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Salvador Illa: "Madrid requería una actuación muy contundente, no ha habido ni la determinación ni la prontitud necesarias"

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Daniel Basteiro | Yolanda González

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, recibe a infoLibre en su despacho del madrileño Paseo del Prado. Unas dependencias con las ventanas abiertas para mantener la ventilación obligada en época de covid-19. Sobre su mesa no falta el gel hidroalcóholico. Como norma general, usa mascarilla quirúrgica, salvo en algunos actos de partido, cuando se pone una roja, color que le gusta "por muchas razones". Cuenta que se lava las manos, como mínimo, cinco veces al día. Sus últimos meses, no lo niega, han sido duros. Pero asegura que nunca ha pensado tirar la toalla. Es miércoles 7 de octubre. Todavía no se conoce el auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que no avala las medidas adoptadas hace una semana para Madrid. Ni que, horas después, el Consejo de Ministros iba a decretar el estado de alarma en la región gobernada por Isabel Díaz Ayuso. Por esta circunstancia, esta entrevista fue actualizada este mismo viernes por la tarde, después de que el titular de Sanidad ofreciera una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa acompañado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para explicar la decisión.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el que se ha decretado el estado de alarma para Madrid dijo usted que "no hay peor ciego que el que no quiere ver". ¿Cree que hay una motivación política tras la negativa de Ayuso a tomar las medidas necesarias?

Lo ignoro. Lo que sí que sé es que no se ha actuado ni con la determinación ni con la prontitud necesarias para atajar la situación en Madrid. Y por eso el Gobierno ha tenido que hacer lo que ha hecho esta mañana [en alusión al viernes].

¿Cuál hubiera sido la evolución del virus en Madrid si se hubieran puesto en marcha las medidas anunciadas por el Gobierno de Madrid o se hubieran mantenido las que ya había?

Eso no lo podemos saber. Pero la opinión de nuestros técnicos es que la situación de Madrid requiere una actuación muy contundente, más contundente que la que proponía la comunidad autónoma de Madrid. Por eso, hicimos las recomendaciones que luego se convirtieron en un acuerdo de la Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y que hoy [por este viernes] han tenido la cobertura jurídica plena con el decreto de estado de alarma. Basta ver las medidas que están tomando otras capitales europeas para ver quién se acerca más a lo que es razonable de acuerdo con las recomendaciones internacionales en estos momentos.

¿Las medidas que se han tomado en otras capitales europeas dejan, de alguna manera, en evidencia la insuficiencia de las de Ayuso o que no se estaban haciendo las cosas bien?

Yo me guío por constataciones. Lo que constato en que en otros sitios se actúa mucho antes y con más contundencia. Y eso me parece suficientemente clarificador y revelador.

¿Cree que el comportamiento de Ayuso ha sido desleal?

No voy a entrar en valoraciones de este tipo. Nosotros hemos actuado siempre guiados por el objetivo de proteger la salud de los madrileños y los españoles y lo que queremos es que estemos juntos guiados por este objetivo.

¿Qué cree usted que piensan los ciudadanos tras los desencuentros evidenciados este viernes? ¿Cree que desde la política se ha dado un mal ejemplo?

Lo que puedo decir es que el Gobierno de España ha actuado siempre con coherencia, con lealtad institucional, buscando la cooperación y la colaboración, ahora sí, defendiendo la salud de los madrileños y los españoles. Y cuando ha tenido que actuar ha actuado y así lo seguiremos haciendo.

¿Y Madrid no ha hecho eso?

Yo digo lo que digo. Ya se entiende.

¿Han estado huérfanos de responsables políticos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid?

Yo no diría esto en este sentido. El Gobierno siempre ha estado atento a lo que ocurría y cuando ha tenido que actuar, ha actuado el Gobierno de España.

Se tardará en conocer el efecto de las medidas que se han puesto en marcha. ¿Está el Gobierno preparado y listo para mantenerlas más allá de estos 15 días, si es necesario?

Pensamos que con esos quince días, más los seis que ya llevamos, tendremos un horizonte de 21 días que permiten estabilizar la curva. Y pensamos que a partir de aquí con la legislación ordinaria, la ley de 1986 de salud pública, se tiene el amparo legal necesario para tomar las medidas que corresponda en aquella fase para seguir doblegando la curva. Ahora, vamos a ver cómo evolucionan las cosas.

