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Sectores del PP critican el fichaje de Álvarez de Toledo y creen que su discurso sobre el catalán llevará a "perder votantes" en Barcelona

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El fichaje de la periodista y exdiputada Cayetana Álvarez de Toledo como cabeza de lista al Congreso del PP por Barcelona no ha sido acogido por igual en el partido liderado por Pablo Casado. Mientras los más fieles al presidente de los conservadores están convencidos de que es el "revulsivo" que necesitan en Cataluña para levantar una formación casi residual, otros sectores creen que es una operación de "alto riesgo" que puede llevarles a "perder votantes" en Barcelona. En las elecciones generales de junio de 2016, el PP se hizo con cuatro de los 31 escaños que reparte Barcelona. Y el panorama ahora pinta peor.

Dos son los elementos clave sobre los que descansa este malestar entre algunos dirigentes del principal partido de la oposición. Uno: el hecho que la candidata haya sido extremadamente crítica con la gestión de Mariano Rajoy en el partido y en el Gobierno. Pero no solo con el expresidente. El propio Casado también fue objetivo de algunos de sus dardos. Y dos: que haya destacado que no sabe catalán. Fue el pasado sábado en Madrid cuando Álvarez de Toledo, que tuvo un papel protagonista en la presentación de cabezas del lista al Congreso por el PP, defendió que "cuántas más veces digan 'Cayetana es de fuera, no habla catalán, no tiene derecho a representarnos', más poderoso" será el sentido de su candidatura.

Este lunes, el líder del PP salió en su defensa en un acto público en Pozuelo (Madrid). Ella, dijo, ha sido "clave en favor de las manifestaciones en Cataluña" y "tiene mucho más claro lo que se tiene que hacer en Cataluña que los independentistas". 

De la "catalanidad" al "pedigrí madrileño"

Casado no entró al fondo de la cuestión que se le preguntaba –si puede ser "un activo" para la candidata no hablar catalán y no ser de Cataluña–. Sí exigió que "nadie" pregunte a su candidata por su "catalanidad" al igual que nadie lo hizo con el "pedigrí madrileño" de la ministra Meritxell Batet cuando fue en la lista por Madrid.

Hasta la fecha, el único miembro del PP que ha exhibido en público su malestar ha sido el eurodiputado Santiago Fisas. Según había escrito en su cuenta de Twitter "decir que no hablar catalán" daba más sentido a su candidatura "es un desprecio a Cataluña y a la lengua catalana". "Así no se combate la autodeterminación", terminaba.

 

En el PP intentaron ayer restar peso a las declaraciones de Fisas destacando la "valentía" de los políticos que están dispuestos a presentarse bajo las siglas del partido en Cataluña, un destino que no es nada "cómodo". Pero el eurodiputado no está solo en su percepción. Otros dirigentes del PP admiten, en privado, que "presumir de que no se habla catalán" no es un buen mensaje. Coinciden estas fuentes en la delicadeza de pronunciamientos como este cuando muchos de los votantes a los que aspiran a conquistar hablan catalán.

Álvarez de Toledo respondió al parlamentario europeo, también por Twitter, que sus palabras no se correspondían a lo que ella había dicho realmente. Y le adjuntó la literalidad de las mismas.

"Querido Santiago Fisas, quizás quieras rectificar después de saber que esto es lo que dije y no lo que los hermeneutas habituales dicen que dije. Como tú bien sabes, con mentiras no se combate la mentira fundacional del nacionalismo", puede leerse en la red social de la candidata.

 

Cuentan fuentes conocedoras del proceso que ha culminado con el regreso de Álvarez de Toledo al PP de Casado que con su fichaje el partido pretende "hacer una apuesta muy clara" en Cataluña en un momento clave en el que la campaña, tanto de las generales como de las europeas y autonómicas y municipales va a estar muy condicionada por la situación en Cataluña y por el juicio del procés que se celebra en el Supremo. Y que en este mismo contexto habrá que entender otros de los anuncios de candidaturas que el partido irá haciendo en los próximos días. Una "apuesta muy clara" en la que Casado sabe que se juega que el PP catalán crezca o sea todavía más irrelevante.

