En el PSOE hay una dupla ganadora para tener La Moncloa: llenar de votos las urnas en Andalucía y Cataluña. Esa combinación ha sido fundamental para todas las victorias socialistas. Y la fórmula se descompensa en estos momentos mirando a las elecciones generales de 2023. En Cataluña el PSC va como un tiro, mientras que el socialismo andaluz está en una tendencia a la baja que pretende frenar en las municipales de mayo, el primer round del ciclo.
El PSOE, salvo en el CIS, sigue por detrás del Partido Popular en todos los sondeos. Pero se prevén varias batallas en algunas autonomías clave que serán la balanza para retener o no La Moncloa en diciembre del año que viene. Principalmente se mira a Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid y Cataluña. En esas tres primeras el socialismo fue la opción más votada el 10 de noviembre de 2019, pero ahora surgen muchas dudas de que eso vuelva a pasar. En cambio, en Cataluña, el PSC aparece como ganador si hubiera comicios generales y autonómicos.
Las encuestas para el PSOE son una foto de este momento y no reflejan lo que pasará el año que viene. De hecho, advierten desde Ferraz que ya se nota que el efecto Feijóo está desapareciendo y que su imagen se está deteriorando desde el cambio de estrategia en verano.
El PSOE-A no remonta y Moreno sigue fuerte en los sondeos
Ese giro de Pedro Sánchez, más hacia la izquierda y entrando de lleno en la confrontación con Feijóo, se produjo precisamente después de la debacle en las elecciones andaluzas de junio, que acabaron con una histórica mayoría absoluta de Juanma Moreno (PP). Pero, desde entonces, no parece mejorar la tendencia en el sur para el socialismo. A pesar de que en el PSOE se sostiene que no es extrapolable a nivel general, este lunes se vivió un jarro de agua fría con la publicación del sondeo del Centra (el CIS andaluz). La radiografía si hubiera elecciones autonómicas: el PP aumentaría su victoria con 2,5 puntos más y los socialistas bajarían tres puntos (se quedarían en 21,1%). Vox sería tercera fuerza pero descendería en apoyos. El mayor incremento sería para Por Andalucía, que subiría al 11,4%, pero se quedaría en cuarto lugar.
Aunque se confía oficialmente en ser primera fuerza, dirigentes del PSOE en privado muestran su preocupación por las generales en Andalucía. Será clave aguantar en las municipales de mayo, donde el PSOE-A consiguió un excelente resultado en 2019: logró 458 ayuntamientos (el 60% de los consistorios). En San Vicente –la sede del PSOE andaluz– entienden que pueden lograrlo y que eso sería un preludio para poder seguir como primera fuerza en las generales.
Pero el panorama político andaluz ha cambiado. Una de las cosas que más preocupa es el asentamiento de la figura de Juanma Moreno como presidente. Asimismo, se está viviendo una absorción total por parte del PP del antiguo cuadro de dirigentes de Cs: Juan Marín ha sido nombrado presidente del Consejo Social y Económico de Andalucía y Marta Bosquet es la nueva presidenta del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, además del fichaje de las exconsejeras naranjas Rocío Ruiz y Rocío Blanco.
Confiando en las municipales: Sevilla, la gran batalla
Andalucía es clave para lograr la victoria. Es la comunidad que reparte más diputados en el Congreso, siendo la más poblada. Actualmente hay 25 escaños andaluces para el PSOE en el Congreso (casi el 21% del total). Además, es el gran corazón del partido, por lo que supone también un palo moral para el PSOE si no logra ser la primera fuerza allí. En la encuesta del Centra también se advierte de una situación peligrosa para Ferraz: el 88% de los habitantes del sur considera insuficientes las medidas adoptadas por el Gobierno central para frenar la subida de los precios. Otra de las preocupaciones, según fuentes del PSOE-A, es que la “dirección autonómica está desaparecida”.
A pesar de ello, el PSOE, según varias fuentes del partido, confía en su potencia municipal para allanar el camino. En la actualidad ostenta la alcaldía en cuatro capitales de provincia: Sevilla, Granada, Jaén y Huelva. Y tiene en su poder, asimismo, la ciudad más grande que no es capital de provincia: Jerez de la Frontera (Cádiz). La gran batalla, según comentan fuentes socialistas, será la capital hispalense, porque es la ciudad más poblada en toda España con regidor socialista.
