El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, es muy poco dado a las entrevistas. Pero este miércoles, 24 horas después de que la investigación de la Operación Taula en la Comunidad Valenciana volviese a golpear con fuerza a su partido, accedió a conversar durante una hora en El programa de Ana Rosa (Telecinco). Aunque negó que este escándalo que hasta la fecha se ha saldado con una treintena de detenciones, el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus, entre otras, vaya a afectar a las negociaciones de cara a la investidura, su presencia en el plató apuntaba justamente a lo contrario.
Rajoy admitió una vez más que la corrupción ha hecho mucho daño al PPla corrupción ha hecho mucho daño al PP. Subrayó que su partido ha actuado con contundencia, que ha tomado medidas y que ha dejado trabajar a los jueces. Para los conservadores, la mayor prueba de la no injerencia del Gobierno es que precisamente salte este escándalo cuando se está negociando la investidura del futuro presidente.
El presidente fue preguntado por algo que preocupa, y mucho, en el PP: la posible imputación de Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y ahora senadora, y el diputado Gerardo Camps. "Mientras no sean llamados a declarar o no se les acuse de nada no puedo decir nada distinto de que estas personas están absolutamente limpias", dijo, si bien recordó que cualquier persona acusada será apartada del partido. En este sentido, subrayó que Rus ya fue apartado de hace meses.
Rajoy dijo desconocer las novedades judiciales del caso Rato. Y, sobre el que afecta al borrado de los discos duros de los ordenadores de Luis Bárcenas, sólo pareció tener claro que la tesorera del PP, Carmen Navarro, tiene que ir a declarar en calidad de investigada, antes imputada.
Y es que, sobre el hecho de que el PP esté investigado en esta causa, antes imputado, dijo tras algunos rodeos que no había visto el auto y que, por ello, no podía asegurar si en realidad es así.
Ofertas para comunidades y ayuntamientos
En lo que tiene que ver con los pactos de cara a la formación de Gobierno, siguió dejando la pelota en manos de Pedro Sánchez. De él depende, dijo, que haya un Ejecutivo estable, con PP y Ciudadanos, o inestable, con Podemos y los nacionalistas.
Rajoy e Iglesias presionan a Sánchez
Rajoy desveló que tras la primera reunión que mantuvo con Sánchez para buscar acuerdos lo ha intentado una vez más y el socialista se negó.
Por primera vez en un mes, el presidente hizo una oferta concreta. Si el PSOE le apoya, él está dispuesto a que el PP facilite la gobernabilidad en las comunidades y ayuntamientos. Es decir, a auxiliar al PSOE en aquellas instituciones en las podrían verse afectadas sus relaciones con Podemos.
Como ya viene haciendo en las últimas semanas, dejó claro que el candidato del PP sigue siendo él. Y que si hay nuevas elecciones, también quiere serlo.
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, es muy poco dado a las entrevistas. Pero este miércoles, 24 horas después de que la investigación de la Operación Taula en la Comunidad Valenciana volviese a golpear con fuerza a su partido, accedió a conversar durante una hora en El programa de Ana Rosa (Telecinco). Aunque negó que este escándalo que hasta la fecha se ha saldado con una treintena de detenciones, el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus, entre otras, vaya a afectar a las negociaciones de cara a la investidura, su presencia en el plató apuntaba justamente a lo contrario.