Sánchez afronta “tranquilo” la citación del juez porque "no hay caso" mientras confía en cerrar ya el pacto con ERC

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El calor derrite el asfalto madrileño. La villa y corte está exhausta después de un ansioso ciclo político en el que se han ido encadenando elecciones. En el Congreso de los Diputados ya se han decretado unas semanas de vacaciones. Pero el fin del curso político tiene dos importantes citas todavía para Pedro Sánchez: los últimos coletazos de la negociación entre el PSC y ERC en Cataluña y la citación como testigo del presidente del Gobierno dentro de la causa contra Begoña Gómez.

El jefe del Ejecutivo está centrado en esos dos asuntos para finiquitar la temporada. El juez Juan Carlos Peinado tiene previsto desplazarse el próximo martes al Palacio de La Moncloa para tomar declaración como testigo a Sánchez y ha rechazado la petición que le hizo en un escrito el propio presidente del Gobierno para que fuera por escrito en virtud del artículo 412.2 de la ley de Enjuiciamiento Criminal.

Fuentes del Palacio de La Moncloa subrayan que el presidente afronta esta declaración “tranquilo, seguro y fuerte”. “No hay caso, no hay caso”, repiten en el entorno más cercano del líder socialista. En el complejo presidencial y en la dirección del partido en la calle Ferraz se muestran muy convencidos de que todo acabará siendo archivado. Pero se está haciendo muy larga esa travesía que se mantiene candente a través de la instrucción del magistrado.

Por eso, desde la defensa de Begoña Gómez se trata de que se acorten los tiempos. El último movimiento ha sido a través de un recurso de súplica presentado por Antonio Camacho solicitando que la Audiencia Provincial decida antes del 30 de septiembre sobre la petición de archivo del caso. En el PSOE sostienen que esto no supondrá un desgaste electoral para el partido, pero remarcan lo injusto personalmente que supone para Sánchez y su esposa. No dudan de que se trata de una cacería política impulsada por las derechas para desbancar al Ejecutivo progresista.

Dentro del partido la indignación es absoluta respecto a la instrucción del juez. Muchos confiesan en privado que se trata de “prevaricación”. La familia socialista ha cerrado filas con el presidente y con su esposa. Pero nadie se atreve a pronosticar hasta dónde puede llegar el magistrado y cargos del PSOE confiesan en privado que ya no descartan, vista la manera de proceder de Peinado, que incluso pueda llegar a elevar exposición razonada para que se decida en un órgano superior sobre una posible imputación del jefe del Ejecutivo (al ser aforado no la puede decidir el juez).

Tras la declaración, si es que finalmente se produce, Pedro Sánchez viajará hasta Palma de Mallorca para reunirse con el rey Felipe VI en el tradicional despacho de verano en el Palacio de la Almudaina. Allí está previsto que atienda a los medios de comunicación.

El camino se despeja para Illa

La otra cara de la moneda del fin de curso es Cataluña. En el Palacio de La Moncloa creen que puede haber un acuerdo inminente entre el PSC y Esquerra Republicana para despejar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. “Crucemos los dedos”, sostienen. La negociación está muy avanzada y las conversaciones secretas están a punto de dar su fruto. 

Pero en las últimas horas ha crecido también la sensación de que las bases de Esquerra pueden complicar ese acuerdo. La dirección dijo que consultaría entre sus militantes ese pacto, que llevará consigo principalmente cambios en la financiación de Cataluña y en la gestión tributaria. Su intención es hacerlo en los primeros días de agosto en mitad de un enrarecido clima dentro del partido por la polémica de los carteles de Ernest Maragall y el evidente distanciamiento entre Marta Rovira y Oriol Junqueras de cara a la renovación de la cúpula en el congreso previsto para el próximo mes de noviembre. 

“No sabemos quién manda allí ni qué influencia tienen entre las bases”, indican fuentes socialistas. El ambiente también se ha revuelto a raíz del no de Junts a aprobar los objetivos de estabilidad presupuestaria el pasado martes en el Congreso. Esto supone retrasar ese paso para los presupuestos generales un mes más, pero, sobre todo, ha traído un discurso más duro de los posconvergentes y las dudas de hasta cuándo puede aguantar la coalición en La Moncloa si los independentistas le dan la espalda.

Tanto en el PSOE como en Sumar tratan durante estos días de despejar dudas y reiteran que la perspectiva es aguantar durante toda la legislatura. Analizan que Junts quería dar un susto en el Congreso y recordar que son necesarios, además de mostrar su malestar por la reunión entre Sánchez y Pere Aragonès para firmar el traspaso del ingreso mínimo vital. Creen y, sobre todo, quieren creer que ha sido un ataque de celos y que en un mes volverán a rearmar esa mayoría que abra paso hacia las cuentas públicas para el año que viene.

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El proyecto de ley de presupuestos es esencial para la pervivencia de la coalición. La idea es poder sacarlo y que pueda sostener la legislatura pase lo que pase posteriormente. De hecho, en la mayoría de grupos que apoyaron la investidura creen que es necesario ese paso y a partir del año que viene ya se verá si se pueden sacar más o no aunque se aspire formalmente a acordar uno anualmente.

Sintonía con el PNV

Mientras se ahonda la brecha con Junts, Sánchez ha reactivado su sintonía con el PNV, otro socio indispensable y que tiene hilo directo con Puigdemont. El presidente quiso hacer un gesto directo a los jeltzales acudiendo este viernes a Vitoria para reunirse por primera vez con el nuevo lehendakari, Imanol Pradales. Desde La Moncloa se destacó que la cita se desarrolló “en un clima cordial y de confianza que muestra las excelentes relaciones que existen entre ambos gobiernos”. “Tanto Pedro Sánchez como Imanol Pradales han mostrado una clara voluntad de colaboración y cooperación conjunta”, indicaron fuentes gubernamentales.

Además, el fin del curso político llega con una noticia en la que ponen mucho énfasis en La Moncloa y en Ferraz: España ha logrado un nuevo récord de empleo con 21,68 millones de trabajadores. Además, la tasa de paro ha caído a su nivel más bajo de los últimos 16 años. Una de las reflexiones que hacen también los dirigentes socialistas es que deben conseguir que calen más este tipo de informaciones y romper la sensación que tiene muchos ciudadanos de que la economía no va bien. Asignatura pendiente.

El calor derrite el asfalto madrileño. La villa y corte está exhausta después de un ansioso ciclo político en el que se han ido encadenando elecciones. En el Congreso de los Diputados ya se han decretado unas semanas de vacaciones. Pero el fin del curso político tiene dos importantes citas todavía para Pedro Sánchez: los últimos coletazos de la negociación entre el PSC y ERC en Cataluña y la citación como testigo del presidente del Gobierno dentro de la causa contra Begoña Gómez.

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