La derecha toma posiciones después de la investidura fallida de Pedro Sánchez intentando vacunarse contra las presiones para que se abstengan. Si este lunes le tocó a Ciudadanos, una cita en la que Albert Rivera amplió a 50 el número de miembros de su ejecutiva y se ratificó en el ‘no’ al presidente del Gobierno en funciones, el martes es el turno del Partido Popular. La Junta Directiva Nacional es el máximo órgano de la formación conservadora entre congresos y Pablo Casado ha convocado para las 12.00 horas a todos sus integrantes. La cita estuvo en el aire hasta última hora porque la idea del jefe de los conservadores era la de convocarla una vez que estuviese claro el Gobierno de España y cerrados los pactos autonómicos. “Habría sido la mejor forma de encajar todas las piezas, de que todos los cambios y anuncios pudiesen entenderse en un contexto. Pero hay determinadas estructuras que no pueden aguantar de forma interina y se ha optado por que sea ya”, explican fuentes de la dirección.
Así, quienes acudan este martes a la sede nacional del PP lo harán con la idea de que Casado les traslade cómo ve ahora al partido y los planes de futuro; también esperan que señale a los dirigentes que van a ser clave en los próximos meses. “Adopción de acuerdos y nombramientos, si procede”, figuraba de forma literal en la convocatoria de los miembros de la Junta Directiva Nacional.
Casado lleva poco más de un año al frente del PP y en este tiempo ha ido perfilando qué tipo de partido y con qué gente quiere liderarlo. Tras haber marcado claras distancias con la etapa de Mariano Rajoy y sus fieles, Casado ultima ahora, según fuentes conocedoras del proceso, una serie de cambios que también le permitan romper con algunos “peajes” propios de los apoyos que cosechó para ser proclamado presidente del Partido Popular frente a Soraya Sáenz de Santamaría.
infoLibre repasa los asuntos que los dirigentes del PP consultados consideran que su líder debería dejar zanjados este martes.
Portavocías en Congreso y Senado: ¿Qué mensaje quiere lanzar Casado?
El secretario general del Grupo Parlamentario Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, ha venido ejerciendo como portavoz en el Congreso de los Diputados desde que las elecciones generales configuraron el nuevo mapa político.
En el Senado, el cargo lo ha desempeñado Ignacio Cosidó, uno de los principales apoyos de Casado en la etapa precongresual que culminó con él al frente del partido.
La designación de Javier Maroto, vicesecretario de Organización, como senador por Castilla y León –su circunscripción de origen es Álava– ha dejado fuera de la Cámara a Cosidó, muy debilitado por las investigaciones de la operación Kitchen.operación Kitchen
Este movimiento, según quienes conocen bien al presidente del PP deja poco espacio para la duda y Maroto está llamado a ser el próximo portavoz en la Cámara Baja. Igual que le ocurrió al secretario general, Teodoro García Egea, el exalcalde de Vitoria fue blanco de muchas críticas internas en el PP por el proceso de elaboración de las listas y por la campaña electoral de las generales, donde el partido se dio un sonoro batacazo –de 137 a 66 escaños–, pero su nombramiento como portavoz parlamentario en el Senado, señalan las fuentes, no puede entenderse como una degradación. Porque los portavoces del PP en ambas Cámaras tienen garantizado un asiento en el Comité de Dirección del PP, el núcleo duro de poder de la formación que celebra semanalmente reuniones presididas por el líder.
Más debate interno lleva semanas generando quién es el perfil más adecuado para ser la voz del partido en el Congreso. Cuando Pablo Casado fichó a Cayetana Álvarez de Toledo como número uno por Barcelona saltaron todo tipo de alarmas en algunos sectores conservadores. Porque empezaron a temerse lo peor para un partido que esas voces consideraban que se equivocaba virando a la derecha: que el jefe fuese a apostar por ella como futura portavoz en el Congreso. La cúpula del PP sabe, porque algunos barones se lo han trasladado por varias vías, que su fichaje no despertaría unanimidad. Pero, pese a esas resistencias internas, Álvarez de Toledo siempre ha tenido serias opciones de ostentar el cargo.