¿Se arrepiente de no haber actuado un poquito antes, visto lo visto y la actitud y disposición de Madrid?

No. Creo que hemos hecho lo que teníamos que hacer. Nuestro deber era buscar siempre un espacio de cooperación, intentar ir juntos y cuando no ha sido posible hemos actuado.

El 4 de julio se publicó una entrevista que concedió después del confinamiento. El titular era el siguiente: "Quizás pecamos de arrogancia con el virus. Todos llegamos tarde". Ahora estamos en plena segunda ola, con medidas restrictivas en Madrid y en otros sitios importantes de España y usted asegura día sí, día también, que vienen semanas duras, por ejemplo, en Madrid. ¿De qué pecamos o de qué pecaron los que gestionan la pandemia en esta segunda ola?se publicó una entrevista que concedió después del confinamiento

Respecto al titular de la entrevista, me ratifico en él. Esto nos cogió por sorpresa a todos los países del mundo y, efectivamente, todos reaccionamos lo antes que pudimos. Pero si esto nos volviera a pasar, haríamos las cosas distintas. Hemos aprendido y todo esto ha sido y está siendo una lección de humildad para todos. Esta segunda ola es muy distinta, afortunadamente, a la que vivimos en marzo y abril. Entonces detectábamos en España un 10% de los casos. Ahora pensamos que estamos detectando entre un 60 y un 80%, según nos dicen los técnicos. Las próximas oleadas del estudio de seroprevalencia nos van a delimitar el alcance de la epidemia. La presión asistencial es muy distinta. Cuatro de cada diez casos que detectamos son asintomáticos, la edad media es también mucho más baja... Es una ola distinta la que está viviendo toda Europa y nos indica, nos recuerda, que el virus está ahí y que hasta que no lo derrotemos definitivamente, que va a ser con una vacuna eficaz o con un tratamiento efectivo, hemos de convivir con él y no nos podemos ni relajar ni despistar. Yo creo que el trabajo que se ha hecho por parte de las comunidades autónomas es, en términos generales, correcto.

Entonces, ¿en España no se está gestionando ni mal ni peor que en otros países la pandemia en términos generales?

No quiero ser pretencioso. A mí me gusta muy poco objetivar y valorar la gestión, en este caso, del conjunto del sistema. Estamos en un marco inestable, las cosas cambian con rapidez, el virus no está derrotado. Unas comunidades autónomas presentaban datos malos en la segunda quincena de julio, por ejemplo Aragón y Cataluña, y ahora los presentan mejores. Y otras comunidades autónomas, pues los presentan peores. A mí me han puesto como ejemplo de buenísima gestión algunos países que al cabo de un mes y medio resulta que han tenido que habilitar el confinamiento. Yo creo que todos hemos de ser muy humildes. Aquí no hemos hecho las cosas ni muchísimo mejor que otros países, ni muchísimo peor que otros países. Hemos reaccionado con un sistema nacional de salud potente, que tiene recorrido de mejora, que está gestionado en el marco de un Estado compuesto, que con carácter general ha funcionado relativamente bien y, sobre todo, con un conjunto de profesionales muy, muy, muy comprometidos cuyo trabajo no me cansaré nunca de agradecer y reconocer.

¿Por qué hasta la semana pasada no se redactó una guía de qué hacer y en base a qué criterios en poblaciones de más de 100.000 habitantes? ¿Por qué no se redactaron normas vinculantes sobre asuntos capitales, como el número de rastreadores? ¿No ha faltado un marco estatal más claro o más tajante para evitar que después se cayera en la confrontación política, en las acusaciones de trajes a medida, por ejemplo para Madrid?

Yo no lo creo. Cuando se tuvieron que adoptar medidas muy tajantes, pues se adoptó quizás la más tajante que se podía adoptar, que era decretar el estado de alarma. Eso sí, con un respeto escrupuloso a los procedimientos y con peticiones quincenales por parte del presidente del Gobierno de renovar en el Congreso la autorización. Y se adoptó y se decretaron medidas muy drásticas y sin precedentes en nuestro país. Cuando conseguimos doblegar la curva y bajar incidencias de en torno a 20 casos por 100.000 habitantes, respetamos el marco competencial y devolvimos las competencias de las comunidades autónomas. Pero no es verdad que no hayamos tomado medidas. Fíjese usted que el 16 de junio se aprobó, por todos, un plan de respuesta temprana que fija los escenarios, los indicadores epidemiológicos. El 14 de agosto adoptamos la primera acción coordinada en salud pública. Por unanimidad. Nunca se habían adoptado en España. Hemos hecho ya cuatro. En aquel entonces decidimos prohibir fumar si no se respetaba una distancia de dos metros y sobre todo cerrar el ocio nocturno. Y esto fue adoptado por unanimidad y es una decisión vinculante.

