Rita Maestre (Madrid, 1988) quiere ser la próxima alcaldesa de Madrid. Tras ser la portavoz del gobierno durante la etapa de Manuela Carmena en el consistorio y la líder de la oposición estos últimos cuatro años, Maestre asegura que la victoria en la capital se jugará "por pocos miles de votos". "Es más Almeida o Más Madrid", repite como lema de campaña. La madrileña quiere coger "el testigo" del gobierno de Carmena y "llevarlo más allá" al tiempo que reconoce que su formación no podrá hacerlo en solitario y que tendrá que buscar alianzas con el PSOE y también con Podemos e Izquierda Unida, si logran entrar en el consistorio. Maestre muestra sus simpatías por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y por el proyecto que ha puesto en marcha, Sumar, y espera que la gallega haga campaña por su fuerza política el próximo festivo del 15 de mayo, día de San Isidro.
A escasos días de que se celebren las elecciones municipales ¿puede realmente la izquierda ganar Madrid?
Como en 2019 y como en 2015. Hay la misma diferencia demoscópica y política entre los dos grandes bloques y los dos grandes partidos, que son el Partido Popular y Más Madrid. Vamos a repetir en 2023 la misma batalla municipal. Esta vez, y espero que como en 2015, la movilización de muchos vecinos, de muchos barrios del sur, de muchos jóvenes, de muchos votantes progresistas, consiga, por esos pocos miles de votos, volver a cambiar el gobierno de Cibeles.
Respecto a la movilización. ¿Está el electorado movilizado de cara a estas elecciones o tiene la impresión de que muchos ciudadanos han concluido que tampoco hay mucho que hacer?
Siempre hay un intento claro de quien gobierna de trasladar la idea de que no hay nada que hacer, pero las encuestas son muy claras y tienen una tendencia muy contrastada. Y es que en el Ayuntamiento esa posibilidad existe, hay unos pocos miles de votos que, básicamente, tienen que ir a Más Madrid. Es más Almeida o es Más Madrid, no hay más opciones en este momento. Hemos sido los que hemos estado a la cabeza de la oposición durante estos cuatro años en Madrid y también a la cabeza de una alternativa de gobierno. Es importantísimo que nadie se piense que la batalla está perdida, igual que fue importantísimo, para mal, que mucha gente en 2019 pensase que la batalla estaba ganada. Por tanto, había poco incentivo para ir a votar.
Mucha gente en 2019 pensó que la batalla estaba ganada, hubo una confianza excesiva en que Carmena iba a ganar
¿Se confiaron en 2019?
Sí, yo creo que hubo una confianza excesiva. Y que mucha gente pensó: si Manuela va a seguir, va a ganar. Y ganó. Pero nos faltaron votos de bloque para mantener ese gobierno. Entonces creo que es muy importante que esa confianza, pero a la inversa, no exista ahora, que sepamos que esos pocos miles de votos están ahí, que son la diferencia entre mantener el gobierno de Almeida o cambiarlo.
Su formación política gobernó entre 2015 y 2019, pero en términos históricos parece casi un paréntesis, mientras que el Partido Popular ha gobernado 30 años. ¿Por qué? ¿Es sociológicamente Madrid de derechas?
No, Madrid es sociológicamente una ciudad muy abierta, progresista, muy libre en el buen sentido de la palabra, una ciudad donde la gente viene a desarrollar sus proyectos y su vida como la capital europea y mundial que es. Como pasa en otros territorios, sufre las consecuencias sociológicas de tener durante décadas el mismo gobierno del mismo partido. Eso, por una parte, genera algunas inercias y marcos políticos y, por otra, una estructura de poder económico, de recursos materiales y de la manera en la que los gobiernos ordenan la vida pública. Pero la única forma de alterar esa estructura, que se reproduce sistemáticamente, es hacerlo votando.
¿Cuáles diría que son los dos o tres grandes problemas de Madrid?
La desigualdad y la vivienda. Madrid es una ciudad que genera mucha riqueza pero la distribuye de forma desigual. El papel de los gobiernos y de las administraciones, es fundamental para garantizar que tus oportunidades, tus carreras profesionales, tus trabajos, tus empresas, tu desarrollo, no dependan del código postal del barrio en el que vives. En Madrid estamos muy lejos de conseguirlo. El segundo gran desafío que tiene la ciudad es la vivienda, que ha perdido 50.000 habitantes en los últimos dos años y ahora mismo expulsa población porque no es capaz de mantenerla dentro, porque es muy difícil pagarse una casa, sea con una alquiler o con una hipoteca. Ese me parece que es el desafío más importante que tiene Madrid.
¿Y qué funciona bien en Madrid? Porque la propia Ayuso dice que es una ciudad en la que se sufre mucho, pero que luego se compensa con una cerveza en una terraza. ¿Cuál es el sentido de orgullo, de ilusión por Madrid que representa Más Madrid?
