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Sánchez y UP buscan un acuerdo rápido sobre el 'sí es sí' con "retoques" al alza de penas mínimas

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“Absoluta determinación” para cambiar la ley del ‘sí es sí’. Esta señal sale del Palacio de La Moncloa sobre el paso dado por el ala socialista de llevar al Congreso una reforma de la norma para evitar a futuro los “efectos indeseados” y aumentar las penas después del goteo de revisiones a la baja que ha supuesto su aplicación. Con un efecto inmediato este mismo lunes: el Ministerio de Igualdad se ha abierto a reformas del Código Penal para tocar las “penas mínimas”, mientras se conserve el núcleo del consentimiento.

La orden de Pedro Sánchez ha sido clara: hay que modificar la ley de manera rápida y quirúrgica. Por eso, el PSOE va a registrar una proposición de ley en el Congreso de manera inmediata con la que se retocará la normativa en vigor. La idea que tienen en el ala socialista, según fuentes del Ministerio de Justicia, es que corregirán aspectos “puntuales”, pero “en ningún caso se va a tocar el consentimiento”, que seguirá siendo el “corazón” de la norma.

Desde Justicia se destaca que todo seguirá siendo considerado “agresión” (no se trata de volver a la distinción anterior entre agresión y abuso). Pero el objetivo es penar más duramente los casos en los que concurra violencia e intimidación o anulación de la voluntad de la víctima. De esta manera, entienden en la parte socialista, se podrán evitar rebajas a futuro como ha sucedido hasta el momento. Las fuentes resaltan: “Eso evita que se pueda recurrir a penas más bajas. La clave es tener esto en cuenta, sin dejar de tener el consentimiento en el centro. Eso no cambia”. 

El PSOE busca una solución "cuanto antes"

Esto, no obstante, sólo afectaría a los casos que se juzguen a partir de la futura ley, ya que las actuales revisiones se tienen que mantener si son más beneficiosas para los condenados. El PSOE está dispuesto a sacar la reforma aunque Podemos no acceda, y calcula que tiene los votos suficientes. Pero a última hora del lunes el Ministerio de Igualdad abrió una rendija, a pesar del ‘no’ de Irene Montero durante el fin de semana, a retocar las penas mínimas.

"Hemos presentado propuestas, no puedo detallar pero sí que tenían que ver tanto con la vigencia del derecho transitorio, con su posible ubicación en el título preliminar, como con algún retoque en las penas mínimas, que son a las que están huyendo estas sentencias que insistimos en que son una minoría", explicó la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.

Tanto ella como la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez ‘Pam’, rechazaron cualquier propuesta que ponga en riesgo el consentimiento como centro de la norma. Desde el Gobierno y el PSOE se insiste en que no se va a tocar el “corazón” de la norma en ese sentido.

En La Moncloa subrayan que van a buscar el acuerdo, en tanto que el PSOE quiere llevar la norma “cuanto antes” al Congreso. De hecho, la fórmula elegida de la proposición de ley es para que vaya mucho más rápido en la tramitación parlamentaria y tener que evitar trámites previos como el informe del Consejo de Estado. No se trata de una mera maniobra de presión o un órdago: los socialistas van en serio y la registrarán. De hecho, fuentes del partido explican que no todos en Unidas Podemos piensan como Montero. Durante las últimas semanas se han mantenido conversaciones con las distintas sensibilidades y en el PSOE dan a entender que Yolanda Díaz estaría con ellos por este cambio (la vicepresidenta segunda guarda silencio durante estas horas) y otros espacios de la izquierda, como IU o los ‘comunes’. Además, los socios de investidura se han pronunciado a favor de cambios en su mayoría.

En La Moncloa, según fuentes consultadas, esperan que se llegue pronto a un acuerdo. Dicen, además, que no quieren hacer “ruido” con las discrepancias con Podemos y subrayan que se busca trabajar con “toda la implicación” entre el Ministerio de Justicia e Igualdad. “Queremos llegar a una solución juntos”, remarcan después de las horas de tensión entre los socios. Por eso, no entran a criticar a Montero y no van a decir nada que pueda dificultar un acuerdo.

Además, recalcan en el entorno de Sánchez que “no” ven riesgo de que esto pueda derivar en una ruptura del Ejecutivo de coalición. Y comentan que son muy conscientes de la “alarma social” que ha suscitado esta cuestión en la calle.

Los socialistas se quieren dar prisa después de meses de desencuentros internos. Según fuentes gubernamentales, la ministra de Justicia, Pilar Llop, lleva hablando con la titular de Igualdad desde el pasado mes de noviembre para hacer cambios en la ley. Además, ha habido reuniones entre técnicos desde entonces, sin lograrse un acuerdo final. Pero en el Palacio de Parcent esperan que se pueda llegar a ese pacto. Desde Igualdad también se reveló que han enviado hasta tres propuestas con cambios en el Código Penal, pero sin que se toque el consentimiento y abiertos a esos retoques sobre las penas mínimas.

