Mariano Rajoy ya ha viajado tres veces a Andalucía a apoyar a su candidato a la Presidencia de la Junta, más las cinco que seguirán en campaña. Pedro Sánchez sólo compartirá escenario con Susana Díaz, y sólo en campaña, en dos ocasiones, en dos viernes: el 13 de marzo en Almería y el día 20 en Sevilla, en el cierre de la campaña. Nada más está previsto por ahora. Como tampoco está previsto que se desplace el número dos de la ejecutiva federal, el secretario de Organización, César Luena, ni otros dirigentes no andaluces.
Las relaciones entre Sánchez y Díaz no pasan precisamente por su mejor momento. Ambos llevan sin coincidir desde noviembre, cuando coprotagonizaron, el día 8, un mitin en Sevilla y presidieron, una semana más tarde, la primera reunión del Consejo de Política Federal, en Zaragoza. El distanciamiento ha sido progresivo desde entonces. La jefa de la Junta siente, como ha venido señalando su entorno, que el secretario general se ha precipitado en postularse como candidato a la Moncloa, cuando no es el momento de hablar de primarias a las generales. El PSOE andaluz también percibe que el partido no está remontando pese al relevo en el liderazgo. A ello se suma que una parte de la dirigencia del PSOE ve en Díaz la solución de futuro, como la única que puede sacar al partido de la postración, aunque ella ha insistido en que quiere quedarse en su tierra. En Ferraz las cosas se ven de otro color: creen que Sánchez está reforzándose y sacando al PSOE del agujero. El último roce entre los dos vino a cuenta de la intervención fulminante en Madrid: en Sevilla no sentó nada bien que Sánchez tomase una medida tan drástica como la de destituir a Tomás Gómez y montase una gestora en plena precampaña de las andaluzas.
Ya se veía venir que la participación de Sánchez en la campaña de las autonómicas del 22 de marzo, que comienza este viernes, iba a ser bastante reducida. No sólo por la escasa fluidez de relaciones entre los dos jefes –no ocurre lo mismo entre sus escuderos, César Luena y Juan Cornejo–, sino también porque Díaz está diseñando una campaña muy centrada en la comunidad y en torno a su figura (no en vano el hashtag es #YoConSusana), la única candidata que aprueba en las encuestas. Ella quiere rentabilizar su posible victoria, reforzarse como líder. Así que la federación más poderosa del PSOE considera que lo mejor, para salvaguardar sus expectativas electorales –los sondeos la sitúan como primera fuerza, más o menos lejos de la mayoría absoluta–, es aislarse de la dinámica nacional, no verse "contaminada" por ella. Centrar todo el tiro en lo que pasa y lo que se propone para Andalucía. Eso explica que Díaz no se haya pronunciado sobre la destitución de Gómez, aunque sí haya dado calor al nuevo candidato, Ángel Gabilondo.
"Me verán mucho por Andalucía"
El PSOE-A ha diseñado una precampaña y campaña no de grandes mítines, sino de actos sectoriales. Y Ferraz comprendió ese objetivo de "campaña puramente andaluza", como contaban este lunes fuentes de la ejecutiva en un encuentro con periodistas. La estrategia, pues, ha sido "compartida" entre Madrid y Sevilla, entre Luena y Cornejo. Ambos cerraron en los últimos días que la participación de Sánchez, pues, se redujera a dos "grandes actos" en los dos últimos viernes de campaña y en dos lugares diferentes, Almería y Sevilla, tal y como precisaron este lunes las dos direcciones. Díaz está manteniendo una intensa agenda a diario, con varios mítines. Hoy, por ejemplo, presentó el programa electoral en Sevilla [consúltalo aquí en PDF].
"Estoy a disposición del PSOE de Andalucía, de la candidata, de la presidenta de la Junta, y me verán mucho por Andalucía", dijo el secretario general el pasado 19 de febrero, cuando ya se empezaba a barruntar que su presencia en la comunidad sería limitada, como finalmente así ha sido. Cornejo, días después, afirmó que la jefa del PSOE-A no necesitaba que "nadie" fuera a rescatarla, porque no es una "desconocida", algo que sí le ocurre al presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, que requiere de la presencia de Rajoy para lanzar su candidatura.
El secretario de Organización regional, no obstante, adelantó que Sánchez participaría en la campaña "con toda normalidad", del mismo que lo han hecho los anteriores líderes del PSOE. Una "normalidad" que, en este caso, queda reducida a dos incursiones y que contrasta con la actividad de otros referentes nacionales en el PP o en IU, por ejemplo. Rajoy totalizará ocho visitas a Andalucía, y Cayo Lara y Alberto Garzón ya han arropado y seguirán haciendo a su candidato, Antonio Maíllo, en varios actos. El último, por ejemplo, fue la multitudinaria manifestación el 28-F en Sevilla, este pasado sábado, y este lunes el coordinador federal se desplazó hasta Jaén.
