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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Tesh Sidi: “A Ayuso y Almeida les excita el privilegio, gobiernan para las élites”

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Tesh Sidi se autodenomina como una política “cañera”. Hace un año salió elegida como diputada por Sumar. Hizo historia: la primera parlamentaria saharaui en el Congreso. Doce meses después dice que está todavía más convencida del paso que dio saltando a las instituciones y dejando atrás su trabajo como ingeniera informática experta en big data en un banco.

Sidi recuerda que ella fue una menor migrante, nacida en un campamento de refugiados en Tinduf. Nunca pensó que llegaría a estar en la Cámara Baja. Y no duda en tachar de “miserable” la actitud del PP obstruyendo que se pueda tramitar la reforma de la ley de extranjería. Hace pocos días abrió el Congreso a los niños saharauis que están en España con el programa Vacaciones en paz, como ella misma en su día vivió. Se emociona al recordarlo. Y subraya que el Gobierno progresista debe centrarse en las medidas que mejoran la vida día a día de la gente. A pesar de los resultados del 9J, ella tiene claro que España es de corte progresista, que habrá presupuestos y que la coalición aguantará hasta 2027.

¿Cómo ha sido su primer año en el escaño?

Ha sido un año de mucho aprendizaje. Los acuerdos han sido muy importantes y hay que mantener la antorcha política encendida de los avances sociales. Ha habido momentos complejos para el espacio de la izquierda y para el Gobierno de coalición que ha tenido que llegar a pactos con partidos como Junts que no es de corte progresista. Pero hemos conseguido y vamos  a seguir consiguiendo cosas. Hemos abierto también debates sociales.

¿Sobre?

La universalidad de los derechos. Estamos hablando de cómo recuperar la palabra derechos en mayúscula. Son temas como la prestación por crianza o la universalidad de la sanidad. Es un derecho fundamental que el PP eliminó. Personalmente lo sufro: mi madre tiene su NIE, es una persona legal en este país, pero no tiene derecho a sanidad. Hemos visto un desguace del sistema sanitario en las comunidades gobernadas por el Partido Popular, que lo han ido externalizando. Y hay cosas que han pasado desapercibidas como la votación de la reforma del artículo 49 de la Constitución.

¿Cómo lo está viviendo personalmente?

Siendo la primera saharaui en el Congreso de los Diputados, ha habido momentos difíciles como cuando subí por primera vez a la tribuna a hablar del pueblo palestino ante el genocidio que se está produciendo. Yo nací en un campo de refugiados y le hablé a la ciudadanía sabiendo lo que está pasando el pueblo palestino. Pero en ese momento entendí por qué estoy en política. Estoy convencida ahora más que hace un año de que estar en la institución es imprescindible para mantener esa antorcha política y tener una voz que defienda los derechos humanos y los migrantes. Y también hablo de IA y de lo techie de lo que no suelen tratar los políticos, que es una ventaja y una amenaza en el sector laboral.

Estoy convencida ahora más que hace un año de que estar en la institución es imprescindible

En el último Pleno del Congreso se tumbaron los objetivos de estabilidad, ¿está en vía muerta la legislatura o queda Gobierno para toda la legislatura?

Es una mala decisión por parte de Junts porque con este acuerdo dábamos más capacidad a las comunidades. Pero en 30 días lo volveremos a debatir. Hay que enviar un mensaje tranquilizador a la ciudadanía. Tenemos que esperar a ese prometedor Gobierno progresista en Cataluña, pero estoy segura de que va a haber presupuestos. Junts no va a poner en riesgo su posición. En esta legislatura se hace política porque hay negociación y una representatividad de toda la ciudadanía. Dependemos de más partidos que también representan la España real. 

En ese Pleno no se consiguió ni siquiera que se pueda tramitar la reforma de la ley de Extranjería. ¿Qué le pareció ese resultado?

Me pareció, con palabras duras y realistas, miserable la decisión del PP. Vox ha tenido que romper con los populares para que el PP se dé cuenta de con quién gobierna. Pero vamos a un PP cada vez más aislado, con más miedo, sin proyecto de país y que tiene que recurrir a conseguir el electorado de Vox. En cada negociación que tumba no hay alternativa. Se apodera del discurso xenófobo de la ultraderecha. Hay que recordar que miles de migrantes también han votado al PP. Es decirle no a los derechos humanos. Estamos viendo también un genocidio en Gaza. Hemos traído a niños palestinos a España a través del Ministerio de Sanidad. Es donde tenemos que estar. El espacio de Sumar y Más Madrid hemos sabido dónde hay que estar desde el 7 de octubre. Desde ese día no hay ciudadano español, sea votante del PP, de Vox, del PSOE o nuestro, que dude que Netanyahu es un criminal de guerra. Yo misma he sido menor no acompañada. El problema no es la seguridad.

En los discursos de las derechas se asocia este tema a la delincuencia.

No es ninguna amenaza para ningún español. El problema para ellos es que haya más Tesh ocupando escaños. A lo que temen realmente es a la pérdida del poder. El PP nunca va a legitimar a un Gobierno progresista. Les molesta que España avance en diversidad. Es miserable asociarlo a la seguridad, eso demuestra que el PP no está al lado de los derechos humanos.

No hay ciudadano español que dude que Netanyahu es un criminal de guerra

En las pasadas elecciones europeas las derecha y los partidos de ultraderecha sumaron más escaños que las opciones que apoyan al Gobierno de coalición, ¿está España entrando en un ciclo reaccionario?