El PP utiliza un discurso sobre la sociología madrileña que lo que te dice que tú eres una especie de superviviente, el más duro de tu pueblo, de tu provincia, de tu país y sobrevives en esta jungla de asfalto. Y si tienes que darle un codazo al de al lado, se lo das porque la libertad es que cada uno haga lo que quiera independientemente de que estés en sociedad. Y eso genera esa imagen y ese relato de una ciudad y una región de ganadores. Desde luego no tiene nada que ver con la realidad. Entiendo que ese discurso tenga facilidad de entrada porque te dice a ti que tú lo estás haciendo bien y que eres el mejor de todos. Nosotros tenemos un discurso contrario y además creo que es un discurso que te explica mucho mejor lo que es la ciudad de Madrid, que es muchísimo más abierta, cuidadosa, empática, amable que esa jungla de cristal.
¿Y qué funciona bien en la ciudad de Madrid?
Funcionan bien, cuando hay, los servicios públicos, los colegios, las escuelas infantiles, el metro o los autobuses cuando hay trabajadores para sacar adelante los servicios y cuando hay recursos. Esa es una de las patas del bienestar que se ha ido mermando durante los últimos años claramente con políticas tanto privatizadoras como recortadoras del presupuesto, pero que tiene una base muy sólida en la que además todos los madrileños confiamos y nos apoyamos.
Si el 28M le dan los números para gobernar, ¿cuál sería la primera medida que implementaría y qué tres son imprescindibles en su programa electoral?
Empezaríamos con una que es simbólica y materialmente muy importante, que es desmontar el puente de Vallecas, ese puente gigantesco por el que pasan cada día 170.000 coches llenando de humo a los vecinos. Es una forma de mejorar la vida de sus vecinos pero también ese tipo de políticas y de obras que me interesan.
También vamos a poner en marcha un plan de choque contra las viviendas turísticas ilegales. El 99% de las viviendas turísticas que hoy operan en Madrid son ilegales, las propias normas de Ayuntamiento no se cumplen y eso tiene como efecto la expulsión de los vecinos del centro y el aumento de los precios de la vivienda. Por tanto, podemos empezar rápidamente con un plan de choque para controlar las viviendas de uso turístico.
Tenemos que poner en marcha también medidas para que los colegios madrileños no sean lugares donde los niños y las niñas se achicharran desde que comienza ya la primavera. Mandamos a nuestros hijos a lugares a los que nosotros no iríamos a trabajar porque nadie se metería normalmente en un espacio enterrado sin aire acondicionado, sin ninguna forma de refrigeración durante toda su jornada laboral. Así que otra medida sería acondicionar los espacios escolares y las aulas de los colegios para que los niños de Madrid estén en las mismas condiciones de confort que los adultos de la ciudad de Madrid. Otra sería hacer un plan de choque de limpieza, un problema que Almeida no ha conseguido solucionar. No funciona en el modelo Almeida y por lo tanto tenemos que cambiarlo.
Dice que no se está cumpliendo la normativa de vivienda, ¿por qué motivo?
Almeida ha reducido de 40 a 10 las personas que tienen la capacidad de controlar e inspeccionar el cumplimiento de esa norma. En las viviendas turísticas pasa algo tan absurdo como si una persona montara un bar y nadie pasara por allí a pedirle su licencia o a comprobar que le permite cocinar, o que nadie midiese los metros que hay entre la puerta de emergencia y la de salida. Y por tanto hay que hacer algo tan básico como que se cumpla la ley y para eso reforzar esos controles que Almeida ha reducido.
¿Cree que Más Madrid puede conseguir los mismos resultados que tuvo Carmena o incluso mejorarlos o la figura de Manuela Carmena es imbatible e irrepetible?
Desde luego que es irrepetible, sí. Pero los resultados son perfectamente asumibles y los posponemos como un reto que conseguir. Fueron unos resultados extraordinarios que ninguna otra alcaldesa ni fuerza política homologable consiguió jamás, por lo tanto soy consciente de que es un reto amplio, largo, pero vamos a por ello. No lo podemos hacer solos, pero tenemos que poner una parte importante de esos votos porque tenemos la responsabilidad de liderar. Hemos trabajado en esa línea durante los cuatro años pasados y creo que en estas elecciones lo vamos a demostrar. Llegamos ya al momento de evaluación y creo que las expectativas son muy buenas.
La figura de Carmena es irrepetible, pero es asumible sacar los resultados de 2019
Dicen que no lo pueden hacer solos y la pregunta es ¿con quién lo harán? Siempre se dice que la división de la izquierda perjudica a las expectativas electorales. No es una regla absoluta, pero hay muchísimos ejemplos. ¿qué ha pasado en la ciudad de Madrid para que la izquierda vaya en tres candidaturas o, si se quiere contar a Recupera Madrid, en cuatro?
