El PSOE no suelta prenda apenas. La máxima oficial que sale de La Moncloa y de Ferraz es que es el tiempo de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Hasta el viernes el foco tiene que estar en el popular y en el no de la Cámara baja. Pero todos son conscientes en el Gobierno y en la cúpula del partido que a partir del sábado los focos se girarán hacia Pedro Sánchez. Todos.
Sólo hay una fecha fija: hasta el 27 de noviembre se extiende el plazo para intentar que haya un presidente del Gobierno. Si nadie lo logra, entonces los españoles tendrán que ir a las urnas el 14 de enero del año que viene. Pero el propio Sánchez ha mostrado su seguridad en que logrará armar una mayoría para reeditar un Ejecutivo progresista.
Después de que fracase el viernes por la tarde Núñez Feijóo en la segunda votación de investidura, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se trasladará hasta el palacio de la Zarzuela para informar del resultado. Felipe VI tendrá que coger las riendas de nuevo y articulará otra ronda de consultas para elegir un nuevo aspirante para La Moncloa. Esto sucederá previsiblemente a principios de la semana que viene.
Será el turno entonces de Pedro Sánchez. Fuentes socialistas subrayan que en ese momento se “intensificarán” las negociaciones para la investidura de Sánchez. En Ferraz entienden que el debate de esta semana no ha cambiado el escenario, aunque sí ha servido para que se evidencie todavía más el rechazo de la mayoría de la Cámara al líder del Partido Popular.
"Normalidad y transparencia"
En el círculo del presidente no dan pistas, pero prometen que todo se hará “con normalidad y transparencia”. Sí se abrirá una pantalla en la que se intensificarán esas negociaciones y, además, se harán de manera más pública. Hasta el momento todos los movimientos se están haciendo soterradamente, de manera muy discreta. No se ha perdido el tiempo para ir allanando el complejo camino para lograr esa mayoría absoluta.
En el Gobierno y en Ferraz se muestran optimistas sobre poder amarrar el voto de la diputada de Coalición Canaria, que apoya a Alberto Núñez Feijóo pero se abre a hacer lo mismo con Pedro Sánchez. La formación nacionalista está dispuesta a explorar un acuerdo si se cumple con la agenda canaria y tiene previsto someter a una consulta entre sus bases el sentido de su voto. El sí de este partido serviría para que valiese una abstención de Junts y no obligatoriamente un sí.
Lo que ven difícil es que esa investidura se pueda producir antes del 12-O, una fecha simbólica al ser la Fiesta Nacional. En la agenda del presidente está de manera inmediata la cumbre de los líderes europeos en Granada los días 4 y 5 de octubre, bajo la Presidencia española de la UE. Entienden los socialistas, al hilo, que los otros partidos también necesitan algo de tiempo para concretar un pacto.
La interpretación de las palabras de ERC y Junts
Pero la clave sigue estando en los grupos independentistas. Durante estos días Junts y Esquerra han tenido postulados en sus discursos exigiendo la autonomía y la autodeterminación. Además, de manera paralela. en Barcelona se ha celebrado el debate de política general, donde el presidente catalán, Pere Aragonès, ha dado por hecha la amnistía, pero mirando más allá: "Que nadie pretenda presentarla como un punto y final, porque es un punto de partida. Con la amnistía en camino, ha llegado la hora de abrir paso para que Catalunya vote. El futuro presidente del Gobierno español se tiene que comprometer a que encontraremos la vía para que la ciudadanía vote sobre su futuro, incluida la independencia".
En La Moncloa enmarcan estas palabras en discursos hechos para decir no a Feijóo en el Congreso y en el contexto de un debate muy simbólico en el Parlament. “Aragonès habla allí como president de la Generalitat, no como el partido”, reflexionan fuentes gubernamentales. En el círculo del presidente apelan a escuchar la respuesta del líder del PSC, Salvador Illa, al republicano. Le recordó que “ya se ha visto lo que pasa” cuando se opta por el “atajo”, avisando de que Cataluña “se equivoca cuando el arrebato se impone a la razón”. La receta pasa, comentó, por el diálogo y la convivencia. Con una significativa mano tendida para pactar los presupuestos autonómicos de 2024.
Mientras llega el momento de la “verdadera” negociación, en Moncloa y Ferraz paladean lo que consideran que ha sido un “éxito”: un debate de investidura fallida de Núñez Feijóo eclipsado por el efecto sorpresa del discurso del socialista Óscar Puente. La lectura que hacen en el círculo de Pedro Sánchez es que se ha evidenciado que el presidente del Partido Popular se “ha cerrado las puertas con todos”: “Llegó con 172 votos, y así sigue”.
Fuentes de La Moncloa insisten en que el discurso de Feijóo estaba dirigido principalmente “a su parroquia”. En el PSOE sostienen en este sentido que el candidato popular ha utilizado el encargo del rey “como plataforma para tratar de afianzar su puesto en el Partido Popular, sin ninguna intención de presentar un programa de Gobierno que la cámara pueda valorar y votar en consecuencia”. “El panorama de propuestas de Feijóo es un páramo yermo en el que solo se escuchan aplausos de su propia bancada”, sostienen en Ferraz.
Para el PSOE, este debate ha servido para que el país vea una intervención del popular “trufadas de bulos, gags y frases hechas”. “Un discurso destinado a contentar a la caverna política y mediática que comienza a dudar de las capacidades de Feijóo”, interpretan en la sala de máquinas de Ferraz, donde quieren hacer calar que la “investidura fake de Feijóo estaba diseñada para que nadie le mueva la silla en el PP, en un momento en el que desde muchos territorios se mira al dirigente gallego con lupa”.
Sánchez, "sereno y tranquilo"
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Fuentes cercanas al presidente dicen que Pedro Sánchez está “sereno” y “bien de ánimo” ante el reto que tiene ahora por delante para montar esa compleja mayoría, que quiere que sirva no sólo para la investidura, sino que dé estabilidad al país. Él mismo ha dicho que hablará en el momento que toque para explicar a la ciudadanía cualquier pacto.
Este jueves tiene previsto dar un discurso en la clausura de las jornadas de los europarlamentarios del Grupo Socialista y Demócrata que se están celebrando en Madrid. Sus palabras irán principalmente en la dirección de cómo en España se ha logrado frenar la ola de la ultraderecha que se estaba produciendo en todo el continente, subrayan fuentes gubernamentales.
También se escucharán con mucha atención las palabras que pronunciará el próximo sábado en una acto del PSOE en La Rinconada, Sevilla. Es uno de los grandes bastiones del socialismo andaluz, un territorio al que se mira de cara a la posible aprobación de una ley de amnistía. Esa provincia es donde hay más carnés socialistas en toda España y es cuna de los históricos Felipe González y Alfonso Guerra, que están en plena guerra contra Ferraz. Por eso, se espera que sirva de cierre de filas de la enorme federación del PSOE-A y un lanzamiento sonoro hacia la carrera de la investidura.
El PSOE no suelta prenda apenas. La máxima oficial que sale de La Moncloa y de Ferraz es que es el tiempo de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Hasta el viernes el foco tiene que estar en el popular y en el no de la Cámara baja. Pero todos son conscientes en el Gobierno y en la cúpula del partido que a partir del sábado los focos se girarán hacia Pedro Sánchez. Todos.