La reforma del Código Penal aprobada por el Congreso que endurece las penas por imprudencias al volante, al incluir como agravantes el exceso de velocidad y el consumo de drogas o alcohol y que vuelve a penalizar las lesiones causadas por estas conductas, además de sancionar el abandono del lugar del accidente, entra en vigor este domingo tras su publicación el sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El texto se asienta sobre tres principales ejes: la introducción de tres supuestos que se van a considerar imprudencia grave por disposición de la ley, el aumento de la punición por este tipo de conductas y la introducción del delito de abandono del lugar del accidente, según informa Europa Press.
La reforma, que entra en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE, recoge las principales reclamaciones de los colectivos implicados en esta iniciativa –víctimas de accidentes y ciclistas–, que pedían que las lesiones volviesen a ser sancionadas, una situación que se había eliminado durante la reforma del Código Penal que el PP realizó en 2015, y que dejó las lesiones para el Código Civil. Esto implica, según han señalado víctimas y ciclistas, al 90% de víctimas por accidente de tráfico. Según el texto aprobado, el conductor que cause lesiones tendrá una pena de multa de tres a doce meses.
Asimismo, con la reforma, se considerará "imprudencia grave" al volante en estos tres supuestos: exceso de velocidad, conducción bajo la influencia del alcohol y bajo influencia de drogas, agravándose así la pena. Hasta ahora, el juez valoraba si la imprudencia había sido grave, menos grave o leve, de acuerdo con las circunstancias concurrentes en el hecho. Con la nueva regulación propuesta, en cualquiera de estos tres supuestos no cabrá margen de interpretación y se considerará imprudencia grave en cualquier caso.
Con respecto al aumento de penas, se amplían las penas de prisión de los 4 años de máximo, como estaba establecido antes, hasta los 6 si se causa un mínimo de dos fallecidos o un fallecido y un lesionado muy grave (lesiones invalidantes) cuando sea por una imprudencia grave. Pero la pena podrá llegar a los 9 años de prisión cuando sean 'muchos' los fallecidos, quedando esto a voluntad del juez.
Según lo aprobado en la Cámara Alta, también se introduce en el Código Penal el delito de abandono del lugar del accidente con una redacción autónoma. En este texto se especifica que el abandono del lugar del accidente, cuando se ha cometido una imprudencia al volante, se sancionará con penas de entre seis meses y cuatro años de cárcel y la retirada del carné de conducir entre uno y cuatro años. En el caso de que la omisión de socorro sea "fortuita", se reducirá la pena a un máximo de seis meses. Hasta ahora, el Código Penal no contemplaba que la huida del lugar de los hechos fuese constitutivo de delito.
La reforma fue impulsada por Anna González, que en enero de 2016 inició una campaña en Change.org para modificar la ley. Tres años antes, su marido, ciclista, fue arrollado por un conductor que se dio a la fuga tras el accidente. La víctima murió en el acto. El conductor fue condenado a dos años de cárcel.
La DGT quiere aprobar la bajada de velocidad a 30 km/h en ciudades
Por otra parte, la Dirección General de Tráfico (DGT) pretende aprobar antes de las elecciones generales del 28 de abril el Real Decreto por el que se modifica el Reglamento General de Circulación, que contempla la reducción genérica de la velocidad máxima en ciudades a 30 km/h. En una entrevista para Europa Press, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha señalado que le "gustaría" que esta medida se aprobara antes del 28-A. Actualmente, el texto se encuentra en el Ministerio de Interior y tiene que pasar por un proceso de consulta con otros Ministerios para después pasar por un trámite de consulta con el Consejo de Estado.
"La diferencia es que ahora es de 50 km/h y excepcionalmente 30 km/h y ahora cambiamos a un modelo en que todas las calles del centro serán de 30 km/h y excepcionalmente de 50 km/h", resume el cambio normativo Navarro, que ha alabado la "revolución silenciosa" que están llevando a cabo distintos ayuntamientos de España en el ámbito de la seguridad vial. "En seguridad vial lo que mata es la velocidad", ha dicho Navarro, pues "agrava las consecuencias de cualquier accidente".
De hecho, la primera medida importante que aprobó la DGT con el Ejecutivo socialista fue la bajada del límite genérico máximo de velocidad en vías convencionales de 100 km/h a 90 km/h, una medida que tradicionalmente habían perseguido otros directores de Tráfico. "Daba la impresión de que probablemente alguien pensaba que bajar la velocidad era perder votos, pero esto es muy antiguo, se ha superado", justifica así Navarro su aprobación en 9 meses de Gobierno.
Según comenta, para que se vea reflejada una reducción de la siniestralidad vial, es necesario también modificar el diseño de la vía e incrementar la vigilancia, aunque reconoce que "se necesita más tiempo".
Precisamente, el anuncio de elecciones ha retrasado la tramitación, según Navarro, de la modificación de la Ley de Tráfico, que recogía en concreto las nuevas sanciones por determinados comportamientos al volante, como el uso del móvil, actualmente penado con 3 puntos menos en el permiso y que se pretende subir a 6. Según el director, en el calendario de la DGT estaba previsto que en el mes de febrero el Consejo de Ministros mandara al Congreso el anteproyecto de Ley para que, después, los partidos lo estudiaran para presentar sus enmiendas.