¿Y no hay que revisar el marco competencial para evitar incluso litigiosidad en los tribunales?

Esto es legítimo, esto es un Estado de derecho...

¿No está siendo España mucho más laxa que otros países con menor incidencia del virus? Le pongo un par ejemplos. En París se han cerrado todos los bares con incidencia mucho menor a la de Madrid, y en Nueva York sólo se permitió comer dentro de restaurantes a partir del 30 de septiembre, tras meses cerrados?

Creo que no. Aquí hemos tenido en la primera ola unas medidas muy, muy estrictas que fueron muy ejemplarmente seguidas por la ciudadanía y hemos ido adoptando medidas proporcionadas a la situación epidemiológica que teníamos. De momento, creo que las medidas que se han ido tomando han dado sus resultados y estamos viendo, insisto, cómo comunidades autónomas o territorios que tenían incidencias altas han conseguido estabilizar y curvar la incidencia de casos y controlar la pandemia.

"Una pandemia es un ejercicio forzado de solidaridad"

¿Qué ha aprendido de otros países que haya servido para tomar medidas en España?

Tenemos un intercambio fluido con los organismos internacionales y, yo en particular, también con los colegas de otros países. En esta fase de la pandemia, lo que hemos aprendido es que hay que actuar con mucha rapidez, con mucha agilidad y sin contemplaciones. Si hay que tomar una medida de confinamiento perimetral, hay que tomarla. Y cuanto antes se tome, mucho mejor. Y eso es en lo que estamos todos. Y lanzando un mensaje claro a la ciudadanía de que el virus sigue ahí. Yo puedo entender perfectamente que a una persona joven y sana que haya sido positivo en PCR le cueste permanecer en su domicilio o en un lugar adecuado en cuarentena diez días. Lo entiendo, pero hay que hacerlo. Hay que hacerlo porque una pandemia es un ejercicio forzado de solidaridad y usted puede estar bien y puede, en fin, pasar la enfermedad sin ningún tipo de síntoma o con síntomas muy leves, pero puede contagiar a una persona.

¿Están siendo los españoles poco solidarios?

No. Los españoles están siendo muy solidarios con carácter general. Hay que hacer un esfuerzo permanente de recordar esto. Sólo puedo tener buenas palabras para el conjunto de la ciudadanía, que yo creo que está asumiendo esa situación con un comportamiento muy ejemplar. Siempre hay excepciones. Para eso está también la legislación vigente y los mecanismos para tomar las medidas que haya que tomar. Pero la ciudadanía está muy concienciada. En lo que hemos de insistir es en que el virus no está derrotado, en que sigue estando ahí, que esto no se va a acabar de pronto un día de golpe, que va a haber un proceso. Que es verdad que tenemos en el horizonte vacunas, en plural, y que hay un esfuerzo ingente para que estén disponibles de forma eficaz y segura lo antes posible. Esto va a tardar todavía unos meses. Cuando estén disponibles las vacunas tardaremos unas semanas, unos meses, en vacunar a una parte importante de la población y, por tanto, tendremos todavía que seguir una serie de recomendaciones sanitarias.

"Esto no se va a acabar de pronto un día de golpe, va a haber un proceso"

¿Le está sorprendiendo lo, aparentemente, controlados que están los brotes en los colegios, en las escuelas? ¿Esperaban otro escenario?

No. Francamente, y dicho también con toda la prudencia, porque estamos en un escenario inestable y las cosas pueden cambiar con rapidez. En educación está pasando lo que preveíamos que podía pasar. Es decir, que habría brotes, que habría contagios, pero que las escuelas, los centros de educación, no serían un lugar en sí mismo de contagio, si se seguían las recomendaciones. Por eso hubo ya un primer protocolo elaborado por Educación con el apoyo de Sanidad, del 22 de junio, y hubo, no recuerdo la fecha con exactitud pero creo que fue muy a principios de septiembre, una reunión conjunta de Sanidad y Educación donde acordamos una acción coordinada en Salud Pública con 23 medidas y seis recomendaciones en el ámbito educativo. Se han seguido estas medidas, cada uno las ha adaptado a su realidad. En España hay 28.000 centros educativos. No es igual un centro educativo en Madrid ciudad o en Barcelona ciudad que en un municipio de Soria, o que en un municipio de La Gomera. Se han adaptado a la realidad de cada territorio y está funcionando bien. Me va a permitir que reconozca el esfuerzo y la implicación de toda la comunidad educativa y también de las familias y de los alumnos, que han tenido un comportamiento muy ejemplar. Insisto en esto con toda la prudencia, porque las cosas pueden cambiar. Pero de momento está yendo como esperábamos y yo creo que está bien.

