraban las rencillas de PSOE e IU en las zonas rurales. "Hemos recuperado la libertad de no estar sometidos al PSOE. Hemos vencido el vértigo de no pactar con ellos cuando han fallado". De cara al futuro, dice que "nada está escrito". "Yo no descarto nada. Antes de repetir esta experiencia, habrá que evaluarla y consultar otra vez a la militancia, como hicimos en 2011", apostilla Escobar, que siempre reitera que gracias a la presencia clave de IU se han conseguido frenar las políticas "más duras" del PP. 

"Al principio nadie daba un duro por nosotros, no nos daban ni seis meses... y mira, llevamos casi dos años juntos, en el Ejecutivo. Esta sociedad se va construyendo día a día, no está todo el pescado vendido". 

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