Lo que ha pasado en Madrid es que estamos a pocos miles de votos de ganar la alcaldía de Madrid y estoy convencida de que no estaríamos en ese escenario electoral si yo me hubiera pasado los últimos cuatro años hablando de coaliciones, listas o siglas. Todos somos conscientes del ruido que se genera en torno a los partidos. Y a mí no me produce entusiasmo ir a votar si hay discusiones o descalificaciones de "ponme aquí" o "ponme allá".
Creo que se consiguen buenos resultados como fuerza y como bloque cuando tenemos la capacidad de representar un proyecto, ser creíbles e ilusionar con las cosas. Es lo que nos permite hoy estar en disposición de disputar la alcaldía a Almeida. No estaría tan débil, no estaría preocupado y con sus concejales y escaños bailando en la línea de si suma o no suma, si yo estuviera hablando de lo que pasa en Congreso de los Diputados o de cómo se hace una lista. Por tanto, creo que la decisión ha sido correcta, que nos permite llegar a donde estamos con las posibilidades reales de cambiar la alcaldía de Madrid.
¿Y no cree que se puede generar desafección si va Podemos e IU van por separado? En 2015 fueron juntos y funcionó, lograron gobernar. ¿Por qué ha sido tan difícil?
Lo cierto es que en 2015 hubo dos candidaturas de izquierda, una de las cuales llegó al 3,5% de los votos, si no recuerdo mal. Por lo tanto, creo que ese escenario de unidad no se ha producido nunca. Creo también que tenemos el derecho de defender espacios políticos que son distintos y legítimamente distintos. Más Madrid es una fuerza política progresista, madrileña, transversal, verde, feminista, que tiene su espacio político propio, que es un espacio que ha gobernado la ciudad de Madrid y que quiere volver a gobernarla, que tiene un tipo particular y específico de hacer política. Por tanto, tenemos el derecho de defenderlo.
De la misma manera que nadie espera que el PSOE se vaya a aliar con el resto para las elecciones, ¿por qué nosotros sí? El PSOE tiene sus ideas, sus idas y venidas y sus discusiones internas, pero es un espacio político definido, que todos entendemos que no tiene por qué juntarse con nadie más. Yo le quiero dar a Más Madrid la misma legitimidad, la misma credibilidad, el mismo espacio político autónomo con el que nos presentamos a las elecciones y con el que llegar a acuerdos al día siguiente de las elecciones.
No tendríamos opciones de ganar Almeida si los últimos cuatro años hubiéramos estado hablando de coaliciones, listas o siglas
¿Pero considera que hay grandes diferencias ideológicas de fondo entre la opción que usted representa y Podemos e Izquierda Unida?
Yo, desde luego, entiendo que sí, esa es la razón por la que creo que Más Madrid tiene un espacio político diferente y propio. No llevamos esa mochila histórica que sí tienen otros partidos, que son muy legítimos, pero no es la nuestra. Y creo que podemos ser más movilizadores con la dinámica actual.
La carrera de Rita Maestre, ¿empieza y acaba en el ámbito municipal o cree que que podría explorar en un futuro algo más allá?
A mí me basta y me sobra con Madrid. Mucha gente minusvalora o desprecia la gestión municipal, que tiene cosas pequeñas y tiene cosas grandes, y las cosas pequeñas son muy importantes. Las escuelas infantiles son importantes, que haya árboles en el calle o que no los haya es muy importante. Y, más aún, habla mucho de desigualdad, porque hay varios barrios de la ciudad de Madrid donde hay un árbol cada metro y hay otros varios barrios donde la mitad de las calles no usan árboles. Así que las cosas pequeñas, o las cosas que se perciben como pequeñas, probablemente desde la tribuna del Congreso de los Diputados, son fundamentales en la calidad de vida y para trabajar contra la desigualdad.
A mí me basta y me sobra con Madrid
Aunque sé que está centrada en el ámbito municipal, supongo que también ha visto cómo se ha desarrollado esta legislatura, con la primera coalición de la historia en el Gobierno central. ¿Qué Ministerio cree que ha hecho un mejor trabajo esta legislatura y cuál cree que ha estado más desaprovechado o no ha hecho un buen trabajo?
El Ministerio de Trabajo ha dado ejemplos sobrados de una combinación de audacia y de eficacia. De ponerse retos y metas que parecían muy difíciles, como la subida del SMI y la reforma laboral, el estatuto del artista, el estatuto del becario, reformas que estaban pendientes desde hace mucho tiempo, que parecían muy lejanas y que se han conseguido con audacia y eficacia.
