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El Gobierno responderá a la maniobra de Feijóo y Weber contra Ribera "con datos" y "sin caer en el barro"

El PSOE mantiene a Ábalos como diputado mientras el PP busca implicar directamente a Sánchez

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La operación Delorme sigue sacudiendo la política española 24 horas después de destaparse. Y en el tablero muchas de las miradas están puestas en el exministro José Luis Ábalos por la implicación de Koldo García, su mano derecha durante años. Pero por el momento en la dirección del PSOE no presionan para que deje su escaño en el Congreso el que fuera su secretario de Organización.

El mensaje que trasladan desde el Gobierno y desde el núcleo duro de Ferraz es que el extitular de Transportes no está ni siquiera investigado y, por lo tanto, no ven motivos ahora mismo para que tenga que dejar Ábalos su puesto en el Congreso de los Diputados. El socialista acudió este jueves al Pleno de la Cámara Baja y se ha desvinculado durante estas horas de esta operación en la que se investigan supuestas mordidas en contratos de la administración central por la adquisición de material sanitario durante la época de la pandemia del covid-19.

La máxima que sale del Gobierno y de Ferraz es que hay que dejar actuar ahora a la justicia y que siempre se guiarán por el principio de tolerancia cero con la corrupción, como subrayó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia en Rabat (Marruecos) el miércoles tras conocerse la operación. El propio presidente se mostró “sorprendido” por las informaciones, como reconoció a un grupo de periodistas en el avión a la vuelta, y rechazó en todo momento haber tenido conocimiento antes de los hechos. 

El mensaje que trasladan los socialistas es que llegaron al Gobierno a través de una moción de censura motivada por la corrupción del Partido Popular y que seguirán esta orientación caigan quien caiga. Pero por el momento no se ven motivos para que Ábalos, sobre el que no ha trascendido ninguna participación en los hechos investigados, tenga que renunciar al escaño. 

"Los primeros interesados somos nosotros"

En el grupo parlamentario, según varios parlamentarios socialistas consultados, se habla de “vergüenza” sobre la operación. Hay un enfado mayúsculo entre los miembros del Gobierno y los diputados por lo que se ha revelado respecto a esas supuestas mordidas, pero no hay un clamor respecto a que tenga que dimitir Ábalos. La mayoría sostiene que hay que esperar a que la justicia siga trabajando. “Máxima colaboración, repulsa total. Los primeros interesados somos nosotros”, inciden desde la dirección del partido.

En lo que hay coincidencia entre la mayoría de diputados es en la mala imagen que siempre han tenido de Koldo García. Muchos confiesan que no entendían su presencia constante y sus formas con algunos miembros incluso del partido. Se ha levantado un muro en torno a él y especialmente se están distanciando los miembros del socialismo navarro, desde donde llegó hasta las órbitas madrileñas. Esa sensación la verbalizó el alcalde de León, el socialista José Antonio Díez, que reveló que el exasesor de Ábalos le llegó a amenazar con “joderle”.

Koldo García quedó en libertad este mismo jueves por orden del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno después de que la Fiscalía Anticorrupción no pidiese prisión para él ni para su hermano Joseba, el presidente del Zamora, Víctor Aldama, y el empresario Íñigo Rotaetxe. La investigación está centrada en contratos en los ministerios de Transportes y de Interior durante la pandemia, además de con las administraciones autonómicas de Balears y Canarias. La cuantía de las operaciones podría estar en torno a los 50 millones de euros.

El Gobierno desvincula el cese de Ábalos en 2021 con el caso

La implicación de Garcia ha vuelto a poner en la picota a Ábalos, que vivió varias polémicas durante su paso por el Gobierno como el caso de Delcy Rodríguez. La derecha siempre lo tuvo en el centro de su diana y judicializó este episodio, que fue finalmente archivado. Él lo fue todo en el sanchismo, como hombre de confianza del presidente desde las primarias de 2017, ocupando luego el puesto de todopoderoso secretario de Organización. Su salida del Ejecutivo y de la dirección de Ferraz fue en la macrocrisis de julio de 2021, que también supuso la marcha de Carmen Calvo y de Iván Redondo. El presidente ha trasladado durante estas horas que esa remodelación se hizo por el desgaste tras los duros meses de pandemia y las elecciones de Madrid que ganó con mayoría absoluta Isabel Díaz Ayuso y que no fue motivada por supuestamente conocer estos movimientos de contratos. Ábalos vivía una etapa de resurgimiento político de nuevo con su inclusión en las listas del 23J y su participación en tertulias como voz del partido.

El juez que investiga las presuntas mordidas por las mascarillas deja en libertad al exasesor de Ábalos

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El Partido Popular ha puesto en el centro de su estrategia política contra el Gobierno esta investigación. Y directamente quieren involucrar a Pedro Sánchez como supuesto conocedor de lo que sucedió con esos contratos. El propio líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, urgió al presidente del Gobierno a dar explicaciones por la “gravísima investigación” y exigió que dé una rueda de prensa.

Feijóo quiere también que dé explicaciones el exministro Salvador Illa y los presidentes autonómicos del PSOE que contrataron con esa empresa. El líder de los populares quieren extender las responsabilidades al entender que Koldo García era un “hombre para todo” y un “asesor clave” dentro del socialismo. También se metió en el tema la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que declaró: "Esto no es un escándalo, esto es una trama escandalosa, con decenas de tentáculos y de detenidos. En Madrid, a su alcalde y a la presidenta de la Comunidad se nos hace responsables hasta de la muerte previa de un pato. Pero eso sí, Sánchez no tiene nada que ver con esto". Consideró que esto debería hacer caer al Ejecutivo, pero es un Gobierno “de Koldo y paja”, obviando el caso mascarillas en Madrid o los contratos de su hermano con material traído de China.

El PP salió en tromba durante el día. La ‘número dos’ del partido, Cuca Gamarra, pidió específicamente la dimisión de José Luis Ábalos y dio por hecho que Sánchez lo cesó porque conocía esta “trama”. La teoría que quiere desplegar que La Moncloa sabía lo que sucedió. Para ello han diseñado una ofensiva parlamentaria por este caso en la sesión de control del próximo miércoles con cinco preguntas del PP, empezando por una de Núñez Feijóo a Sánchez: “¿Cuántos escándalos más puede soportar el Gobierno?”. En el PSOE lamentan duramente la actitud del PP y les enerva esta situación porque el PP de Madrid, que está detrás de la denuncia a través de Alfonso Serrano, está inmerso en casos como el de las mascarillas del Ayuntamiento de Madrid, además de los beneficios que sacó el hermano de Ayuso con contratos con la administración regional durante la época de la pandemia. 

La operación Delorme sigue sacudiendo la política española 24 horas después de destaparse. Y en el tablero muchas de las miradas están puestas en el exministro José Luis Ábalos por la implicación de Koldo García, su mano derecha durante años. Pero por el momento en la dirección del PSOE no presionan para que deje su escaño en el Congreso el que fuera su secretario de Organización.

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