En terreno político, Navarro no descarta repetir en el cargo, sea quien sea el próximo partido en gobernar, aunque con una condición. "Si es un equipo comprometido, potente y con el cual te puedes entender, me da igual la ideología, si el equipo no lo ves claro, mejor no te metas", ha asegurado, recordando que ya dijo en su día que no volvería como director general de la DGT y sin embargo, aceptó cuando se lo ofreció Pedro Sánchez. "Cuando una política pública emerge con fuerza, como es la movilidad, lo primero que hay que hacer es preocuparse, tener una organización institucional adecuada para hacer frente a esta política", añade.
Más radares donde sean "útiles"
Sobre una mayor vigilancia, se refiere especialmente a los radares, si bien apunta que la DGT no tiene previsto lanzar "grandes planes de expansión de radares pero sí continuar poniendo" en aquellos tramos o lugares donde puedan ser "útiles", pues estas herramientas "son para la seguridad de los conductores".
Pere Navarro también ha confirmado que las cajas con señalización de radar no siempre contienen dentro uno, pues "con solo el cartel de aviso de radar surte efecto", ya que recuerda que el objetivo de la DGT es que la gente aminore la velocidad cuando avista un cartel, y no poner denuncias. Con respecto al margen de error de estos aparatos, motivo de recurso en los tribunales por parte de los denunciados, Navarro no descarta que los radares que se vayan a colocar en las carreteras tengan un porcentaje distinto: "Si hay que dar más margen, se da más margen y no pasa nada, lo que queremos es evitar discusiones evitables".
Preguntado sobre las prioridades del organismo, Navarro tiene claro que sigue siendo reducir la siniestralidad vial. "A veces tengo la impresión de que en este país hemos descontado ya la seguridad vial como problema; nos relajamos, y luego cuatro años seguidos subieron los accidentes, no está esto resuelto", ha explicado.
A esto se suma, según añade, la "fascinación" que se tiene actualmente por las nuevas tecnologías, es decir, el coche conectado, el coche autónomo o el eléctrico, que no "son la prioridad en estos momentos" para la DGT. "Mientras hablamos de este futuro, nos olvidamos del presente, de qué es lo que va a pasar en el mes siguiente, y por esto, durante cuatro años, han aumentado los muertos y los heridos graves", opina. En concreto, dice que la DGT está trabajando en "poner en el centro del debate" los desplazamientos a pie porque "nunca" se habían valorado. "Somos un país de gente mayor, la gente camina, son muchos, votan, con lo cual van a marcar la agenda, estos son los auténticos protagonistas de los desplazamientos a pie", ha expresado.
De hecho, tal importancia da a este colectivo que dice que fue la muerte de una anciana por un usuario de patinete –el primer fallecimiento con patinete implicado en hacerse público– el que marcó "un antes y un después" en la regularización de estos vehículos, dada la "presión" que hubo en Tráfico. "Le entra a la gente mayor miedo de morir atropellada por un accidente que parece que no es una muerte glamurosa", señala.
Legislación urbana
No obstante, insiste en que en ámbito urbano, la DGT actúa únicamente como un "paraguas" para los ayuntamientos, pues son estos los que realmente deciden cómo legislar. De hecho, revela la gran influencia que tienen las grandes urbes sobre medidas como la obligación de que los ciclistas lleven casco: "Para legislar sobre este tema lo primero que hay que hacer es telefonear a Madrid y Barcelona, si te dicen 'queremos que sea obligatorio', pondremos la norma obligatoria".
Con todo ello, no considera que las medidas de determinados ayuntamientos estén criminalizando al vehículocriminalizando. "Contra no se construye nada", manifiesta Navarro, quien insta a "no perder nunca de vista que hay gente que vive en Madrid y trabaja fuera y no tiene alternativa de transporte público". "A veces los discursos son tan apasionados que parece que todo el mundo tiene que dejar el coche, y no", ha apostillado el director, que compara el centro de Madrid con el de Nueva York o Londres, donde "a nadie se le ocurre ir en coche".
Estudio sobre furgonetas
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Aunque dentro de los que sí cogen el coche ha defendido a los de mercancías y furgonetas, de las que sabe "muy poco", a diferencia de camiones y automóviles. Por ello, "la DGT está realizando un estudio sobre el fascinante mundo de la furgoneta" con el objetivo de detectar problemas y soluciones.
Por otro lado, el responsable de Tráfico ha valorado positivamente la reforma del Código Penal que se aprobó el pasado 20 de febrero y comenta que la DGT hablará con Justicia para estudiar el lanzamiento de una campaña conjunta para informar sobre la modificación. "En la DGT cuando cambiamos una norma, hacemos siempre una campaña informativa para explicarla, sorprendentemente en el ámbito penal eso no se hace", justifica.
Finalmente, se ha referido a la sentencia de la Audiencia Nacional que ha anulado la concesión de los cursos de recuperación de puntos del carné. La DGT ya ha presentado el recurso ante el Tribunal Supremo. En caso de no admitirse, Navarro reconoce que se están estudiando otras posibilidades.
La reforma del Código Penal aprobada por el Congreso que endurece las penas por imprudencias al volante, al incluir como agravantes el exceso de velocidad y el consumo de drogas o alcohol y que vuelve a penalizar las lesiones causadas por estas conductas, además de sancionar el abandono del lugar del accidente, entra en vigor este domingo tras su publicación el sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El texto se asienta sobre tres principales ejes: la introducción de tres supuestos que se van a considerar imprudencia grave por disposición de la ley, el aumento de la punición por este tipo de conductas y la introducción del delito de abandono del lugar del accidente, según informa Europa Press.