Conferencia Municipal, el 11 y 12 de abril en Madrid
Al margen de la participación de Sánchez en la campaña andaluza, fuentes de la dirección federal adelantaron los próximos hitos del partido en las siguientes semanas. A mediados de marzo, se pondrá en marcha el bus electoral del PSOE, que recorrerá "casi todas las provincias" de España hasta el 22 de mayo, cuando finaliza la campaña de las autonómicas y municipales. En total, se calcula que hará 25.000 kilómetros, aunque no se conoce aún ni de dónde partirá ni su trayectoria. "Casi todas las visitas" que haga Sánchez al territorio las hará a bordo de ese vehículo alquilado por el partido.
Será el autocar "del PSOE", precisaron estas fuentes, no del secretario general, de modo que estará a disposición de todos sus cargos y candidatos municipales y autonómicos. Con él se pretende desplegar una campaña "de mucha calle, de mucha movilización, en positivo y con propuestas". En la sede federal explican que la idea del bus se debe a que se cree que es el instrumento "más eficaz" de cara al 24-M. Será un vehículo especial, con 46 plazas, tres mesas para mantener reuniones de trabajo, conexión wifi, proyector, pantalla, un equipo de sonido que permite dirigirse a 500 personas. Estará también pertrechado con refuerzos de iluminación de hasta 8.000 watios (alimentado con un generador capaz de producir 30.000 watios). La dirección, no obstante, no facilitó el coste del autocar.
A finales de enero el PSOE organizó su Conferencia Autonómica. Ahora, antes de la cita del 22-M, se pretende celebrar su convención sobre pequeños municipios en Puebla de Sanabria (Zamora). El 11 y 12 de abril, tras la Semana Santa, será el turno de la Conferencia Municipal, y en Madrid. La convocatoria estaba prevista para este fin de semana y en Sevilla, pero el adelanto electoral en Andalucía hizo cambiar los planes. El PSOE-A rechazó que tuviese lugar en su comunidad, porque justo después de los comicios comenzará la negociación del nuevo Gobierno. El 18 de abril, se cerrará el círculo: se completará el despliegue con un foro de grandes ciudades, que tendrá lugar en Barcelona.
Otra fecha marcada en el calendario será la del sábado 28 de marzo: se celebrará el Comité Federal. El máximo órgano de dirección del PSOE aprobará todas las candidaturas –validadas antes por la Comisión Federal de Listas– y los programas. No está previsto que ese día se vayan a acometer cambios de la ejecutiva. En su momento, se planteó sacar a Tomás Gómez de ella (él es vocal desde el congreso extraordinario del pasado julio), pero ese plan, en principio, se ha frenado. Tampoco era sencillo hacerlo por lo que dicen los estatutos, que prevén la cobertura de vacantes, pero no las destituciones. En las próximas semanas se irán reuniendo el Comité Electoral y la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal. Esta incluye a los secretarios de área, no a los vocales, por lo que a ellas no acudirá Gómez. Desde Ferraz se explica que se actúa igual que en otras precampañas y campañas electorales.
Sin cambios en la ejecutiva
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De aquí hasta el 24-M, el PSOE replicará las ideas fuerza que desgranó Sánchez la semana pasada, durante el debate del estado de la nación. Primero, los socialistas situarán a Rajoy y su partido como el objetivo a batir. "El adversario del PSOE es el PP, el enfoque de la campaña es el PP, y el PSOE ocupará el espacio de la centralidad desde la izquierda socialdemócrata", contaban desde el equipo del secretario general. Ello significa que el discurso no se centrará en Podemos ni en otras fuerzas políticas, en congruencia con lo que se ha venido trasladando en las últimas semanas.
Serán cuatro los ejes del mensaje socialista: recuperación "justa", lucha contra la desigualdad, modernización de la economía "para crear buenos empleos" y el "rearme moral de la sociedad, la regeneración democrática". A ello se suma la recomposición del "pacto intergeneracional" del que habló Sánchez en el Congreso el martes pasado. El PSOE se dirigirá, además de a "las mayorías, a las clases medias y trabajadoras" que han sufrido los recortes y han perdido "protección", a las mujeres, los jóvenes, los autónomos, los pensionistas y los mayores de 45 años. Se perfilará, por tanto, una campaña "en la calle, de movilización y de propuestas", de pequeños actos, aunque de entrada "no se excluyen grandes escenarios", según indicaban este lunes desde Ferraz. Pero todo eso se sabrá más adelante.
Mariano Rajoy ya ha viajado tres veces a Andalucía a apoyar a su candidato a la Presidencia de la Junta, más las cinco que seguirán en campaña. Pedro Sánchez sólo compartirá escenario con Susana Díaz, y sólo en campaña, en dos ocasiones, en dos viernes: el 13 de marzo en Almería y el día 20 en Sevilla, en el cierre de la campaña. Nada más está previsto por ahora. Como tampoco está previsto que se desplace el número dos de la ejecutiva federal, el secretario de Organización, César Luena, ni otros dirigentes no andaluces.