En el imaginario popular se suele asociar a los políticos con personas que buscan poder, fama y dinero. Una élite alejada de las preocupaciones de la ciudadanía, que vive en su propia burbuja en consonancia con empresarios y medios de comunicación, pero que no conoce a la “España real” ni tiene tampoco sus mismos problemas. En un esfuerzo por conectar más con los votantes, la llamada nueva política renunció a los privilegios que por tanto tiempo habían acompañado a los cargos institucionales como los coches oficiales o la conexión de internet gratuita en sus hogares.
Podemos fue un paso más allá en sus estatutos y estableció un baremo para que sus cargos no pudieran cobrar más de tres veces el Salario Mínimo Interprofesional, teniendo que donar el resto a las arcas del partido. Un protocolo que recientemente fue sustituido por la obligación de destinar el 15% del salario para miembros con responsabilidades dentro de gobiernos, como es el caso de ministros, y de un 20% a un 50% en el caso de cargos electos.
Los morados han tratado, así, de situar el foco en el sueldo de los políticos. Unos salarios que, si bien están bastante por encima de la media española, son más bajos que otros países de nuestro entorno. En este sentido es especialmente llamativo el caso de los miembros del Gobierno, cuyos salarios no sólo son inferiores al de sus homólogos europeos, sino que también son menos generosos que los de otros cargos institucionales con menor responsabilidad y exposición mediática en España.
El Gobierno se subirá el sueldo un 2% a partir de 2022
Actualmente el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, cobra 84.845 euros brutos anuales, unos 7.000 euros brutos mensuales al no contar con pagas extraordinarias (por lo que, aproximadamente, recibe unos 4.680 euros al mes netos). En el caso de las tres vicepresidentas la cantidad asciende a 79.746 euros brutos anuales. El resto de ministros perciben un poco menos: 74.858 euros. El socialista se sitúa, así, en un salario muy inferior al de sus homólogos europeos como el presidente de Reino Unido, Boris Johnson (180.000 euros al año), la canciller alemana, Ángela Merkel (350.000), el presidente francés, Emmanuel Macron (142.ooo) o el primer ministro portugués, Antònio Costa (91.ooo).
Un sueldo que aumentará, ligeramente, con la aprobación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado, que prevé un incremento del 2% en el salario del presidente del Gobierno y de sus vicepresidentas y ministros, el mismo que se verá reflejado en las nóminas de los empleados públicos el próximo año. El Ejecutivo renunció a aplicar la subida el pasado año (un 0,9%) que sí estableció para funcionarios. Con esta subida, el sueldo de Sánchez superará, por primera vez, los 85.000 euros. A partir de 2022 percibirá 86.542,08 euros brutos anuales, mientras que las vicepresidentas recibirán 81.341,16 euros y el resto de ministros 76.355,28 euros.
Además, también se actualizarán los ingresos de los secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales (algunos de los cuales perciben salarios más altos que los de los propios ministros y presidente) y la cúpula de los órganos constitucionales. En el caso del Tribunal Constitucional su presidente, Juan José Rivas, cobrará prácticamente el doble que Sánchez: 160.728,12 euros brutos. La vicepresidenta del organismo, Encarnación Roca, recibirá 151.078,76 euros.
Una situación que el exministro Pedro Duque ha puesto de manifiesto a través de Twitter. "Cuando entré de ministro me asombré de que todos los demás directivos del ministerio cobraban mucho más que yo. Debe ser porque hacen este teatrito todos los años… y cada vez a los demás les suben pero a los ministros no. Falta responsabilidad para regularlo bien de una vez", alega.
Arrimadas, Almeida o Aragonès cobran más que Sánchez
El Partido Popular y Ciudadanos han tratado de impedir esta subida presentando enmiendas a los Presupuestos. Sin embargo, ambas han sido rechazadas en la Comisión del Congreso. En el Partido Popular lo han tachado de "inaceptable". Una de sus diputadas en el Congreso, Beatriz Fanjul, sacó a relucir el sueldo de algunas representantes de la izquierda como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, pese a que la propia Fanjul cobra más que ella (y también que Sánchez).
La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, censuró esta subida a través de sus redes sociales. "Hemos exigido que no se suba el sueldo al Gobierno, que ya es el más caro de la democracia. Pero Sánchez y sus socios lo han bloqueado. Dicen que no hay dinero para ayudar a los pacientes con ELA o a los autónomos, pero sí para subirse ellos el sueldo. Vergonzoso", escribió este miércoles.