¿Qué le pasó por la cabeza cuando vio que Madrid se echaba atrás en un, y entrecomillo, "principio de acuerdo" que había anunciado su propio vicepresidente y portavoz?

Sin entrar en valoraciones políticas, que no quiero entrar, yo hubiera preferido que el acuerdo se hubiera mantenido, claro. Y no digo más porque no ayudaría y lo que quiero es ser constructivo e ir a lo que tenemos que ir. Pero es fácil deducir que hubiera preferido que se mantuviera el acuerdo y que fuéramos todos juntos en esto. Y voy a poner todo el empeño para recuperar esta unidad de acción y decisión.

"Hay que buscar doblar la curva de forma contundente en Madrid para situarnos en niveles que nos permitan tener la tranquilidad de que si hay un brote se actúa rápido"

¿Por qué no se ha hecho hasta ahora la auditoría que proponen numerosos científicos para identificar qué pasó y por qué el conjunto de las administraciones públicas no supieron hacer frente al virus? ¿Se temía que se convirtiera en una especie de arma contra el Gobierno?

No, en absoluto. El Gobierno fue el primero que dijo que haría una evaluación. A mí me gusta más utilizar la palabra evaluación. El Gobierno dijo, primero, que se comprometía a hacerlo y lo vamos a hacer. Lo que pasa que vamos a hacerlo cuando estimemos todos oportuno que hay que hacerlo. Yo tengo mis dudas de que en plena segunda ola sea el mejor momento para hacer esto. Hay que pensar muy bien cuándo lo hacemos, cómo lo hacemos y quién lo hace. Hoy [por este miércoles] hemos adoptado el acuerdo en el seno de la Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de encargar a un grupo de trabajo, que va a coordinar la secretaria del Estado y en el que estarán presentes todas las comunidades autónomas, que en el plazo de un mes nos presenten una propuesta con una especie de términos de referencia de esta evaluación: qué buscamos con la misma, qué pensamos que tiene que cubrir, cuándo pensamos que es mejor que se haga, cómo la encargamos, por qué procedimientos...

¿Pero cree que no es el momento?

No. Yo no digo que no. Digo que vamos a pensarlo muy bien. Entenderá que ahora mi prioridad es actuar en el combate de esta segunda ola, asegurarnos de que la vacunación de la gripe se despliega adecuadamente, seguir muy de cerca toda la evolución en materia de vacunas de covid-19. En fin, toda una serie de cosas que concentran nuestra atención y la evaluación hay que hacerla y hay que hacerla sosegadamente, de forma constructiva. 

Este martes anunció usted que la próxima semana se van a empezar a adjudicar los 2.000 millones en el marco de la reserva estratégica, pero estas reservas se anunciaron hace meses…

Está constituida [la reserva].

"Ha habido un incremento muy notable de capacidad de producción nacional que da una garantía de suministro muy distinta a la que teníamos en marzo y abril"

¿En qué estado está y por qué todavía hoy no tenemos una reserva estratégica plenamente dotada?

Está constituida. En varios ítems de productos hay ya un material suficiente. En estos momentos en España, afortunadamente, no hay un problema de suministro de material. Se ha hecho un acuerdo marco de compra para el conjunto de comunidades autónomas –el mayor que se ha hecho jamás– para seleccionar unos proveedores que puedan ir suministrando a las comunidades autónomas en el curso de un año, prorrogable otro año. Ha requerido un análisis. Porque ha habido muchas ofertas. Los procesos de adjudicación tienen que ser muy pulcros y muy, muy, muy escrupulosos. Y además hay una cantidad muy importante de dinero. Se han reforzado los equipos que están analizando esta documentación y creo que en el horizonte de una semana, máximo dos, empezaremos a adjudicar los lotes. Me importa resaltar tres cosas. No hay un problema de suministro de materiales en estos momentos. Punto 1. Punto 2: la estrategia tiene más de la mitad de ítems, por ejemplo, las mascarillas están ya, o los respiradores. Y tres: también ha habido un incremento muy notable de capacidad de producción nacional que da una garantía de suministro muy distinta a la que teníamos en marzo y abril. Y es también una de las lecciones de esta pandemia.

