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39º Congreso Federal del PSOE

Sánchez plantea que el PSOE lidere una alianza social de progreso para sustituir "cuanto antes" al PP en el Gobierno

Sánchez, rodeado de su equipo, el pasado domingo en Ferraz.

Ibon Uría

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quiere enmendar la ponencia del 39º Congreso Federal para que su partido se marque, oficialmente, el objetivo de cimentar una "alianza social de progreso" que acerque a los socialistas "cuanto antes a la sustitución del PP en el Gobierno de España". El líder elegido en las primarias del pasado domingo asegura que "la socialdemocracia no tiene ningún problema con el pluripartidismo" y se propone recuperar para sí "el voto de la izquierda en España": "Los socialistas no renunciamos a vertebrar y liderar el cambio que exigen millones de personas", señala.

Así figura en la propuesta de enmiendas a la ponencia marco del cónclave federal que el equipo de Sánchez presentó este jueves [ver en PDF]. Desde este pasado miércoles y hasta el domingo, en las agrupaciones locales y comités provinciales socialistas se elige a los delegados al cónclave y se proponen cambios al texto elaborado por encargo de la comisión gestora y coordinado por Eduardo Madina y José Carlos Díez. Los sanchistas quieren que en la hoja de ruta política y económica oficial del partido figuren muchas de las medidas y reflexiones del documento político de la candidatura.

La presentación de estas propuestas de enmienda, donde Sánchez y los suyos consideran que "los adversarios del proyecto del PSOE" son "el capitalismo neoliberal y el conservadurismo del PP" y reclaman echar "cuanto antes" a los conservadores del Gobierno, se produce en la misma jornada en la que Compromís solicitó a Podemos que aplace la moción de censura a Rajoy y pidió al PSOE un gesto de que quiere echar al actual presidente. Sin embargo, por ahora, el grupo morado tiene previsto seguir adelante con su actual moción y los socialistas han confirmado que no la apoyarán, aunque se debaten entre el no y la abstención.

De la versión definitiva del texto sanchista se han caído referencias a Podemos y sus confluencias que sí figuraban en un documento previo, remitido a los inscritos en su web en la tarde del miércoles [ver en PDF]. En ese texto se apuntaba que el partido morado y sus votantes no son los "enemigos" de los socialistas, y que las relaciones entre ambas organizaciones no debían basarse "en el desprecio y el aniquilamiento mutuo". Sin embargo, lanzaba una crítica a la dirección actual dirección al asegurar que "parece perseguir más su propio protagonismo que un genuino deseo de búsqueda de alianzas".

De hecho, y expresamente sobre la moción de censura, se afirmaba que era un ejemplo de que Podemos se arroga en ocasiones "una iniciativa política que no le corresponde", y se calificaba esta iniciativa parlamentaria de "simulacro completamente ineficaz" y que supone una "teatralización infantil" en lugar de una "auténtica apuesta por un Gobierno de progreso". "Ese no es el camino para llegar a alternativas de progreso", se zanjaba.

Sí se mantiene en el documento final, en cambio, otro párrafo en el que se señala que Podemos, junto a movimientos como el 15-M u Occupy Wall Street, es una reacción a los "destrozos humanos y sociales cada vez mayores y más insopotables, que están dando lugar a una ola de malestar y desafección política", pero que carece de una "propuesta solvente, creíble y factible para la acción política rectificadora que ahora se requiere". Fuentes del equipo de Sánchez atribuyeron los cambios entre el texto inicial y el definitivo a que se algún fragmento se "coló" mientras trabajaban "con varios documentos".

Las propuestas definitivas de las enmienda de Sánchez recuperan de forma literal la idea de conformar una "alianza social de progreso" que ya incluía el documento de su candidatura, así como el planteamiento de potenciar el entendimiento con los sindicatos UGT y CCOO. El equipo del secretario general considera que, en todo caso, es necesario que el PSOE mantenga su "autonomía" y sus "señas de identidad". 

Reforma de la Constitución

En cuanto al modelo territorial, las enmiendas propuestas por Sánchez inciden en la misma fórmula que empleó en el documento política de su candidatura. El líder del PSOE quiere que la Constitución mejore el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado manteniendo siempre "que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español", y reivindica además la propuesta de reforma de la Carta Magna en clave federal que los socialistas pactaron en 2013 y reflejaron en la conocida como declaración de Granada, que "puede y debe ser la solución de una España orgullosa de su diversidad", reza el texto.