Allí el PSOE presenta a Antonio Muñoz, que fue el relevo inesperado tras la marcha de Juan Espadas a la dirección autonómica. El alcalde, comentan en el partido, ha logrado hacerse con el cargo y está siendo bien aceptado. Pero, como recuerda un miembro del PSOE de Sevilla, “la ciudad es muy de derechas”. La situación, según la última encuesta del ABC, es que el PP, con José Luis Sanz, y el PSOE están en empate técnico en intención de voto, pero la izquierda se puede ver perjudicada por su fragmentación. Los socialistas esperan, de cara a las generales y municipales, movilizar al electorado progresista que no salió en las autonómicas y confían en el tirón de algunas de sus figuras como María Jesús Montero. Un chute de fuerza es anhelado a través del acto en Sevilla este sábado con Pedro Sánchez y Felipe González con motivo del 40 aniversario de la victoria del PSOE en 1982. Fuentes del partido comentan que los actos, desde junio, con Pedro Sánchez en el sur están animando a la formación y que notan una mejor recepción.
Las claves de Valencia y Madrid
Y, después de Andalucía, se mira también a la Comunidad Valenciana. Allí el PSOE hace tres años se impuso a los populares, con unos 116.000 votos más y dos escaños por encima en la Cámara Baja. En el PSPV también confían principalmente en retener la Generalitat Valenciana y ahí coger impulso de cara a las próximas elecciones generales. Con el factor también de que los problemas en Compromís y en Podemos en esa autonomía pueda nutrir de cara a esas generales.
A ello hay que añadir la duda en estos territorios de cómo se armará la alternativa de Sumar para las generales. En el PSOE todos son conscientes de que necesitan a una Yolanda Díaz fuerte para poder mantener a la coalición en La Moncloa, no es solo una cuestión del puño y de la rosa, sino que se trata de alianzas. Todos lo tienen claro: la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo es mucho más amiga que enemiga. Por eso se ve con preocupación el duelo interno a ese lado de la izquierda y las repercusiones en las urnas que puede tener una lucha fragmentada dentro del espacio de Unidas Podemos. No les gustaría un espectáculo como el que se vio a última hora en Andalucía, algo que siempre penaliza a las expectativas de los progresistas.
Madrid está en el punto de mira de las preocupaciones del socialismo. El poderío demostrado por Isabel Díaz Ayuso puede arrastrar en las elecciones generales, que el Partido Popular planteará como una lucha contra el ‘sanchismo’. En las generales de 2019, el PSOE logró setenta mil votos más que los populares, empatando en el número de escaños. En cambio, ahora el PP espera que el laboratorio popular arrase en la Comunidad. Los socialistas se aferran a que no vayan tan mal las municipales, con un José Luis Martínez-Almeida de capa caída y ante el efecto sorpresa que se busca con el candidato. Si se logra Cibeles, la historia cambiaría para las generales. Además, sostienen que Ayuso también se está quemando y que no se pueden extrapolar los resultados tan fácilmente.
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Por el momento, el mapa en las encuestas se está pintando de azul. Según el estudio de Keydata para Público, los únicos territorios en los que el PSOE va por delante del PP son Cataluña y País Vasco. En la última encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial, se recoge que ahora las derechas se impondrían en 44 provincias españolas en unas generales. También se refleja que sólo en Euskadi, Cataluña y Navarra no serían el bloque victorioso, donde tendrían más votos las opciones de izquierdas y nacionalistas.
La otra cara de la moneda es Cataluña. El proyecto de Pedro Sánchez y de Salvador Illa tira muy bien en la comunidad, con el PSC liderando todas las encuestas. De hecho, ahora mismo incluso lograrían ser la primera fuerza en unas autonómicas, según la encuesta del CEO, superando hasta a ERC. Lo mismo pasaría en las generales, lo que supondría un granero esencial para conservar La Moncloa. Las expectativas de Yolanda Díaz también son buenas, según fuentes de su entorno, para coger aire en las urnas allí. La derecha sabe del panorama y Alberto Núñez Feijóo está intentando una nueva línea estratégica en la comunidad, pero no consigue enderezarla con polémicas como la lingüística.
Lo que tienen en el partido claro es que Pedro Sánchez lo va a dar todo de cara a las generales, que no va a dejar ningún territorio y que desplegará sus actos por toda España para recuperar el terreno perdido. Objetivo Moncloa 2023.
En el PSOE hay una dupla ganadora para tener La Moncloa: llenar de votos las urnas en Andalucía y Cataluña. Esa combinación ha sido fundamental para todas las victorias socialistas. Y la fórmula se descompensa en estos momentos mirando a las elecciones generales de 2023. En Cataluña el PSC va como un tiro, mientras que el socialismo andaluz está en una tendencia a la baja que pretende frenar en las municipales de mayo, el primer round del ciclo.