Podemos se mueve tras la presión del PSOE

En un primer momento, Podemos cerraba la puerta a realizar cualquier cambio que implicase una modificación penal en la ley. “Una modificación penal no resuelve ningún problema ni va a evitar revisiones”, aseguró la coportavoz de Podemos y miembro del equipo del Ministerio de Igualdad, Isabel Serra, en rueda de prensa tras la Ejecutiva del partido en la mañana del lunes. Sin embargo, horas más tarde, desde el departamento de Irene Montero abrían la posibilidad de introducir cambios. “Llevamos trabajando desde diciembre en propuestas de reforma del Código Penal. Tres tipos de reforma”, aseguró ‘Pam’, que defendió la necesidad de alcanzar un acuerdo con el ala socialista tras conocerse los planes de Sánchez: “Vamos a hacer lo posible”.

Por su parte, Rosell explicó que algunas de sus propuestas tenían que ver “con algún retoque en las penas mínimas” y admitió que “hay margen” para tocar el Código Penal. “Hay algunas cláusulas, no en el tipo básico, pero de algunos delitos más graves”, especificó. “Tenemos que superar este espacio intermedio sin cargarnos un sistema que es una buena noticia para las mujeres y que está en riesgo si volvemos a meter violencia e intermediación”, arguyó.

Lo cierto es que, hasta ahora, Podemos ha sido la única formación que se negaba a implementar cambios en el espectro de los socios. Otros partidos que también forman parte del grupo confederal sí se han mostrado a favor de realizar alguna “modificación puntual” en la norma. Esa fue la posición expresada por la portavoz federal de Izquierda Unida (IU), Sira Rego: “Puede ser oportuno corregir algún aspecto de la ley”, ha señalado en rueda de prensa. Formaciones como los comunes han preferido guardar silencio, al igual que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Desde su equipo han señalado que se estaba “trabajando coordinadamente con Igualdad”.

Todos los socios del Ejecutivo abogan por realizar cambios

Cuando la ley del ‘sí es sí’ llegó al Pleno del Congreso el pasado mes de agosto, logró 205 votos a favor: los de PSOE y Unidas Podemos junto a los de Esquerra Republicana, PNV, EH Bildu, Ciudadanos, Junts Per Cataluña, Compromís y Más País. Todas estas formaciones abogan ahora por implementar cambios, por lo que el Ejecutivo podría contar, de nuevo, con su apoyo para avalar la proposición de ley anunciada por los socialistas.

Fuentes de la máxima dirección de ERC se muestran “dispuestos a mejorar la ley”, si bien aseguran que la ley es “necesaria” pese a que se hizo con “precipitación". “No es la primera ni la última vez que ocurre y el tema lo requería”, aseguran. En ese sentido. comentan que no “se apuntarán” a la campaña del “poder judicial y mediático” para tratar de denigrar la ley.

Un análisis compartido por EH Bildu. “No vamos a participar en la campaña orquestada por la derecha política, mediática y judicial contra las políticas feministas”, resumen fuentes de la formación abertzale. “Creemos que es una buena ley que pone el consentimiento y los derechos de las mujeres en el centro”, prosiguen. Con todo, se abren a introducir “modificaciones legales” dirigidas “únicamente a cambios jurídicos que eviten las interpretaciones erróneas de algunos jueces”: “Estas modificaciones deberán contar siempre con el visto bueno del Ministerio de Igualdad”, señalan. 

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Desde el PNV también ven necesaria esta modificación. Así lo señaló la pasada semana su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, partidario de “hacer una reflexión” sobre la ley e introducir "un retoque" para que "no haya ninguna duda ante los juzgados”. Y lo indicó también este lunes el portavoz de Compromís, Joan Baldoví: “No pasa absolutamente nada si la ley se retoca para que las consecuencias no deseadas por la norma se puedan corregir. Estamos abiertos a respaldar y votar esas propuestas”, valoró.

También lo ven así desde Más País. “Estamos a favor de mejorar la ley”, sostienen fuentes del partido. Nos parece bien estudiar mejoras sin tocar, claro está, el consentimiento y evitar los efectos imprevistos que a nadie han gustado”, mantienen desde la formación dirigida por Íñigo Errejón. Aun así, insisten en que “la ley es buena”, y por ese motivo la apoyaron en el Congreso.

Desde Junts defienden que esta ley "es mejorable y se tiene que mejorar": "Esta ley es un claro ejemplo y el resultado de la manera de gobernar de PSOE y Podemos. Se legisla rápido y mal", mantienen fuentes del partido catalán, pese a que votaron favorablemente la norma.

“Absoluta determinación” para cambiar la ley del ‘sí es sí’. Esta señal sale del Palacio de La Moncloa sobre el paso dado por el ala socialista de llevar al Congreso una reforma de la norma para evitar a futuro los “efectos indeseados” y aumentar las penas después del goteo de revisiones a la baja que ha supuesto su aplicación. Con un efecto inmediato este mismo lunes: el Ministerio de Igualdad se ha abierto a reformas del Código Penal para tocar las “penas mínimas”, mientras se conserve el núcleo del consentimiento.

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