¿Tiene que marcar esta crisis un antes y un después para las residencias de mayores?

Tiene que hacer reflexionar sobre residencias de mayores y sobre el modelo que ha habido. Y en esto me consta que está quien en el Gobierno tiene la responsabilidad de hacerlo, que, en este caso, es la Vicepresidencia Segunda, con todo el apoyo que requiera del Ministerio de Sanidad. Pero efectivamente tenemos que hacer una reflexión sobre el modelo. Por lo que me consta, ya se estaba trabajando en este sentido y quien impulsa estos trabajos y marca las líneas estratégicas es la Vicepresidencia Segunda del Gobierno.

¿Qué opinión le merece que en algunas comunidades, como Madrid, se redactasen protocolos de no derivación a hospitales de personas de esas residencia, protocolos que no siempre estaban basados en la capacidad de sobrevivir del paciente?

Yo lo que puedo decir es lo que ha ido diciendo el ministerio al respecto. El ministerio siempre ha dicho que no tiene que haber ningún tipo de discriminación ni por edad, ni por ningún tipo de razón respecto a las personas que tienen que recibir tratamiento hospitalario. Que las decisiones ahí tienen que ser exclusivamente clínicas y en base a criterios clínicos. Y en ese sentido, hubo un pronunciamiento del Comité de Bioética del Ministerio de Sanidad que en su momento hicimos público.

¿Va ser posible contar con una vacuna a finales de año, en un par de meses?

Esperemos que sí. Aquí Europa ha dado la talla porque hemos hecho una estrategia conjunta. Hay un grupo negociador de siete países en el que España tiene un papel relevante. Estamos representados por la directora general de la Agencia del Medicamento y por el jefe de Medicamentos de Uso Humano y se ha decidido comprar un porfolio, un grupo de siete vacunas como mínimo. Hay ya dos contratos firmados y se está trabajando en los otros cinco, como mínimo, y se ha decidido repartir la vacuna con criterios de equidad entre todos los países. Y administrarla, además, cuando haya superado todos los filtros para asegurar que la vacuna es segura y eficaz. No basta que sea segura. Tenemos que saber que es una vacuna eficaz, es decir, que es efectiva contra el virus. De los dos contratos firmados, uno de ellos es con la compañía AstraZeneca. Existe el compromiso por parte de esta compañía de entregar 30 millones de dosis en diciembre y a partir de ahí, progresivamente, ir entregando dosis. Las vamos a suministrar y a utilizar, siempre y cuando los controles clínicos certifiquen que es una vacuna segura. Al menos en Europa, lo que hemos hecho es anticipar dinero para que se anticipe la fabricación. Como queremos tener la vacuna lo antes posible, se anticipa un dinero para que se desplieguen capacidades de producción y se empiece ya la producción a la espera de que el proceso de validación sea efectivo. Y por eso estamos en estas. Hay que tener un poco de paciencia. Hay que ver si este mes de octubre y noviembre los estudios clínicos son satisfactorios y lo iremos trasladando a la población. 

¿Cómo ve de urgentes los Presupuestos para luchar contra la pandemia? ¿Cree que antes de final de año veremos algo de luz?

Son urgentes no sólo para luchar contra la pandemia, son urgentes porque el país los necesita. No ha habido un momento donde esté tan claro que necesitamos unirnos como país, al margen de las diferencias que pueda haber sobre planteamientos políticos y económicos. Creo que esto no hace falta argumentarlo mucho, que hacen faltan unos frutos, en primer lugar, para incorporar todos los fondos de ayuda europeos, que eso también es un dato muy relevante, un antes y un después en Europa. Estamos todos convocados a hacer un ejercicio de responsabilidad y dar apoyo a unos presupuestos que aunque no acaben siendo los que nosotros hubiéramos hecho, permitan desplegar todos los recursos para seguir combatiendo la covid-19, pero también para paliar los efectos económicos y sociales de esta crisis pandémica.