Además, y aprovechando que se abre el melón de la reforma constitucional, Sánchez quiere que se reconozcan en la ley con carácter de fundamentales derechos sociales como "el derecho a la protección de la salud, a los servicios sociales, a las pensiones y a una garantía de ingresos como derechos de la ciudadanía española, sin que puedan ser limitados por circunstancias laborales, familiares o territoriales".

Finalmente, y también en relación con Cataluña, Sánchez quiere que los ciudadanos que se sienten "a la vez catalanes y constitucionalistas retomen la iniciativa". En esa posición encuadra al PSC, con el que propone que se mantenga el protocolo de unidad firmado entre ambos partidos en 1978 y actualmente recogido en los estatutos del PSOE, lo que a priori podría significar que la última modificación al acuerdo bilateral entre Ferraz y Nicaragua, derivado de las tensiones por el no de los socialistas catalanes a la investidura de Rajoyno  e impulsado por la gestora, quedaría sin efecto.

Conferencia de Organización

La relación entre PSOE y PSC no el único asunto de la vida orgánica que ha suscitado polémica en los últimos tiempos. Cuestiones como los avales de las primarias, la duración de las gestoras o las consultas a la militancia han provocado debates internos. En las enmiendas que proponen a la ponencia del partido, los de Sánchez plantean que se celebre una conferencia específica sobre el modelo de organización y los estatutos del partido "en el plazo máximo de un año" a partir de la celebración del Congreso Federal, aunque todos los cambios acordados en el cónclave surtiría efecto "desde el momento de su aprobación".

Entre los cambios concretos, por ejemplo, la revocación del mandato de un secretario general por parte del Comité Federal tendría que ser acordada por el 51% de miembros de ese órgano y, posteriormente, debería ser aprobada por la mayoría de la militancia en una consulta a celebrar en un tope de 15 días. Si finalmente el líder del partido cayera, la gestora asumiera las riendas del PSOE no podría prolongarse más de 90 días. El censo de militantes y afiliados, además, quedaría congelado desde el inicio del mandato de la dirección interina.

Por último, se propone una amplia regulación de las elecciones primarias. Los militantes y simpatizantes, por ejemplo, elegirían en primarias abiertas a los candidatos a la Presidencia del Gobierno, las presidencias autonómicas, las alcaldías y al cabeza de lista del Parlamento Europeo. Las primarias a la Secretaría General, por su parte, serían a dos vueltas y con un mínimo y un máximo de avales en la primera vuelta. Además, los candidatos con un cargo orgánico quedarían suspendidos de sus funciones durante el proceso interno.

Sánchez también incluye críticas a la comisión gestora nombrada por el Comité Federal del pasado 1 de octubre. El documento se refiere a ese proceso previo como los "acontecimientos que culminaron en las reuniones del Comité Federal de octubre de 2016" y sostiene que la dirección interina fue "nombrada y mandatada" de un "modo que no se corresponde ni con las reglas, ni con la cultura socialista". Asegura además que la gestora, que aún preside Javier Fernández, se "extralimitó" en sus funciones, y que durante el periodo de interinidad se ha "agravado una crisis interna que hay que cerrar cuanto antes, apostando por la integración real".

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Guiños a la izquierda

La ponencia que resultaría de la aplicación de los cambios propuestos por Sánchez incluiría numerosos guiños a la izquierda. Entre otras medidas se propone derogar la reforma laboral y la reforma de las pensiones del PP, aplicar un salario mínimo interprofesional de 1.000 euros para 2020, lograr la jornada de 35 horas semanales para esa misma fecha e impulsar un ingreso mínimo vital para las familias sin ingresos como primer paso para una posible renta básica universal. También habla de modificar el artículo 135 de la Constitución para "garantizar la estabilidad presupuestaria y la estabilidad social".

Sánchez quiere elevar el gasto en Educación y que las matrículas universitarias tengan un precio meramente simbólico. Propone igualmente la existencia de una banca pública, la derogación del concordato con la Santa Sede y recuperar, para las mujeres de 16 a 18 años, el derecho a interrumpir libremente un embarazo sin necesidad de contar con autorización de sus tutores legales. Hay también una enmienda que reclama cerrar las centrales nucleares antes de 2028 y sustituir la energía que aportan con fuentes renovables, y otra que pide que, por ley, los servicios públicos sean gestionados preferentemente por empresas públicas o mixtas.

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