Más "riesgos" que "ventajas"

Dirigentes consultados por infoLibre ponen esta estrategia en cuarentena al considerar que, sobre el papel parece tener más "riesgos" que "ventajas". Y se preguntan, entre otras cuestiones, hasta dónde va a llegar el discurso de Álvarez de Toledo respecto a la lengua de los catalanes. Una de las dudas que han surgido en los últimos días es si la candidata dejará las silla del PP vacía en debates con sus rivales políticos si estos tienen lugar en catalán o si en cambio acudirá y hablará en castellano.

Hasta que Casado desvele el mapa completo de las candidaturas, una de las principales dudas que surgen de los números uno al Congreso es la de por qué Dolors Montserrat, portavoz en la Cámara Baja, no está en esa lista. Hasta el anuncio del fichaje de Álvarez de Toledo la idea más extendida es que ella sería la número uno por Barcelona.

Este lunes, en una entrevista concedida a El Programa de Ana Rosa (Telecinco), la candidata admitió no haber hablado con Dolors Montserrat. En la misma cadena insistió en que "nadie puede impedir a un español defender España desde todos los rincones". "Las cosas en el partido han cambiado mucho. Además, yo llevo muchos años dedicándome a la lucha del separatismo y vengo a intentar reivindicar la convivencia y el derecho de ciudadanía de todos los españoles que se sienten españoles", justificó su vuelta a la primera línea de la política.

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En Génova insisten en que es estilo de Casado no encaja con aparcar a la gente que le ha sido leal y que ese es el caso de la exministra de Sanidad. Todas las quinielas la ubican en la lista al Parlamento Europeo. Pero la última palabra la tiene Casado, como la tenía Rajoy en su etapa como jefe de los conservadores.

En el mismo acto público en el que el líder del PP defendió a Álvarez de Toledo, se mostró visiblemente incómodo cuando se le cuestionó por el malestar interno por haber prescindido de referentes del marianismo o dirigentes que apoyaron a Soraya Sáenz de Santamaría en la segunda fase de las primarias. Aseguró que en el PP "todo el mundo tiene y ha tenido su sitio". "Aquellos que deciden abandonar la política lo han hecho con mi pesar porque hubieran sido excelentes candidatos", mantuvo.

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Tras recordar que ganó el congreso de julio, dijo sentirse "mayoritariamente respaldado" por su partido frente "a los partidos que hacen pucherazos y las formaciones que alientan el transfuguismo o que han hecho una auténtica purga en sus listas". 

Casado subrayó que solo hay dos personas que pasarán de ser diputados en el Congreso para encabezar la candidatura al Senado, una alusión a Fernando Martínez-Maillo (Zamora) y Carlos Floriano (Cáceres), aunque no los citó expresamente.

"De 52 candidaturas, que dos pasen del Congreso al Senado, creo habría que analizar un poco los términos que se utilizan, incluso a la hora de valorar lo que hace un partido político. Lo digo sin acritud", mantuvo, para agregar que "a veces se extienden unas informaciones que no tienen nada que ver con la realidad".

El fichaje de la periodista y exdiputada Cayetana Álvarez de Toledo como cabeza de lista al Congreso del PP por Barcelona no ha sido acogido por igual en el partido liderado por Pablo Casado. Mientras los más fieles al presidente de los conservadores están convencidos de que es el "revulsivo" que necesitan en Cataluña para levantar una formación casi residual, otros sectores creen que es una operación de "alto riesgo" que puede llevarles a "perder votantes" en Barcelona. En las elecciones generales de junio de 2016, el PP se hizo con cuatro de los 31 escaños que reparte Barcelona. Y el panorama ahora pinta peor.

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