Hay fechas que marcan un país. Y el 28 de octubre de 1982 la joven España democrática desbordaba las urnas con más de diez millones de votos para el PSOE. Felipe González arrasaba y lograba 202 de los 350 diputados en el Congreso. Nacía una nueva etapa, que cambiaría el rumbo del país tras décadas de dictadura y gobiernos de la derecha.
Cuarenta años han pasado, y hoy en La Moncloa duerme otro presidente socialista, Pedro Sánchez. Dos hombres que tuvieron una lucha abierta en los últimos años, pero que han caminado hacia la reconciliación, especialmente desde el pasado congreso federal del año pasado en Valencia.
El hall de la sede del PSOE de Ferraz está inundada de imágenes para la historia de estos cuarenta años, con tres protagonistas especialmente: Pedro Sánchez, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Y los tres fueron los grandes protagonistas de la inaguración este lunes de esta exhibición en un acto organizado por la dirección de PSOE. Y esta vez no hubo dardos verbales ni consejos de mayores ni desafíos juveniles. Sí nostalgia, propia y de los Pactos de La Moncloa, como recordaba el primer presidente socialista.
Los tres vieron en persona la exposición, que los une en una ilustración inspirada en los diseños de José Ramón Sánchez, el encargado de uno de los míticos carteles de Felipe González de la campaña de 1982. La imagen de un partido hilvanado a través de varias generaciones. Junto a ellos estuvieron también el exlíder Joaquín Almunia y cargos actuales: María Jesús Montero (vicesecretaria general), Cristina Narbona (presidenta del PSOE) y Santos Cerdán (secretario de Organización).
"El momento más complejo que hemos vivido"
González tuvo el rostro serio durante todo el acto en la sede, en el edificio donde tuvo su hogar Pablo Iglesias. Aunque luego estuvo más relajado en los corrillos tras las fotos con sus sucesores, saludando a los que se le acercaban además. La actual Ejecutiva, que se reunión primero antes, les acompañaron tras la cámaras. Luego fotos con los expresidentes, momentos de cariño e incluso instantáneas a lo fan. Por allí, andaban desde Isabel Rodríguez hasta Pilar Alegría pasando por Carolina Darias, Patxi López, Eva Granados y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
El sevillano empezó diciendo que a su etapa la llaman de la “modernización”, haciendo referencias al plan de infraestructuras o llevar la luz a los pueblos más pequeños, pero quiso reivindicar que se creó, por ejemplo, el Sistema Nacional de Salud o la educación obligatoria hasta los 16 años.
Del pasado al presente. González dibujó un panorama actual como una “época extraordinariamente difícil”: “Lo único previsible para los próximos meses es los imprevisible, la única certeza es que no hay certezas”. “Es el momento más complejo que hemos vivido”, resumió. Enlazando algunos episodios, como cuando recordó los pactos de La Moncloa: “tan queridos hoy día si se pueden repetir”. Unas palabras en un momento en el que el PSOE y el PP están intentando negociar un acuerdo sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
"Aquella noche estaba abrumado"
En la cabeza le venían varios momentos y quiso González mostrar su “gratitud” a la sociedad española porque “se movilizó mucho más allá de la frontera de nuestros votos, para comprometerse con el país”. Y una confesión verbalizó sobre sus sentimientos: “Aquella noche estaba abrumado, profundamente abrumado, que no asustado, por una responsabilidad que me desbordaba, que asumí plenamente”.
Los cuatro líderes reunidos en Ferraz conectaron a la vez en otra cosa: sin corbata. Para Sánchez, esa fecha del 82 supuso la España que salió del blanco y negro para colorear la sociedad de “modernidad”: “No sólo fue un triunfo del PSOE, sino de la gente”. El actual presidente compartió las sensaciones de aquellos días en los que tenía diez años: “Calles llenas de alegría, energía arrolladora”. Algunos de los miembros de la Ejecutiva, contó Sánchez, en la reunión previa narraron con emoción cómo se llenaron las casas del pueblo esa noche, con gente que ni era del partido.
“Abrimos España al mundo”, comentó, para afirmar Sánchez: “Les dimos autoestima. Hoy ningún español se sabe más que nadie, pero no volveremos jamás a ser menos que nadie”. “Un acto de orgullo y fraternidad”, reivindicó el presidente, que quiso rendir reconocimiento a los que “nos precedieron”: “Nos sentimos herederos del legado de la mejor España”. Con otra conexión: puso en valor el papel de España en el mundo y la organización de eventos internacionales como la cumbre de la OTAN. Fue González precisamente el que llevó al país a esa organización, a través del referéndum de la OTAN en 1986. Con la premisa principal, además, de que el PSOE fue el encargado de asentar el Estado del Bienestar y el partido que trajo derechos a las mujeres. De Zapatero (que no habló en el acto), destacó el final del terrorismo, la ley de dependencia, el matrimonio igualitario y la lucha contra la violencia de género.
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Lo entroncó con los impulsos de su Gobierno como el ingreso mínimo vital o la primera ley de cambio climático, poniendo en valor la transformación digital y la transición ecológica. Y reconociendo que el PSOE busca inspiración en referentes como González y Zapatero. Las palabras de los dos distan mucho de aquellos primeros años del actual presidente en Ferraz, con una manifiesta separación y apoyando a Susana Díaz.
A pesar de la cara de González durante el acto, fue la intervención ante Sánchez que más a Sánchez ha sonado. Incluso en la reconciliación en el congreso de Valencia defendió su voz propia. Salvo alguna interpretación sobre su frase de los pactos de La Moncloa, el discurso fue de reconocer al presidente el momento tan complicado que ha vivido, poniéndolo por encima de los suyos.
El PSOE pretende reivindicar este legado durante estas semanas de manera intensa. También se estrenará un documental y el gran colofón será un acto en Sevilla, donde volverán a coincidir Sánchez con González (el próximo 29 de octubre). La exposición inaugurada este lunes en el número 70 de Ferraz está abierta a todos los ciudadanos y revive la España de estos cuarenta años: desde la Expo del 92 hasta la cumbre de la OTAN de este año, pasando por el mundial de fútbol del 82, con imágenes con la impronta socialista de leyes como la del aborto de 1985, la ley general de Sanidad de 1986 o la ley antitabaco de 2006.
Hay fechas que marcan un país. Y el 28 de octubre de 1982 la joven España democrática desbordaba las urnas con más de diez millones de votos para el PSOE. Felipe González arrasaba y lograba 202 de los 350 diputados en el Congreso. Nacía una nueva etapa, que cambiaría el rumbo del país tras décadas de dictadura y gobiernos de la derecha.