“Constatamos avances en la definición de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña”. Esta frase, que ocupa dos de las siete líneas del comunicado conjunto distribuido por PSOE y ERC por separado tras su tercera ronda de negociaciones para la investidura, es todo lo que socialistas y republicanos han revelado sobre los contactos. Eso y que desean abordar ese futuro "desde el respeto y el reconocimiento institucional mutuo”. Durante la reunión, aseguran, se ha abordado también “la recuperación de derechos sociales, civiles y laborales”, y en ese terreno destacan “coincidencias notables”.
La cita, que a diferencia de las otras dos tuvo lugar en dependencias de la Autoridad Metropolitana de Barcelona y se ha prolongado durante dos horas y media, transcurrió, según los participantes, en un “clima de cordialidad”, igual que las anteriores.
Lo que el comunicado no despeja son las dudas sobre la viabilidad del acuerdo y, por eso mismo, acerca de las posibilidades de celebrar una sesión de investidura antes o después de que termine el año.
La fórmula elegida para mantener abiertas las negociaciones —“constatamos avances”— es similar a la utilizada hace una semana al término del segundo encuentro. Entonces PSOE y Esquerra dieron a entender que las negociaciones avanzaban en la dirección de “dar una salida al bloqueo institucional”. Hasta el punto de que ambas partes se han emplazado a mantener una tercera reunión el próximo martes.
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Entonces ambas partes se reafirmaron “en que hay un conflicto político” que deben resolver “políticamente”. “En este sentido hemos avanzado en la reflexión para activar la vía política buscando los instrumentos necesarios para su encauzamiento”, indicaron.
De nuevo el comunicado es deliberadamente breve y ambiguo, pero vuelve a poner el foco en el formato de las futuras negociaciones, que Esquerra quiere situar entre el Gobierno y el Govern, de “igual a igual”, y que el PSOE prefiere mantener dentro de la comisión bilateral entre ambas administraciones.
En la reunión de Barcelona, que tuvo un prólogo secreto el lunes por la tarde para tratar de avanzar en los contenidos, participaron los mismos dirigentes que en las citas anteriores. Por parte de Esquerra estuvieron Marta Vilalta, vicesecretaria adjunta del partido, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, y el diputado autonómico republicano Josep María Jové, número dos de Junqueras cuando ocupaba la Vicepresidencia del Govern e imputado posteriormente en relación con el referéndum del 1 de octubre de 2017. En representación del PSOE acudieron la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra; el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, y el diputado autonómico del PSC Salvador Illa.
“Constatamos avances en la definición de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña”. Esta frase, que ocupa dos de las siete líneas del comunicado conjunto distribuido por PSOE y ERC por separado tras su tercera ronda de negociaciones para la investidura, es todo lo que socialistas y republicanos han revelado sobre los contactos. Eso y que desean abordar ese futuro "desde el respeto y el reconocimiento institucional mutuo”. Durante la reunión, aseguran, se ha abordado también “la recuperación de derechos sociales, civiles y laborales”, y en ese terreno destacan “coincidencias notables”.