¿Y qué Ministerio se ha quedado corto?
Desde luego creo que el problema de la vivienda no se ha abordado de la manera más correcta y el Gobierno llega tarde. La discusión entre los socios ha posibilitado que el problema de la vivienda se haya ido acumulando, especialmente en las ciudades grandes, de forma que ahora tenemos un calentamiento de precios de mercado, de falta de oferta y de mucha demanda. Promesas a cinco años vista no nos valen.
El Ministerio de Transportes, entonces. Culpa compartida entre Ábalos y Raquel Sánchez.
Sí, no me parece que hayan sido particularmente eficaces en esta cuestión.
Acaba de incorporarse de su maternidad. ¿En política es posible conciliar?
Sí, es posible conciliar, pero por lo general, el 99% de las mujeres y de los hombres hoy en día lo consiguen haciendo malabares. Yo lo estoy haciendo apoyándome en la red familiar, en quien me puede echar un cable, en los abuelos, yendo a casa un rato para darle de comer a mi hija, volviendo a irme al trabajo, acercándome a un acto, llevándomela a una entrevista por la tarde. Desde luego estamos muy lejos de que la conciliación sea una realidad. No solo en política. Yo puedo llevar a mi hija un rato a una entrevista, pero en casi ninguna profesión se puede hacer esto. Tenemos que repartir mejor los cuidados y que los hombres se hagan más cargo de esa parte, pero también distribuir de forma más flexible lo laboral para que sea posible.
Ha mencionado en un par de ocasiones el asunto de las escuelas infantiles, de las guarderías. ¿Cómo está eso? ¿Usted llevaría a su hija a una guardería privada?
Como el 90% de las mujeres madrileñas que se quedan sin plaza en la pública, en Madrid cuesta 500 euros una plaza de una escuela infantil privada. Creo que es la pata pendiente del Estado del Bienestar, la que permite la incorporación completa de las mujeres al trabajo. Hay que dedicarle mucha inversión y mucha voluntad política. Con el gobierno de Manuela Carmena construimos 15 escuelas infantiles, yo me he puesto como objetivo que en los próximos ocho años haya una en cada barrio de la ciudad.
Recientemente usted ha recibido algunas críticas por un vídeo en el que explicaba una anécdota de su boda en Las Vegas. ¿Por qué cree que ha podido sentar tan mal a un sector de la izquierda?
No se valora igual a las mujeres en la esfera pública y en la privada. Parece que molesta aquello que se percibe como femenino, se interpreta como ñoño o como cursi. Me dicen que tengo voz de pito. No, tengo voz de chica. No tengo que pedir perdón por mi voz. Pero igual lo que pasa es que estamos poco acostumbrados a que los tonos de voz sean distintos dentro de una campaña electoral, en un parlamento o en una tertulia. Eso deja ver un machismo y una condescendencia que, francamente, cuando estamos en elecciones se interpreta en términos partidistas, aunque a estas alturas de la vida me molesta más bien poco. Un conjunto de tuiteros no me va a decir cómo me visto, cómo me maquillo, si le gusta o no cómo hablo o mi tono de voz. Pueden acostumbrarse a ello.
Parece que molesta aquello que se percibe como femenino, se interpreta como ñoño o como cursi
El Madrid de Rita Maestre
¿El mejor lugar para una puesta de sol? El parque de la Cuña Verde en Latina.
¿El mejor lugar para perderse en mitad de la ciudad? Callao.
¿El mejor lugar para ir a correr o practicar deporte? No es muy lo mío, pero diría el parque Juan Carlos I.
¿El mejor lugar para tener una cita? Los jardines del Príncipe de Anglona.
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¿El mejor lugar para estar de fiesta toda la noche? Hace demasiado tiempo que no salgo de fiesta.
¿El mejor lugar para ir a leer un libro? El parque del Cerro del Tío Pío.
¿El mejor lugar para grabar un TikTok? El metro de Madrid.
Rita Maestre (Madrid, 1988) quiere ser la próxima alcaldesa de Madrid. Tras ser la portavoz del gobierno durante la etapa de Manuela Carmena en el consistorio y la líder de la oposición estos últimos cuatro años, Maestre asegura que la victoria en la capital se jugará "por pocos miles de votos". "Es más Almeida o Más Madrid", repite como lema de campaña. La madrileña quiere coger "el testigo" del gobierno de Carmena y "llevarlo más allá" al tiempo que reconoce que su formación no podrá hacerlo en solitario y que tendrá que buscar alianzas con el PSOE y también con Podemos e Izquierda Unida, si logran entrar en el consistorio. Maestre muestra sus simpatías por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y por el proyecto que ha puesto en marcha, Sumar, y espera que la gallega haga campaña por su fuerza política el próximo festivo del 15 de mayo, día de San Isidro.