El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió sculpas a los españoles por los escándalos de corrupción que se están desvelando estos días y dijo comprender su "indignación y hartazgo". Sin embargo, pidió confiar en el Estado de Derecho porque las instituciones "funcionan", al tiempo que prometió "limpieza" en la vida pública.
Rajoy aprovechó la primera pregunta de control al Gobierno en el Senado para leer un comunicado sobre los "asuntos de corrupción destapados en los últimos días", el último la macrorredada de corrupción autonómica y municipal conocida como operación Púnica, una trama que, según dijo, parece que responde a la "codicia personal" de las personas implicadas y no a los partidos a los que pertenecen.
En cualquier caso, el presidente del Gobierno subrayó que el Comité de Derechos y Garantías del PP ya ha suspendido de militancia a los miembros de su partido vinculados con esa red corrupta y avanzó que serán expulsados si se confirman las imputaciones. Entre los cargos implicados figura el exconsejero de la Comunidad de Madrid Francisco Granados; varios alcaldes madrileños y el presidente de la Diputación de León.
El lunes, fue la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, la que pidió disculpas horas después de que estallara la operación Púnica. "No quiero ni puedo eludir la responsabilidad que me corresponde por el nombramiento del señor Granados para altos cargos", dijo Aguirre en referencia a Granados, que fue su mano derecha en el PP regional. Una asunción de responsabilidades que, de momento, se quedó en "pedir perdón", según sus palabras.
"Entiendo el enfado"
Tras asegurar que lamenta "profundamente" la situación creada, el jefe del Ejecutivo dijo entender y compartir la "indignación" de los ciudadanos ante la "acumulación" de casos de corrupción. "No sólo comprendo el enfado perfectamente justificado de los ciudadanos, sino que comparto su indignación y su hartazgo. Estas conductas resultan particularmente hirientes cuando los españoles han tenido que afrontar tantos sacrificios y hacer tantos esfuerzos para sacar al país de la crisis", proclamó.
Dicho esto, pidió perdón a los ciudadanos por haber confiado en esas personas para desempeñar puestos de responsabilidad. "En nombre del PP, quiero pedir disculpas a todos los españoles por haber situado en puestos de los que no eran dignos a quienes en apariencia han abusado de ellos", enfatizó.
Rajoy admitió que los casos de corrupción que se están destapando están extendiendo una "sombra de sospecha" sobre toda la clase política, pero subrayó que esa "mancha ensucia injustamente la imagen y la reputación de la mayoría" de los políticos de todos los partidos que "están en la política para servir a los demás y no para servirse a sí mismos".
No demorar más las leyes anticorrupción
A renglón seguido, señaló que como presidente del Gobierno no sólo debía "condenar" estos hechos sino además "actuar para impedirlos". Y en ese contexto, recordó algunas reformas que ya ha aprobado su Ejecutivo, como endurecer las penas por corrupción, prohibir las donaciones de empresas a los partidos o que los bancos puedan personar las deudas las las formaciones políticas.
Según añadió, su Gobierno seguirá "ampliando el abanico de medidas anticorrupción" hasta lograr, ha dicho, que cualquier cargo público "se lo piense antes de caer en la tentación de corromperse". A su entender, la democracia no puede admitir que "nadie juegue con la confianza que los ciudadanos depositan en quienes les administran".
Rajoy señaló que el PP ha estado negociando con el PSOE dos leyes para luchar contra la corrupción, la del Estatuto del Alto Cargo y la relativa al control político-financiero de los partidos, y mostró su disposición a aprobarlas en el Parlamento cuanto antes. "No vamos a demorar ni un minuto más la aprobación de este paquete de reformas. Si es con el acuerdo de la oposición, mejor. Y si no sacaremos adelante estas medidas con los votos del PP", advirtió.
