Rajoy insiste: “La forma política del Estado no está en el orden del día”

Ya había marcado su discurso un día antes en una rueda de prensa en el palacio de La Moncloa: lo que este miércoles se debate en el Congreso de los Diputados no tiene que ver con el modelo de Estado, sino con la necesidad de dar luz verde a una ley que arranque el proceso de abdicación de Juan Carlos I. Y así lo repitió nada más arrancar su breve intervención: "No estamos aquí para ninguna otra cosas. La forma política del Estado no está en el orden del día de esta sesión".

Pese a las críticas que se escucharon a lo largo de la jornada en la cámara y pese a las protestas ciudadanas, Mariano Rajoy vistió de normalidad el proceso abierto desde el anuncio del rey. "Muchas personas tal vez lamentan la abdicación del rey, otras la aplauden,pero a ningún español le intranquiliza, porque nadie considera que se haya producido un vacío en el poder, ni que se haya abierto una etapa de incertidumbres. España permanece tranquila porque se apoya en la estabilidad de sus sistema político y la solidez de sus instituciones constitucionales.

El presidente del Gobierno se ciñó, como después haría el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, a asegurar que lo único que este miércoles está haciendo el Congreso es cumplir con la ley y con la Constitución. "Nadie entendería que los españoles exijamos la aprobación de las Cortes para refrendar la abdicación del rey y, llegada la hora de otorgarla, nos negáramos a reconocerla", dijo. Y, frente a las voces que reclaman un referéndum sobre el modelo de Estado, sostuvo que "España es una monarquía parlamentaria con hondas raíces históricas porque así lo quieren los españoles que dispusieron además en la Constitución que heredarán la corona los sucesores de don Juan Carlos".

Desde que la semana pasada se conoció el deseo del rey de ceder el testigo a su hijo, tanto desde el Gobierno como desde el PP se ha animado a aquellos que defienden un referéndum a que inicien los trámites para una reforma de la Constitución Española. Una propuesta-trampa en tanto en cuenta los conservadores mantienen la mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado.

El resto de su discurso estuvo destinado a ensalzar la figura del rey saliente y a destacara la preparación del heredero. Esta frase lo condensa: "Después de la experiencia de estos cuarenta años, sería necesario estar ciego de obstinación para no reconocer los méritos que ha cosechado el rey que ahora nos deja, su empeño por encarnar la concordia de todos, su capacidad para ser el mejor símbolo de nuestra democracia en el mundo, y no lo olvidemos, el cuidado que ha puesto en la preparación de quien está llamado a sucederle".

El presidente del Gobierno cerró su intervención haciendo una llamada a los grupos parlamentarios a que se sumen a la iniciativa. Ya había arrancado dando las gracias a los partidos que habían anunciado su adhesión.

"Disponemos de ocasiones sobradas a lo largo del año para subrayar nuestras diferencias. No estamos aquí hoy para eso, sino para cumplir la voluntad de los españoles, que eso y no otra cosa es la Constitución. Lo que espera la nación de nosotros es que atendamos al deber de hoy con sentido de la oportunidad, altura de miras y responsabilidad", concluyó.

Lectura única

Pocos minutos antes de que Rajoy subiera a la tribuna, intervinieron Joan Coscubiela, en nombre la Izquierda Plural; Soraya Rodríguez, en nombre del PSOE y José Antonio Bermúdez de Castro en nombre del PP. Fueron los grupos que habían solicitado intervenir para posicionarse antes de la votación del procedimiento de lectura única. Mientras los representantes del PP y del PSOE justificaron este trámite en la brevedad de la ley de abdicación –tiene un solo artículo–, Coscubiela acusó a los dos principales partidos de precipitación en los hechos. "A más trascendencia de una ley, menos debate político y parlamentario", resumió.

Este procedimiento de lectura única, que permite acortar los plazos y que la coronación se celebre el próximo 19 de junio tras pasar la ley de abdicación por el Senado, viene establecido en el artículo 150 del reglamento del Congreso de los Diputados.

Intervención del presidente del Gobierno en el debate sobre la abdicación [PDF]

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Antecedentes

El anuncio del rey Juan Carlos llega en un momento en el que el bipartidismo vive sus horas más bajas. No obstante, la mayoría absoluta del Partido Popular ya es de por sí suficiente para que la ley orgánica necesaria para dar paso a Felipe de Borbón salga sin problemas de Congreso y Senado. Precisamente, en esta idea de estabilidad institucional hizo hincapié el jefe del Ejecutivo el mismo día en el que anunció la abdicación: "Quiero transmitirles a todos que este proceso se va a desarrollar con plena normalidad en un contexto de estabilidad institucional y como una expresión más de la madurez de nuestra democracia". Este miércoles lo recalcó desde la tribuna.

Diversas fuentes insistían en la posibilidad de que el monarca hubiese decidido agilizar este trámite tras los resultados de las elecciones europeas del pasado 25-M. Un extremo que es rechazado desde Zarzuela y desde La Moncloa, donde insisten en que la decisión estaba tomada desde hace tiempo y que tanto Rajoy como el jefe del principal partido de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo sabían desde el pasado mes de marzo. La ley orgánica que da paso a la sucesión del rey saldrá adelante, al menos, con los apoyos de PP y PSOE. Ahora son el 80% del Congreso de los Diputados, pero en las generales del próximo año ese porcentaje se podría reducir sensiblemente.

Ya había marcado su discurso un día antes en una rueda de prensa en el palacio de La Moncloa: lo que este miércoles se debate en el Congreso de los Diputados no tiene que ver con el modelo de Estado, sino con la necesidad de dar luz verde a una ley que arranque el proceso de abdicación de Juan Carlos I. Y así lo repitió nada más arrancar su breve intervención: "No estamos aquí para ninguna otra cosas. La forma política del Estado no está en el orden del día de esta sesión".

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