¿Quiénes son los diez dirigentes que elaboran la guía ideológica para el Congreso del PSOE?

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Ibon Uría

¿Cuál debe ser el papel de la socialdemocracia en Europa? ¿Qué es el populismo? ¿Qué significan y cómo afectan al PSOE los nuevos proyectos políticos surgidos en los últimos tiempos en España? Son algunas de las preguntas para las que la gestora del PSOE busca respuestas. La dirección interina de Ferraz considera que el próximo Congreso Federal –aún sin fecha– tiene que servir para reflexionar en profundidad sobre el proyecto socialista y redefinir las líneas maestras del partido, y ha encargado a un grupo de diez personas que elaboren un documento que sirva de guía o "mecha" para la ponencia política del cónclave.

Los elegidos son Mario Jiménez, portavoz de la gestora; Rosa Conde, que fue portavoz del Gobierno con Felipe González; Matilde Fernández, que fue ministra también con González; Ramón Jáuregui, a quien la gestora entregó la portavocía en el Parlamento Europeo en octubre; el diputado vasco Eduardo Madina; la exdiputada y profesora de Derecho del Trabajo Luz Rodríguez; Rafael Simancas, con escaño en el Congreso por Madrid; el que fuera jefe de gabinete del presidente Zapatero, José Andrés Torres Mora; el sociólogo y también diputado Ignacio Urquizu, y Amelia Valcárcel, filósofa y miembro del Consejo de Estado.

La cúpula transitoria de Ferraz no les ha pedido un informe demasiado extenso, más bien al contrario: las fuentes consultadas por infoLibre señalan que el objetivo es redactar un texto de no más de 10 o 12 folios que trace una "reflexión general" sobre la situación actual. Por eso, prosiguen estas fuentes, las personas elegidas no son en su mayoría de tipo técnico, sino que tienen un perfil más multidisciplinar, lo que explica que haya mayoría de sociólogos y politólogos.

Las reuniones se celebran en la sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid. Los trabajos comenzaron en noviembre, como adelantó El Confidencial, y quien actúa como coordinador del grupo es Jiménez, hombre fuerte de Susana Díaz en la dirección interina que este domingo cumple tres meses al frente del partido. Sobre Urquizu recae, por su parte, la tarea de "ensamblar" las distintas partes que se van redactando durante las sesiones de debate. Por ahora tienen ya listo un primer borrador que se "afinará" en próximas reuniones antes de entregárselo a la gestora. No hay una fecha límite, pero los plazos no se dilatarán demasiado.

Con la coordinación de este grupo, Mario Jiménez suma una tarea más a un listado cada vez más extenso. Portavoz parlamentario del PSOE en el Parlamento de Andalucía, es además portavoz de la comisión gestora y responsable de Organización de la dirección interina, aunque en esta última tarea tiene como mano derecha a la gallega Laura Seara. Con Javier Fernández –presidente de la comisión– dividido entre Asturias y Ferraz, sobre Jiménez recaen buena parte de asuntos del día a día del partido. Los críticos le han acusado en varias ocasiones de actuar de forma unilateral e imponer su criterio al resto, también en la gestora.

Urquizu y Madina, valores en alza

Ignacio Urquizu y Eduardo Madina, por su parte, son dos de las figuras que quiere impulsar el partido en la nueva etapa. Ambos son relativamente jóvenes –el primero de ellos tiene 38 años y entró por primera vez en el Congreso tras las elecciones del 20D, mientras que Madina, con mayor trayectoria orgánica, cumplirá 41 a principios de enero– y tienen algo en común: estuvieron distanciados de Susana Díaz en algún momento, y ahora o están claramente en su órbita –caso de Madina– o, al menos, la gestora considera que puede integrarlos en el sector mayoritario del partido –como sucede con Urquizu–.

El diputado aragonés, de hecho, llegó a sonar como posible candidato de una tercera vía para liderar el PSOE a principios del verano, cuando cuadros intermedios que consideraban que ni Pedro Sánchez ni Susana Díaz eran la mejor alternativa hicieron sonar su nombre y mantuvieron algunos contactos en fase "incipiente". A su favor tenía el componente de renovación generacional. Su surgimiento, de hecho, habría evocado de alguna forma al de Nueva Vía el grupo de jóvenes que impulsó a Zapatero en 2000. En el PSOE valoran además su formación: es doctor en Sociología y colaboró con la Fundación Alternativas.