El jefe del Ejecutivo, que recibió numerosos aplausos de los senadores del PP durante su intervención, resaltó una vez más que los casos de corrupción se están investigando porque "funciona" el Estado de derecho, la Agencia Tributaria, las Fuerzas de Seguridad y hay una "Justicia independiente". "Yo pido a todos que confíen en ese Estado de Derecho y que estén seguros de que nuestro compromiso con la limpieza de la vida pública es total", afirmó, mientras desde la bancada socialista se gritaba "¡Dimisión! ¡Dimisión!".
El PSOE le pide explicar la caja B
Poco después, la portavoz del Grupo Socialista en el Senado, María Chivite, le recriminó que no acepte acudir al Congreso para hablar sobre corrupción como ha solicitado su partido. Además, le emplazóa ofrecer explicaciones en sede parlamentaria en relación con los sobres B y los "mensajes" que mandó al extesorero Luis Bárcenas. "Den explicaciones sobre la financiación B de su partido y de explicaciones de cuantos altos dirigentes de su partido van a volver a desfilar por la Justicia teniendo cuentas en Suiza. Eso es lo que usted debe explicar en el Congreso de los Diputados", espetó a dirigente socialista al jefe del Ejecutivo.
En su réplica, el presidente del Gobierno recordó al Grupo Socialista el caso de los ERE y de los "más de 100 imputados" por este escándalo que tiene el PSOE andaluz. "De eso no le voy a hablar. Prefiero construir, mirar al futuro y ofrecerles un acuerdo. Si no quieren, aprobaremos en solitario la normativa contra la corrupción", aseveró.
Después, el senador de Izquierda Unida Jesús Iglesias reprochó a Rajoy que aproveche la sesión de control del Senado para leer "un comunicado de prensa sin preguntas" sobre la corrupción, sin que los demás grupos parlamentarios tengan opción de cambiar su pregunta.
"Son muchos nombres que dependen de una sola persona
Desde los pasillos del Congreso replicó a Rajoy Pedro Sánchez. El secretario general le espetó que el Senado "no es un confesonario" ni un lugar para pedir disculpas sobre los casos de corrupción que salpican al PP y exigió que dé la cara en el Congreso, explique a los ciudadanos un asunto que está generando "mucha incertidumbre e indignación" y asuma las correspondientes responsabilidades.
Sánchez cuestionó que Rajoy haya pedido disculpas en el pleno de la Cámara alta por los nombramientos que ha hecho en los últimos tiempos y se preguntó si también lo hacía por la ministra de Sanidad, Ana Mato, señalada por el caso Gürtel; por Ángel Acebes, al que designó como secretario general del PP, o por elegir a María Dolores de Cospedal como su número dos cuando se ha visto acusada por Bárcenas. "Son muchos nombres que dependen de una única persona, que es Rajoy", subrayó el líder socialista, quien insistió en la necesidad de que el PP acepte celebrar la próxima semana un pleno monográfico en el que comparezca Rajoy para dar las explicaciones pertinentes sobre los casos de corrupción que afectan "de lleno" al PP y para dar cuenta de las medidas que tiene previsto poner en marcha su Gobierno para atajar esta lacra.
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¿Moción de censura?
Sánchez no se pronunció sobre si el PSOE se plantea presentar una moción de censura contra Rajoy en caso de que finalmente decidiera no comparecer, pero sí reiteró que su partido no va a cerrar ningún pacto anticorrupción con el PP y que en lo que se va a centrar es en negociar con los grupos parlamentarias su catálogo de medidas anticorrupción que presentará próximamente en forma de proposición de ley.
Según dijo, hay "muchos" militantes y cuadros en el PP que son "honestos" y "decentes", algo que, a su juicio, no ocurre con los dirigentes nacionales, a los que ha acusado de estar "manchados" por casos de corrupción y a los que tanto el PSOE como el resto de ciudadanos no se cansarán de pedir explicaciones.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió sculpas a los españoles por los escándalos de corrupción que se están desvelando estos días y dijo comprender su "indignación y hartazgo". Sin embargo, pidió confiar en el Estado de Derecho porque las instituciones "funcionan", al tiempo que prometió "limpieza" en la vida pública.