"Manifiesto todo mi respeto a la Justicia, pero también todo el apoyo al vicepresidente Iglesias. Y no voy a decir más de esto"

Si el Supremo imputa al vicepresidente Pablo Iglesias, ¿cree usted que debería dimitir?

En primer lugar, manifiesto todo mi respeto a la Justicia, pero también todo el apoyo al vicepresidente. Y no voy a decir más de esto.

No responde a la pregunta

Respondo. Porque he dicho que respeto a la Justicia, pero todo el apoyo al vicepresidente.

¿Da el Gobierno por imposible que el PP recapacite sobre su actitud de bloqueo en la renovación de instituciones como el CGPJ?, ¿descartan cualquier posibilidad de acuerdo con el PP?

No lo sé. Yo lo que encuentro inédito es que hay un bloqueo a la renovación de órganos muy relevantes para nuestro país. Y la Constitución, que fue un pacto entre españoles, estipula lo que hay que hacer. Y es inédito que esto se bloquee. La Constitución hay que cumplirla siempre y, por tanto, es un error grave y una actitud que no lleva a nada bueno.

¿Le han planteado el presidente del Gobierno o el primer secretario del PSC en algún momento que usted fuera el candidato a las elecciones catalanas?

No, no, no. El presidente del Gobierno me encargó, y me siento muy honrado por ello, que me hiciera cargo de Sanidad. Ha venido lo que ha venido y hemos hecho las cosas lo mejor que hemos sabido. Y eso es en lo que yo estoy. Y efectivamente, tengo una responsabilidad también como secretario de Organización del PSC, que intento compatibilizar. Pero mi prioridad ahora es claramente cumplir con mis obligaciones como ministro de Sanidad, que le aseguro que no son sencillas.

¿Y se ve usted –hay quien le ve– como futuro líder del Partido Socialista de Catalunya?

Yo me veo ahora mismo como ministro de Sanidad y en el PSC me veo como secretario de Organización de una ejecutiva dirigida por Miquel Iceta, que es el mejor activo que tiene el PSC en estos momentos para la política catalana y probablemente para la española.

Tras las próximas elecciones, ¿debería plantearse la posibilidad de que hubiera un pacto con Esquerra Republicana, entre ERC y el PSC?

Los ciudadanos siempre tienen que hablar cuando hay elecciones y vamos a ver qué dicen. Yo creo que en Cataluña estos diez años no han sido buenos. No ha habido avances tangibles en ningún terreno para la sociedad catalana. Creo que hay que ir, si me lo permite coloquialmente, a las cosas. Hay que ir a lo que hay que ir. Hay que ir a proteger la salud de los ciudadanos de Cataluña, hay que ir a proteger la convivencia de los ciudadanos de Cataluña y hay que trabajar mucho. Estamos en un momento muy complejo en toda Europa occidental. Tenemos la fortuna de formar parte de un espacio geopolítico, que es Europa, que ha reaccionado de una forma, a mi juicio, muy prometedora, con mecanismos de solidaridad y de generosidad económica muy tangibles. Y eso hay que saberlo aprovechar. 

Se me está escapando de la pregunta. ¿Si Esquerra Republicana va "a las cosas", no debería descartarse un pacto?

Los ciudadanos tienen que hablar y cuando hayan hablado los ciudadanos y hayamos visto qué decisiones toman, luego habrá que ver cómo se traduce la decisión que hayan tomado los ciudadanos en forma de apoyos parlamentarios a las distintas formaciones políticas y cómo se articulan en un gobierno. Antes de que los ciudadanos hablen, no voy a decir nada. En todo caso, todo el mundo sabe que el PSC no es un partido independentista y que por tanto va a lo que va.

¿Cuál será su punto de vista cuando los indultos a los presos del procés lleguen a la mesa del Consejo de Ministros?procés

No lo sé. Vamos a ver. Hay una tramitación tasada de estos indultos. Había que hacerla. El Gobierno ha cumplido. Estas personas no tienen ni más ni menos derechos que otros ciudadanos, pues si se solicita un indulto, hay que tramitarlo. Vamos a ver qué resulta de la tramitación. Cuando haya que tomar una decisión, en función de cómo haya ido la tramitación, yo también expresaré mi opinión, claro.

¿Qué tipo de mascarilla usa usted?

Uso la mascarilla estándar, esta [saca una del bolsillo y la muestra], la quirúrgica y me va muy bien. Y alguna vez, cuando he ido a algún acto de partido, me he puesto una mascarilla roja, que es un color que me gusta mucho por muchas razones.

