Pedro Sánchez apenas ha conseguido salvar este domingo los muebles. Después de una repetición electoral de alto riesgo, el PSOE ha vuelto a ganar las elecciones generales pero ha visto cómo se reducía su renta del 28 de abril: ha perdido tres escaños (se queda con un grupo parlamentario de 120 diputados) y un porcentaje de votos (28%) muy poco por debajo de las elecciones anteriores (seis décimas menos). Con el escrutinio al 99,96%, los socialistas han perdido unos 760.000 votos.
La decisión de los electores complica al presidente en funciones la búsqueda de una solución negociada para conseguir la investidura. La suma con Unidas Podemos y Más País está por debajo de las cifras de abril (158 en vez de 165). Así que aunque Sánchez consiga su apoyo y negocie el del PNV (siete escaños), Teruel Existe (uno) y el PRC (uno), seguirá necesitando la abstención del PP o de Esquerra Republicana (13 escaños) para sacar adelante una investidura. O, en su defecto, del voto a favor de Ciudadanos (10 escaños).
En sus primeras declaraciones, desde un andamio colocado frente a la sede del partido en Madrid, Sánchez celebró haber vuelto a ganar las elecciones pero añadió que desbloquear la legislatura es ahora responsabilidad de “todos los partidos”. Y admitió que“ los españoles han dicho a través de las urnas que quieren que [la formación de Gobierno] dependa de distintas formaciones políticas”. Por eso prometió “generosidad” y “responsabilidad” para que “esta vez sí o sí” haya un “Gobierno progresista”. Para conseguir ese objetivo, señaló, “llamará a todas las fuerzas políticas” salvo a Vox.
Visiblemente molesto por la insistencia de los seguidores socialistas congregados en la calle Ferraz que le gritaban “¡Con Casado no!” y “¡COn Iglesias sí!”, Sánchez les pidió que le dejasen terminar y evitó rechazar expresamente un acuerdo con el Partido Popular.
Por comunidades autónomas, los socialistas han perdido un escaño en cinco territorios (Madrid, Baleares, Navarra, Ceuta y Cantabria) pero han ganado uno en Andalucía y otro por Aragón.
El PSOE obtiene 92 senadores electos y pierde la mayoría absoluta en la cámara
Los electores han negado a Sánchez la “mayoría fuerte” que les pidió para desbloquear la situación política y seguir defendiendo el Gobierno en solitario que defendió en la última legislatura frente al Ejecutivo de coalición que reclamaba Unidas Podemos. Y le han privado del apoyo que ansiaba para no tener que depender de los escaños independentistas.
La estrategia socialista, que pasaba por rentabilizar la repetición electoral sacando partido de la institucionalidad, que supuestamente iba a a primar a Sánchez por estar en la Presidencia, como le ocurrió a Mariano Rajoy en 2016, se ha revelado como un error.
El PSOE ha perdido además la mayoría absoluta en el Senado al pasar de 123 a 97 escaños. Aún sumando sus 18 senadores autonómicos tendrá que buscar el apoyo dos dos o más partidos si quiere volver a dirigir la Cámara Alta.
Pedro Sánchez apenas ha conseguido salvar este domingo los muebles. Después de una repetición electoral de alto riesgo, el PSOE ha vuelto a ganar las elecciones generales pero ha visto cómo se reducía su renta del 28 de abril: ha perdido tres escaños (se queda con un grupo parlamentario de 120 diputados) y un porcentaje de votos (28%) muy poco por debajo de las elecciones anteriores (seis décimas menos). Con el escrutinio al 99,96%, los socialistas han perdido unos 760.000 votos.