Llevado por la máxima de que no hay que cambiar lo que funciona, y evitando que se extraigan conclusiones en clave sucesoria, Mariano Rajoyha optado por no tocar el núcleo duro de poder del Partido PopularPartido Popular. El único movimiento ha sido el de dar a Fernando Martínez-Maillo, vicesecretario de Organización y Electoral, el título que de hecho ya venía ejerciendo: el de coordinador del partido. Cerrado el 18 congreso nacional del PP sin sorpresas en las caras de la cúpula, la formación se prepara para procesos similares en las comunidades y en las provincias.
Los escándalos de corrupción en unos casos y el relevo generacional en otros darán pie a nuevas direcciones cuya configuración no estará exenta de tensiones.
En la última Junta Directiva Nacional antes del 18 Congreso Nacional, Mariano Rajoy reclamó a sus barones que antes de semana santa celebrasen los congresos regionales y, a partir de ahí, los provinciales. La idea, dijo, era tener renovadas todas las estructuras del partido en seis meses.
Rajoy quiere tener listo el engranaje autonómico y provincial para que los nuevos equipos tengan tiempo de preparar las autonómicas y municipales de 2019 –en 2015 el resultado para el PP no fue bueno–. Pero también quiere que se produzcan cuanto antes los relevos por si, sin apoyos para los Presupuestos Generales del Estado, convoca elecciones generales anticipadas.
El PP de Madrid ha sido siempre para Rajoy una organización muy correosa. Antiguo feudo de Esperanza Aguirre, que en 2008 amagó con disputar el liderazgo al líder del PP, tiene pendiente solucionar la interinidad de una gestora desde hace un año. La Operación Púnica, que mantiene en la cárcel al que fue número dos de Aguirre en el partido, Francisco Granados, y su cada vez mayor debilidad interna en la formación, precisamente por los escándalos de corrupción que habían salpicado a su entorno llevaron a la lideresa a renunciar a la dirección regional del partido. Mantuvo, eso sí, su acta de concejal en el Ayuntamiento de Madrid como líder de la oposición.
Su marcha condujo a que Génova hiciese obligada lo que no se había atrevido a hacer en los años anteriores: instaurar una gestora. La puso en manos de Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Si no hay cambios de última hora, Cifuentes anunciará su candidatura a liderar el PP de Madrid. En el año que lleva al frente de la gestora se ha recorrido el grueso de las sedes del partido de la región y de la capital para hacerse con apoyos, según interpretan las fuentes consultadas.
Cifuentes no es nueva en el PP. Lleva militando en la formación conservadora desde hace más de 30 años y ha trabajado con Esperanza Aguirre y con Alberto Ruiz-Gallardón. Pero su ascenso a la Presidencia del PP de Madrid tras un congreso que se ha anunciado asambleario supondría una importante dosis de renovación si se tiene en cuenta que tiene que construir un partido que en muchos aspectos sigue siendo cómo lo configuró Aguirre.
Cifuentes y la integración
Cifuentes no tiene en frente un sector crítico potente. Pero sí hay algunos dirigentes que vienen del aguirrismo que temen una purga y demandan integración al nuevo equipo directivo que salga del congreso. De hecho, se quejan de que la presidenta de la Comunidad de Madrid "no ha repartido mucho juego en la gestora".
Hasta la fecha, han sido dos los miembros del PP de Madrid que han criticado abiertamente algunas de las decisiones de la gestora respecto al congreso. Son Íñigo Henríquez de Luna, portavoz adjunto del Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, y Luis Asúa, presidente del PP del distrito de Chamberí. Ambos sostienen que no actúan como enviados de Aguirre pero son afines a ella.
Henríquez de Luna, promotor de una de las enmiendas a favor de primarias en el PP, no tiene intención de rivalizar con Cifuentes pero se queja de que se haya escogido el fin de semana del 18 y 19 de marzo para el cónclave siendo festivo en Madrid el lunes 20.
Luis Asúa, por su parte, ya ha anunciado que sí presentará su candidatura.
Aguirre no ha mostrado, hasta la fecha, cuál es su preferencia. Quienes la conocen consideran que, si hay más de un candidato, apostará por "el más liberal".
En julio de 2015, tras la renuncia de Alberto Fabra, la castellonense Isabel Bonig se puso al frente del PP de la Comunidad Valenciano, otra de las formaciones regionales del PP más salpicadas por los escándalos de corrupción. El PP en el Ayuntamiento de Valencia, que lideró en su día Rita Barberá, está en manos de una gestora y muchos de sus excargos pasaron en el pasado año por el Comité de Derechos y Garantías para rendir cuentas de su relación como la Operación Taula.