Casado tiene la última palabra y, salvo sorpresas de última hora, este martes el PP dejará de tener un portavoz provisional en el Congreso. A finales de la semana pasada, desde la dirección nacional del partido llegó a no darse por cerrado que en esta Junta Directiva Nacional fuesen a hacerse cambios, pero todas las fuentes consultadas este lunes por infoLibre daban por hecho que un órgano tan relevante no se convoca “vacío de contenido”.
El líder del PP no sólo ha escuchado a algunos barones decir que Álvarez de Toledo sería el perfil menos idóneo para un partido que sabe que siempre que ha tenido grandes mayorías las ha logrado al ensanchar su base electoral por el centro. También hay gente de su entorno más cercano que le ha pedido una reflexión, sobre todo en un momento en el que hasta él mismo exhibe un perfil más moderado que Rivera.
“Tras las generales quizá podría no haberse atrevido, pero ahora, tras los pactos autonómicos, Casado siente que su liderazgo no está tocado y puede permitirse lanzar algunos mensajes en clave interna”, señala un parlamentario que le conoce muy bien.
Así, si el jefe de los conservadores apuesta por Álvarez de Toledo, no sólo estará apostando por un perfil duro que, en ocasiones, podría ir más allá de las directrices del partido, también lanzará a los barones el mensaje de que a él no le afectan las presiones.
Los detractores de la número uno del PP por Barcelona tienen otra candidata: Cuca Gamarra. vicesecretaria de Política Social del Partido Popular, un perfil que cobró mucho protagonismo en la campaña de las elecciones municipales y autonómicas. Y que este mismo lunes intentaba evitar dar pistas de lo que puede suceder en la Junta Directiva: "Esas cosas sólo las conoce nuestro presidente; yo desconozco lo que va a plantear", aseguró en una entrevista concedida a Onda Cero.
¿Qué pasa con el Comité de Dirección?
Junto a Casado, García Egea, Maroto y los diferentes portavoces parlamentarios (Congreso, Senado y Parlamento Europeo) el núcleo del Comité de Dirección del PP ha estado integrado en esta etapa por Vicente Tirado (Vicesecretario de Política Autonómica y Local), Marta González (Comunicación), Isabel García Tejerina (Sectorial), Cuca Gamarra (Política Social) y Andrea Levy (Estudios y Programas). Pero a estas reuniones se han sumado también en ocasiones el presidente de la Fundación Concordia y Libertad, Adolfo Suárez Illana; el jefe de gabinete de Casado, Javier Fernández-Lasquetty; el presidente del Comité Electoral, Juan Ignacio Zoido; o el secretario de política local, Antonio González Terol, entre otros.
Pese a que a Casado no le ha ido del todo mal en las municipales y autonómicas gracias a los pactos con Ciudadanos y Vox, hay en el PP un amplio sector que considera que en tiempos como el actual lo mejor es el “reparto de juego” y no la acumulación de cargos. Con esta premisa, Maroto podría pasar a centrarse solo en el Senado y Levy en el Ayuntamiento de Madrid, donde es concejal de Cultura, Turismo y Deporte del equipo de José Luis Martínez-Almeida.
Otros cambios podrían venir por la vía de dar peso a territorios clave en la estructura del partido a partir de los resultados del 26M como Castilla y León, Madrid o Murcia. Es decir, de premiar con presencia orgánica a cargos de las formaciones regionales. Y, también, por la de poner en marcha nuevas estrategias de Comunicación. En este punto, la gallega Marta González podría ser destinada a otro tipo de competencias. En el partido siempre se ha comentado que González es la cuota del presidente Alberto Núñez Feijóo en la dirección nacional del partido. No es ningún secreto que las relaciones entre éste y Génova no son las mejores.