¿Cuántas veces se lava usted las manos al día?

Mínimo cinco, mínimo cinco veces. Intento lavármelas a menudo. A veces uso geles hidroalcohólicos. Pero si puedo voy al servicio y me las lavo con jabón.

¿Ha visto usted el programa Planeta Calleja, donde salió el doctor Simón? Planeta Calleja

Sí.

¿Qué le pareció?

He tenido la suerte de poder trabajar con Fernando Simón. Y como han sido días muy intensos, en los que aparte de jornadas largas de trabajo ha habido momentos también para compartir algún descanso, le conozco y vi al Fernando Simón que conozco. Creo que el programa sirvió para explicar a la ciudadanía lo importante que es la Salud Pública y lo importante que es que haya un conjunto de profesionales que piensen, no prioritariamente en curar a una persona cuando enferma, sino en prevenir que una persona enferme. Y este es un gran eje de cambio que hemos introducido en nuestro sistema. Hay que seguir curando a las personas que tienen una dolencia cardíaca, que tienen que someterse a una operación porque se han roto un brazo, una pierna... Pero hay que prevenir y eso es lo que hacen en Salud Pública. Y aquí hay un conjunto de profesionales que han tenido probablemente poca atención en el Sistema Nacional de Salud, que han gozado de pocos recursos y que en una pandemia son los bomberos que apagan el fuego. A mí me gustó. Yo creo que esto en el programa lo explicó con la pasión que le caracteriza, porque les aseguro que es una persona muy apasionada de su trabajo y un gran servidor público. Yo estoy muy contento de que estuviera al frente del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES).

¿Plena confianza en Simón?

En él y en su equipo. Porque esto nunca es cuestión de una persona, es cuestión de equipos de personas.

"Tendremos que adaptarnos, también en las navidades, a un virus que estará entre nosotros"

¿Pueden olvidarse los españoles de las navidades al uso con comidas y cenas familiares multitudinarias?

En este momento, tal como están las cosas, pues todo pinta que no, que no vamos a poder. Que tendremos que, también en las navidades, adaptarnos a un virus que estará entre nosotros. Ojalá no sea así. Pero en estos momentos, no nos engañemos…

Entonces, ¿navidades al uso, no?

Habrá que convivir con el virus. Pero también aprendemos que, si no bajamos la guardia y lo tomamos en serio, hay muchas cosas que podemos seguir haciendo de forma distinta, con precaución. Y esa para mí es la clave.

¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla como ministro?

No. Ha habido momentos muy duros. Ha habido momentos muy difíciles. Ha habido días particularmente complejos. Pero no soy de las personas que acostumbre a plantearse ese tipo de reflexiones de tirar la toalla en medio de la crisis o de la tormenta.

¿Hay algo de lo que se arrepienta en la gestión de esta pandemia?

He tenido poco tiempo para reflexionar sobre la misma. Se lo digo con total sinceridad. Y tengo pendiente conmigo mismo un ejercicio de reflexión, de repaso mental de cómo han ido las cosas. He ido tomando, con poca sistematización, notas de cómo han ido las cosas. Pero no he podido hacer un ejercicio de reflexión profundo, que en algún momento haré y luego, pues, ya veré. Yo creo que en general hemos hecho las cosas –yo tengo la conciencia tranquila– lo mejor que hemos podido y lo mejor que hemos sabido.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, recibe a infoLibre en su despacho del madrileño Paseo del Prado. Unas dependencias con las ventanas abiertas para mantener la ventilación obligada en época de covid-19. Sobre su mesa no falta el gel hidroalcóholico. Como norma general, usa mascarilla quirúrgica, salvo en algunos actos de partido, cuando se pone una roja, color que le gusta "por muchas razones". Cuenta que se lava las manos, como mínimo, cinco veces al día. Sus últimos meses, no lo niega, han sido duros. Pero asegura que nunca ha pensado tirar la toalla. Es miércoles 7 de octubre. Todavía no se conoce el auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que no avala las medidas adoptadas hace una semana para Madrid. Ni que, horas después, el Consejo de Ministros iba a decretar el estado de alarma en la región gobernada por Isabel Díaz Ayuso. Por esta circunstancia, esta entrevista fue actualizada este mismo viernes por la tarde, después de que el titular de Sanidad ofreciera una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa acompañado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para explicar la decisión.

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