El Gobierno ha aprobado este viernes mantener en Afganistán hasta 485 militares a pesar de que el mandato de la ISAF, la fuerza multinacional organizada bajo mandato de Naciones Unidas, concluye el próximo 31 de diciembre. La intención del Ejecutivo es mantener la presencia militar española en aquel país bajo el paraguas de la nueva misión que desplegará la OTAN, sin soporte de la ONU, a partir del 1 de enero y participar tanto en el adiestramiento de las fuerzas afganas como en la gestión del aeropuerto civil y militar de Herat y del hospital Role 2 instalado en la base.
Así lo ha explicado el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que ha acordado solicitar la preceptiva autorización del Congreso que dé el visto bueno a esta misión.
Morenés ha indicado que la duración inicial de esta misión que lanza la OTAN, denominada Resolute Support (Apoyo Decidido), será de un año, si bien podría estar sujeta a futuras ampliaciones en función del desarrollo de la misma. Además, el contingente aumentará ligeramente hasta los 485 frente a los aproximadamente 450 que hay ahora.
La labor de los militares españoles se centrará en aportar personal a los cuarteles generales de Kabul y Herat, el mantenimiento de un equipo de asesores para las fuerzas de seguridad afganas, la gestión del hospital Role 2 en Herat que atiene tanto personal civil como militar, la gestión del aeropuerto de esta ciudad –el segundo más importante del país–, así como unidades de apoyo logístico y una unidad de protección, también en Herat.
Por lo tanto, según ha remarcado el ministro, el trabajo que realizarán las tropas españolas a partir del año que viene no será muy distinto del que llevan desarrollando en los últimos años, si bien lo que cambiará será el "paraguas jurídico" al sustituir ISAF por Resolute Support.
En enero se cumplirán 13 años de la llegada a Afganistán de las primeras tropas internacionales, también de España. Así, esta operación se ha convertido en la más importante –por el número de efectivos que ha movilizado y por su larga duración– en la que han participado militares españolas: desde 2002, unos 26.000 militares y guardias civiles de nuestro país han pisado tierras afganas.
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También ha sido la misión que se ha cobrado más vidas entre las Fuerzas Armadas españolas: un total de 97 militares, dos guardias civiles y un traductor con nacionalidad española han perdido la vida desde 2002, la mayoría por accidentes aéreos o terrestres aunque también por ataques de la insurgencia.
Entre las víctimas, los 62 militares fallecidos en el accidente del Yakovlev 42 ocurrido en mayo de 2003 en Turquía cuando regresaban del país asiático, así como los 17 efectivos que perdieron la vida en 2005 al estrellarse su helicóptero cerca de Herat.
La última víctima mortal de esta operación fue el sargento David Fernández Ureña, quien falleció en enero de 2013 al estallar un artefacto explosivo improvisado (IED) mientras realizaba labores de reconocimiento cerca de Qala-i-Naw.
El Gobierno ha aprobado este viernes mantener en Afganistán hasta 485 militares a pesar de que el mandato de la ISAF, la fuerza multinacional organizada bajo mandato de Naciones Unidas, concluye el próximo 31 de diciembre. La intención del Ejecutivo es mantener la presencia militar española en aquel país bajo el paraguas de la nueva misión que desplegará la OTAN, sin soporte de la ONU, a partir del 1 de enero y participar tanto en el adiestramiento de las fuerzas afganas como en la gestión del aeropuerto civil y militar de Herat y del hospital Role 2 instalado en la base.