Sin embargo, fue su propia formación la que en el año 2015 abogó por establecer una tabla salarial nacional para elevar el salario del presidente de 78.000 euros anuales a entre 250.000 y 300.000. Una propuesta que llegó por parte del anterior presidente del partido, Albert Rivera.
La propia Arrimadas cobra 126.582,68 euros brutos al año en 14 pagas, es decir, 40.000 euros más que Sánchez. La líder del partido naranja, que cuenta con nueve diputados en el Congreso, percibe un sueldo base de 3.050 euros por ser diputada, a los que se le unen otros 1.959 en concepto de dietas por ser parlamentaria por Barcelona. Además, también tiene derecho a percibir otros 2.897 euros al mes por ser portavoz de su grupo parlamentario y unos 1.134 adicionales al ser portavoz de una comisión. El suyo no es el único caso del Congreso: otros portavoces como Concepción Gamarra (PP), Héctor Gómez (PSOE), Iván Espinosa de los Monteros (Vox), Gabriel Rufián (ERC) o Íñigo Errejón (Más País), están por encima de los 100.00 euros anuales, según consta en el portal de Transparentia, el buscador de dinero público de Newtral.
Por otro lado, algunos presidentes autonómicos también gozan de un salario más elevado que el de Sánchez. En su caso cada territorio establece la retribución conforme a sus leyes y fija esas retribuciones a través de sus presupuestos. No hay ningún tope salarial, a diferencia de lo que ocurre con los ayuntamientos. En la actualidad seis de los diecisiete altos cargos perciben más dinero anualmente que Sánchez. El president catalán Pere Aragonés (130.ooo euros), el lehendakari vasco Íñigo Urkullu (106.000) y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (103.000), lideran la lista.
En cuanto a la retribución de los alcaldes, esta debe ceñirse al régimen retributivo de los miembros de las corporaciones locales. La legislación establece mínimos y máximos en función de la población. El máximo para los municipios de más 500.000 habitantes es de 108.517 euros anuales. La cantidad que percibe el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida. Le sigue la alcaldesa Ada Colau, con 100.000 euros al año, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, con 97.000. En el caso de Colau cabe destacar que la oposición rechazó su propuesta de bajar ese salario en 2015 y que dona el 27% del mismo.
¿Cómo ha evolucionado el sueldo de los presidentes del Gobierno?
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Los sueldos de los miembros del Gobierno se fijan en los Presupuestos Generales de cada ejercicio. El presidente que más dinero llegó a percibir fue Jose Luis Rodríguez Zapatero, con 91.982 euros brutos. Sin embargo, fue también él quien redujo un 15% el sueldo de los altos cargos del Gobierno (presidente, vicepresidente y ministros) en el año 2010 por el contexto de crisis económica. También rebajó un 10% el de los secretarios de Estado, un 9% el de los subsecretarios de Estado y un 8% el de los directores generales.
Su antecesor en el cargo, José María Aznar, percibía 83.294 euros anuales en su etapa final, tal y como se desgrana en los Presupuestos Generales para el año 2004. Y antes que él, Felipe González cobraba 11.668.584 pesetas brutas anuales, lo que equivale a 70.129 euros, según consta en los archivos del BOE consultados por infoLibre. Por su parte, el sueldo de Mariano Rajoy apenas fluctuó durante su mandato: pasó de 78.185 a 79.756 euros anuales.
El Estatuto de los Expresidentes del Gobierno, aprobado por Real Decreto 405/1992, de 24 de abril (SP/LEG/24292) establece que quienes hayan desempeñado el cargo de presidente del Gobierno, al cesar en su cargo, tienen derecho a una pensión indemnizatoria del 80% del salario anual estipulado para su cargo, asignadas durante dos años, o a un puesto en el Consejo de Estado. Asimismo también tienen derecho a 'contratar' a dos funcionarios, uno de nivel 30 y otro del 18, designados a su propuesta y una dotación para gastos de oficina, atenciones de carácter social y, en su caso, alquileres de inmuebles, en la cuantía que se consigne en los Presupuestos. Quienes no gozan de estas prerrogativas son los exministros y exvicepresidentes. Tampoco los diputados u otros altos cargos.
En el imaginario popular se suele asociar a los políticos con personas que buscan poder, fama y dinero. Una élite alejada de las preocupaciones de la ciudadanía, que vive en su propia burbuja en consonancia con empresarios y medios de comunicación, pero que no conoce a la “España real” ni tiene tampoco sus mismos problemas. En un esfuerzo por conectar más con los votantes, la llamada nueva política renunció a los privilegios que por tanto tiempo habían acompañado a los cargos institucionales como los coches oficiales o la conexión de internet gratuita en sus hogares.