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EL FUTURO DE CATALUÑA

Sánchez e Illa escenificarán este viernes en La Moncloa el reencuentro entre el Estado y la Generalitat

Salvador Illa, en Bruselas

Salvador Illa vuelve este viernes a La Moncloa. Allí pasó sus momentos más complicados políticamente. Allí dormía durante la pandemia, horas de soledad al frente de la cartera de Sanidad. Solía cenar con el presidente, Pedro Sánchez, y forjaron una estrecha relación de trabajo y personal. Cuatro años después regresa como jefe del Ejecutivo catalán y con la gran bandera del reencuentro entre Cataluña y España.

Illa y Sánchez se reúnen dentro de la ronda que está haciendo el presidente del Gobierno con los líderes autonómicos. Y el mensaje es totalmente diferente al que imperó en las administraciones anteriores catalanas con independentistas al mando del Govern. Los dos dirigentes socialistas se van a centrar principalmente en temas de gestión, la gran obsesión del secretario general del PSC desde que llegó al Palau.

De fondo está el acuerdo entre el PSC y ERC para una financiación singular para Cataluña, un tema que ha levantado ampollas en otras comunidades y dentro del propio PSOE. Pero no será un debate central porque los dos dirigentes están en plena sintonía sobre el asunto y en su implementación. La idea es cumplir con las fechas que recogía el acuerdo: pacto en la Comisión Bilateral entre la Generalitat y el Gobierno para su implementación en el primer semestre del año que viene.

Los socialistas catalanes, además, han blindado el asunto de cara al congreso que celebra el PSOE a finales de mes en Sevilla. Según el PSC, se podrá hablar y explicar, pero no se incluirá otra versión en los textos que el partido hermano aprobará en la capital andaluza, a pesar de que hay federaciones que han hecho llegar enmiendas en ese sentido. Tanto Barcelona como Ferraz caminan al unísono para que no se desmadre el debate en el cónclave.

"Cosas del día a día"

La visita de Illa a La Moncloa llega justo cuando acaba de cumplir cien días al frente de la Generalitat, en los que ha puesto ya su sello. Una Presidencia sin estridencias, de corte casi aburrido, como dicen en su entorno como un reflejo de la pantalla en la que está la sociedad catalana: “Gestión, cosas del día a día y sin sobresaltos”.

En el Palau recalcan que Illa avanza en materializar ese lema que tiene: “El Gobierno de todos”. Ha hecho guiños a todos los sectores ideológicos, menos a la extrema derecha. Con la máxima de recuperar en su sentido la palabra institucionalidad, algo que se había perdido en la última década en Cataluña. De ahí actividades como las reuniones con expresidentes de la Generalitat (tiene pendiente todavía una con Carles Puigdemont) o sus encuentros con los alcaldes de todas las capitales de provincia y los líderes de las diputaciones. 

La vista de Illa está también puesta fuera de Cataluña. Uno de sus principales objetivos es reconstruir puentes que se habían roto durante estos años. Han sido muy simbólicos sus viajes a Madrid para verse con el rey en el Palacio de la Zarzuela, asistir a los actos del 12 de octubre y presidir un acto con motivo de la Diada en la capital. Asimismo, uno de los momentos clave será su asistencia el próximo 13 de diciembre a la Conferencia de Presidentes en Santander (lo que supone la vuelta a la normalidad en este foro por parte de la Generalitat).

Diseña visitas a todas las autonomías

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Además, Illa está diseñando visitas por todas las comunidades autónomas para acercar más a Cataluña. Su idea es explicar y convencer sobre temas como la financiación singular, pero introduciendo la idea de que es necesaria una Cataluña fuerte económicamente para el resto de España y denunciando a la vez la “insolidaridad fiscal” que se practica en otras autonomías. El president no quiere entrar en un rifirrafe directo con Isabel Díaz Ayuso (Madrid) pero busca retratar también lo que acontece con el dumping fiscal.

En este arranque de Presidencia, Illa también ha marcado como una de sus prioridades la vivienda, algo que quiere convertir en piedra angular al frente del Palau. En este sentido, se muestran orgullosos en la Generalitat de la aprobación del plan de medidas urgentes para incrementar la oferta de vivienda protegida en Cataluña y alcanzar 50.000 nuevos pisos públicos. Se prevé, entre otras cosas, la creación de una reserva pública de solar para agilizar la construcción de nuevos pisos y un Fondo Público de Emancipación que ofrecerá a los jóvenes préstamos para la entrada de los pisos, que no se deberán devolver hasta pasados los treinta años.

Otras de las líneas en las que trabaja la Generalitat es en el refuerzo en el sistema educativo después del shock que ha supuesto en los últimos años las valoraciones del Informe Pisa. En el Ejecutivo catalán defienden, por ejemplo, que se ha llegado a un acuerdo de colaboración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para identificar las medidas en la mejora de las competencias básicas de los alumnos y en el nuevo curso ha habido un incremento de la plantilla docente de casi mil efectivos más que el año anterior.

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