El PP de la Comunidad Valenciana: borrar la huella de la corrupción
Bonig es la candidata mejor ubicada para seguir al frente del PP de Valencia con plenos poderes y para llevar a cabo la renovación necesaria "para que el que fue uno de los principales caladeros de votos de los conservadores vuelva a serlo", señala una de las fuentes consultadas. Pero tiene posible rival: José Luis Bayo. Todavía no se ha formalizado ninguna candidatura para un proceso que se celebrará a finales de marzo.
Este mismo viernes, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) dictó sentencia sobre la pieza 3 de la trama Gürtel, la relativa a supuestas irregularidades en contrataciones de la feria Fitur entre los años 2005 y 2009, y condenó a penas de entre 12 y 13 años de prisión a los considerados cabecillas, Francisco Correa, Álvaro Pérez y Pablo Crespo.
Por su parte, Milagrosa Martínez, exconsellera del PP de Turismo y expresidenta de las Corts Valencianas, fue condenada a 9 años de prisión por los delitos de prevaricación, malversación y cohecho pasivo, mientras que para su exjefe de gabinete Rafael Betoret la condena es de seis años de cárcel.
En muchas de las reuniones internas que celebra el PP de Castilla y León, su presidente, Juan Vicente Herrera, dice a sus compañeros que tiene "más pasado que futuro", que ya llega el momento del relevo. Los conservadores no se atreven a asegurar que esta vez vaya a dar un paso atrás, pero suenan los nombres de los alcaldes de León, Antonio Silván, y Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco para sucederle. Este último ha sido ratificado por Rajoy como presidente nacional del Comité de Derechos y Garantías. Y el regidor leonés se ha incorporado al Comité Ejecutivo Nacional por decisión del jefe de los conservadores.
A día de hoy, pocos dirigentes albergan alguna duda sobre el hecho de que María Dolores de Cospedal vaya a presentarse de nuevo para seguir liderando el partido a nivel regional, un hecho que volvería a poner el foco sobre su acumulación de cargos.
Luisa Fernanda Rudi, que ha sido la presidenta del Comité Organizador del XVIII Congreso Nacional del PP, es senadora. Su intención en no concurrir a la reelección al frente del PP de Aragón. Como recambio suenan el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, de confianza de Soraya Sáenz de Santamaría, y el expresidente de la Diputación de Zaragoza, Luis María Beamonte.
Rivales para las islas
La renuncia de José Manuel Soria, exministro de Industria, tras el escándalo de los papeles de Panamá, llevó a que Asier Antona asumiera de forma provisional la presidencia del PP de Canarias. Ahora, los militantes del PP insular tienen que tomar una decisión. Antona dará el paso. Es el favorito de Génova, pero va a tener rivales. Juan José Cardona, exalcalde y portavoz del PP en Gran Canaria; Cristina Tavio, diputada autonómica y expresidenta del PP tinerfeño, y Enrique Hernández Bento, exdelegado del Gobierno.
Este sábado, Rajoy incluyó a Antona en su lista al Comité Ejecutivo Nacional.
El senador José Ramón Bauzá, expresidente de Baleares, anunció que dejaba el liderazgo del PP autonómico cuando perdió las elecciones. Ahora quiere volver a intentarlo en una batalla en la otros dirigentes buscan apoyos a fin de buscar candidaturas alternativas.
La del PP de navarra es, de todas las direcciones regionales del PP, la que más tiempo lleva con una gestora. Su presidente es Pablo Zalba. En las próximas semanas se despejará la duda de si Zalba se pone definitivamente al frente del partido abandonando la interinidad o si otro militante da el paso.
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Xavier García Albiol se prepara para suceder a Alicia Sánchez-Camacho al frente del PP de Cataluña. Y es muy posible que Pedro Sanz (La Rioja) y Ramón Luis Valcárcel (Murcia) cedan el testigo.
En Cantabria (Ignacio Diego), Extremadura (José Antonio Monago) y Asturias (Mercedes Fernández) las fuentes consultadas subrayan que sería una sorpresa que hubiese cambios. Con casi toda probabilidad, Alfonso Alonso llegará como único candidato a presidir el PP vasco que se celebrará en marzo.
Tras estos cónclaves se abrirán los procesos provinciales, donde se espera que la renovación sea mayor.
Llevado por la máxima de que no hay que cambiar lo que funciona, y evitando que se extraigan conclusiones en clave sucesoria, Mariano Rajoyha optado por no tocar el núcleo duro de poder del Partido PopularPartido Popular. El único movimiento ha sido el de dar a Fernando Martínez-Maillo, vicesecretario de Organización y Electoral, el título que de hecho ya venía ejerciendo: el de coordinador del partido. Cerrado el 18 congreso nacional del PP sin sorpresas en las caras de la cúpula, la formación se prepara para procesos similares en las comunidades y en las provincias.