En el caso de Madina la historia es más conocida. Después de que el vasco pactara con Rubalcaba el formato de "un militante, un voto" para las primarias de 2014 y no cediera el paso a Susana Díaz, la líder andaluza se volcó con Sánchez y también lo hicieron los territorios que habían pedido que diera el paso adelante a la presidenta de la Junta. Sánchez ganó de forma clara aquella batalla, y lo hizo fundamentalmente gracias al apoyo masivo del socialismo andaluz. Después Madina y Díaz se reconciliaron precisamente porque compartían la necesidad de poner fin a la etapa de Sánchez. Y ahora Madina está en la órbita de la dirigente andaluza.

Experiencia de etapas anteriores

También ha recuperado peso tras la llegada de la gestora Ramón Jáuregui (San Sebastián, 1948), un hombre muy vinculado a Alfredo Pérez Rubalcaba y que ocupó distintos cargos en el Gobierno Vasco en la etapa de José Antonio Ardanza (PNV), cuando fue además secretario general de los socialistas vascos (1988-1997). Después fue diputado en el Congreso y, durante una breve etapa (2010-2011), fue ministro del Gobierno con Zapatero. En las elecciones europeas de 2014 fue el número dos, por detrás de la candidata, Elena Valenciano. Con la llegada de la gestora a Ferraz, se convirtió en el portavoz del PSOE en la eurocámara.

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Torres Mora, en cambio, está muy vinculado a Zapatero, de quien fue jefe de su gabinete. Diputado por Málaga desde 2004, doctor en sociología y profesor en la Universidad Complutense, fue además uno de los ideólogos del expresidente, cuya figura ha reivindicado repetidamente, incluso cuando la dirección del partido decidió dejarlo en segundo plano bajo la dirección de Sánchez.

Precisamente de Sánchez acabaron distanciados dos de los otros integrantes del equipo al que la gestora ha encargado el documento de reflexión de cara al congreso: Rafael Simancas y Luz Rodríguez. El primero de ellos, diputado por Madrid, fue quien recibió el encargo de Ferraz de pilotar una gestora en la federación madrileña cuando Sánchez fulminó a Tomás Gómez, pero acabó distanciado del entonces secretario general. Rodríguez, por su parte, fue una de las más estrechas colaboradoras de Sánchez, pero acabó alejada de él cuando fue excluida de la lista por Madrid para el 20D, una plancha electoral para la que Sánchez fichó a la exdiputada de UPyD Irene Lozano.

El grupo lo completan Rosa Conde, Matilde Fernández y Amelia Valcárcel. Las dos primeras proceden de la etapa de Felipe González. Conde, representante de la vieja guardia del partido, fue ministra portavoz del Gobierno entre 1988 y 1993. Durante ese mismo periodo, Fernández –destacada guerrista y que compitió por la Secretaría General en el Congreso que aupó a Zapatero a la Secretaría General– ocupó el cargo de ministra de Asuntos Sociales. Valcárcel, reputada catedrática de Filosofía, feminista y consejera de Estado, es finalmente la menos política de los diez integrantes del grupo de trabajo, aunque también ha estado largamente vinculada al PSOE, partido con el que fue consejera de Educación del Principado de Asturias entre 1993 y 1995.

¿Cuál debe ser el papel de la socialdemocracia en Europa? ¿Qué es el populismo? ¿Qué significan y cómo afectan al PSOE los nuevos proyectos políticos surgidos en los últimos tiempos en España? Son algunas de las preguntas para las que la gestora del PSOE busca respuestas. La dirección interina de Ferraz considera que el próximo Congreso Federal –aún sin fecha– tiene que servir para reflexionar en profundidad sobre el proyecto socialista y redefinir las líneas maestras del partido, y ha encargado a un grupo de diez personas que elaboren un documento que sirva de guía o "mecha" para la ponencia política del cónclave.

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