Y si se trata de ir ajustando la dirección a la nueva etapa, también podrían salir del núcleo duro de poder Vicente Tirado y el eurodiputado y exministro del Interior Juan Ignacio Zoido. Ambos son considerados cuota de la exsecretaria general, María Dolores de Cospedal, ya fuera de la política. La exministra de Defensa se decantó por Casado cuando fue eliminada en la primera fase de las primarias.
Estos nombres darían paso a otros y en las quinielas ya son fijos la presidenta del PP de Navarra, Ana Beltrán, el exalcalde de Boadilla del Monte (Madrid), Antonio González Terol o el diputado Guillermo Mariscal.
¿Habrá más cambios internos?
Gran parte de las críticas internas que ha recibido Casado desde que llegó al PP tienen su origen en el grupo de asesores del que se rodeó: muy vinculados con el aznarismo y con Faes, la fundación del expresidente. En definitiva, perfiles que habían sido muy críticos con la etapa de Mariano Rajoy al frente del PP y del Gobierno. Entre estos nombres están, como jefe de gabinete, Javier Fernández-Lasquetty, exconsejero de Sanidad de Esperanza Aguirre, e Isabel Benjumea, mano derecha de Lasquetty. Excolaboradora de Faes, Benjumea fue integrante destacada de la red Floridablanca, una organización que se caracterizó por sus dardos contra Rajoy. Hay en el PP quienes creen que Casado debería aprovechar este momento para introducir cambios en su gabinete dando entrada a perfiles más plurales, una opinión contraria a los que piensan que debe aprovechar para hacer el partido "a su medida" que empezó a construir con las listas a las elecciones generales.
Ver másCasado hace un PP a su medida y apuesta por Álvarez de Toledo para el Congreso pese a las voces en contra
¿El ‘no’ a Sánchez es definitivo?
Tras el fracaso de la investidura de Pedro Sánchez la semana pasada, Casado sabe que su partido va a tener que afrontar algunas presiones del Partido Socialista demandando una abstención por “responsabilidad” o por “sentido de Estado”. La postura de la dirección nacional al respecto es muy clara: “no”. El PP, mantienen, no puede permitir un Gobierno que de un lado se presenta como vacuna contra la derecha y, de otro, “cierra un pacto” para gobernar en Navarra “gracias al apoyo de Bildu”. Y eso, insisten, tiene que quedar muy claro y defenderse sin fisuras en todo el partido.
Pese a que la dirección nacional ha sido muy clara en que no sólo no facilitará un Gobierno de Sánchez, sino que lo impedirá, otras voces dentro de la formación se han mostrado partidarias de “escuchar la oferta que Sánchez quiera hacer para conseguir la abstención del PP”. En Génova prefieren no hablar de discrepancias y aseguran que la opinión del partido al respecto es unánime, pero no descartan que el presidente del partido haga este martes un pronunciamiento rotundo al respecto.
La derecha toma posiciones después de la investidura fallida de Pedro Sánchez intentando vacunarse contra las presiones para que se abstengan. Si este lunes le tocó a Ciudadanos, una cita en la que Albert Rivera amplió a 50 el número de miembros de su ejecutiva y se ratificó en el ‘no’ al presidente del Gobierno en funciones, el martes es el turno del Partido Popular. La Junta Directiva Nacional es el máximo órgano de la formación conservadora entre congresos y Pablo Casado ha convocado para las 12.00 horas a todos sus integrantes. La cita estuvo en el aire hasta última hora porque la idea del jefe de los conservadores era la de convocarla una vez que estuviese claro el Gobierno de España y cerrados los pactos autonómicos. “Habría sido la mejor forma de encajar todas las piezas, de que todos los cambios y anuncios pudiesen entenderse en un contexto. Pero hay determinadas estructuras que no pueden aguantar de forma interina y se ha optado por que sea ya”, explican fuentes de la dirección.