Rajoy "espera" que no peligre la legislatura mientras el PP carga contra la "deslealtad tremenda" de Rivera

Una de cal y otra de arena. Este jueves, el Partido Popular hizo malabares en lo que tiene que ver con su relación con Ciudadanos, su socio de investidura. Una muestra de lo que pueden ser los próximos meses. Los conservadores, que ven cómo el partido naranja les arrebata votos y militantes, necesitan su apoyo para proyectos clave de la legislatura, como los Presupuestos Generales del Estado. Pero también necesitan marcar distancias, buscar un discurso propio e impedir que Cs agite banderas tradicionalmente asociadas a las siglas del PP.

En este contexto, mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, bajaba el tono al referirse a Albert Rivera señalando que él no tiene "ningún desencuentro" con Ciudadanos y que el pacto firmado en agosto de 2016 "está funcionando razonablemente", María Dolores de Cospedal hablaba directamente de la "deslealtad tremenda" del partido naranja por utilizar la crisis con Cataluña para "desgastar" al Gobierno.

El jefe del Ejecutivo ventiló con un "espero que no" la pregunta de si, a su juicio, "corre peligro" la legislatura por los desencuentros con su socio de investidura. Rajoy no oculta que no se siente muy cómodo hablando de su relación con Ciudadanos. Pero se declaró "muy tranquilo" con la situación actual y destacó que va a "trabajar" para que Rivera "haga honor a su palabra" en lo que tiene que ver con la aprobación de las cuentas públicas para 2018 –ahora están prorrogadas las de 2017–.

Los conservadores están muy molestos con Ciudadanos. Y este enfado tiene tres focos principales: la amenaza de no respaldar los PGE, la "deslealtad" en Cataluña y el "oportunismo" a la hora de arrogarse iniciativas legislativas que llevan el sello del PP. O de las que, incluso, estaban en contra.

El camino hacia la aprobación de los Presupuestos está muy cuesta arriba para Rajoy. El PNV es clave porque la intención del Gobierno es sacarlos adelante con el mismo equilibrio de fuerzas políticas que los de 2017. Y no parece que los nacionalistas vascos estén dispuestos a sentarse a hablar con los conservadores, al menos, mientras el 155 de la Constitución esté en vigor. Un escenario de repetición de elecciones en Cataluña complicaría todavía más las negociaciones.

Pero el principal problema está en la formación naranja. El precio para el apoyo pasa por que la senadora Pilar Barreiro, imputada en el marco de la Operación Púnica, deje el escaño. "No es lógico que de la noche a la mañana añadan nuevas condiciones a sus apoyos. No es leal", se quejan las fuentes consultadas.

Rajoy señala que a él Rivera no le ha trasladado personalmente esta condición. Pero este jueves, en el foro ABC, dio la impresión de estar preparado para cualquier contexto. El presidente dijo que no hay que ponerse en el escenario de que va a serle imposible sacar adelante las cuentas públicas. Pero que, "en el peor de los escenarios" hay un presupuesto en vigor "que no debe ser muy malo porque sirvió para que España creciera por encima del 3%" en 2017.

"En cualquier escenario todos podemos estar tranquilos", sentenció el presidente.

En todo caso, los conservadores confían en que, pese a las condiciones que ponen en el partido naranja para apoyar los Presupuestos, las cuentas públicas saldrán adelante. "No se puede retorcer el pacto cuando les interesa", mantiene un dirigente conservador.

Una alternativa para Cataluña

Respecto a la situación en Cataluña, los conservadores consideran que Rivera se ha comportado de forma "oportunista". Primero, atribuyéndose un papel determinante en la aplicación del 155 cuando en un principio se pronunció en contra. Después, con la negativa de Inés Arrimadas a intentar ser investida para romper con el bloqueo. Y, en los últimos días, a la hora de reaccionar a las informaciones que apuntan a que el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) sirvió para financiar la organización del 1-O.

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En el mismo foro, Rajoy afeó a Rivera su actitud en lo relacionado con el FLA y señaló que tiene la conciencia "muy tranquila". Y volvió a insistir en que "se puede y se debe" presentar "una alternativa constitucionalista".

Mucho más dura que Rajoy fue la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. En una entrevista en Los Desayunos de TVE llegó a hablar de la "deslealtad tremenda" de Ciudadanos por prentender "sacar tajada política" con el "tema de Cataluña", informa Europa Press.

La también ministra de Defensa retomaba así el espíritu de las palabras que un día antes había dirigido Rajoy a Rivera en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, cuando señaló que, en Cataluña, el partido naranja se estaba equivocando de adversario. Así, lamentó que "en un tema tan importante" como Cataluña Cs "intente hacer política para desgastar al Gobierno". Es, resumió, de una "deslealtad sin límite".