No, España es progresista. Pero hay un entorno fuera donde efectivamente están ganando gobiernos de ultraderecha. De hecho, España es la excepción, por lo que debemos sentirnos muy orgullosos. Pero tenemos que enviar otro mensaje tranquilizador: se ha dejado fuera a la extrema derecha en la gobernabilidad de la UE. Nosotros tenemos que hablar de medidas que le cambian la vida a la gente como en la vivienda y en los salarios. Creo que hay legislatura hasta 2027.

Hablaba de Palestina, pero reclaman que se hagan más cosas después del reconocimiento del Estado. ¿Qué pasos se deben dar?

No hay ocupación sin expolio. Por eso yo misma he presentado una ley para que no haya acuerdos comerciales entre empresas españolas con Israel. Tenemos que protegerlas y no hacerlas cómplices de este genocidio. Debemos frenar cualquier inversión en territorios ocupados, ya sea el Sáhara Occidental o Palestina. Lo digo de primera mano: en mi país no habría ocupación si no fuera rentable, Marruecos no estaría si no hubiera fosfatos o empresas como Siemens Gamesa invirtiendo en energía verde y haciendo un green washing. Y también debemos frenar la compraventa de armas.

El PSOE es incongruente e hipócrita con el Sáhara Occidental

¿Es coherente la postura de España reconociendo el Estado Palestino mientras ha dado un giro respecto al Sáhara Occidental?

Sumar es el alma necesaria para empujar al PSOE a las políticas de derechos humanos. El PSOE es incongruente e hipócrita, pero esa postura es exclusivamente de los socialistas. Las competencias en política exterior dependen del presidente y del ministro Albares. Fue una decisión unilateral. Pero el Congreso, que representa la soberanía, ha dicho que no a ese giro. Nosotros somos necesarios en el Ejecutivo para revertir esa postura y seguir avanzando. Su postura no representa ni al electorado socialista. Mi presencia en la Cámara Baja es un altavoz, no es suficiente pero es otro espacio de resistencia.

¿Qué opinión tiene de la citación como testigo del presidente por parte del juez Juan Carlos Peinado y el caso de Begoña Gómez?

Hay una clara caza de brujas. Y no se busca una causa, sino una deslegitimación más del Gobierno votado por el pueblo. Cuando gobierna el progresismo en este país, sólo tiene el 20 por ciento del poder mientras que el 80 lo tienen las derechas. Van a ir con toda la maquinaria que tengan, ya sea el poder judicial, empresas o fake news. No hay caso, pero confiamos en que la Justicia determine que no hay causa. Quiero hacer un llamamiento al PP a ser un partido de Estado y que represente a la derecha moderada. Ahora es Pedro Sánchez, pero antes fueron perseguidos compañeros del espacio.

Fueron espiados por la policía patriótica.

Sí. Tenemos que tener mucha cautela como políticos de jugar con las reglas que tenemos: la transparencia y la democracia. Apelo a la responsabilidad del PP. Más Madrid, dentro del espacio de Sumar, va a proponer más medidas de regeneración democrática. Se ha conseguido un paso con la renovación del CGPJ, pero necesitamos más. Por ejemplo, hablando de digitalización, en EEUU grandes empresarios, sobre todo Elon Musk, están poniendo toda la carne en el asador para apoyar a Donald Trump en las redes. 

Hay una clara caza de brujas contra Sánchez, buscan deslegitimar el Gobierno

¿Silicon Valley se ha vuelto de ultraderecha?

Como ingeniera informática, voy a empezar en septiembre con iniciativas relacionadas por ejemplo con las deepfake. Estamos viendo que el target son mujeres con desnudos. Sólo hay que ver redes sociales. Todo eso se está materializando en discursos de odio. La IA está entrando como elemento de guerra sucia dentro de la política. También hemos presentado una proposición no de ley contra la utilización de la Inteligencia Artificial en procesos electorales. Se está viendo en EEUU. Tenemos que hacer un trabajo pedagógico pero también políticas públicas. Cuesta meterlo en el debate público, pero Más Madrid va a ser el partido techie de esta legislatura. 

¿Todavía tiene esperanza de que Kamala Harris sea la primera presidente de Estados Unidos?

Puede ser. Ha sido una elección un poco tardía, pero Trump no ganó la última vez porque se impuso el movimiento feminista. Pero los demócratas no han estado al lado de Palestina y eso les pasará factura. No obstante, hay una esperanza porque las feministas siempre estamos al pie del cañón.

Hablando también de redes y tecnología, en España ha surgido el partido de Alvise Pérez que ha logrado 800.000 votos y el mismo número de escaños que Sumar. Es una formación de ultraderecha con connotaciones machistas y racistas. ¿Cómo lo explica?

Ahora mismo hay un abanico de redes sociales y la izquierda está llegando tarde. Tenemos que mirar cómo comunicamos. Hay que estar en plataformas como Tiktok. Además de hacer pedagogía, hay que regular los espacios. Hay que sancionar los bulos y las deepfake. No hay ningún mecanismo regulatorio, se está esperando la aplicación del reglamento de la UE sobre IA. Pero tenemos que estar proponiendo medidas ya interministerialmente para esta cuestión. Esperar que las big tech se autorregulan es como que lo haga el mercado. Es una fantasía de la derecha que no existe. Y hay que tener en cuenta una perspectiva humanista y con la sociedad civil. Se tienen que implicar todos los ministerios, no va a poder hacer solo el ministerio de Digitalización.

La IA está entrando como elemento de guerra sucia en la política

En Francia han conseguido frenar la ultraderecha, ¿cómo valora el Nuevo Frente Popular? ¿En España se podría hacer algo similar?  ¿Confía en la unidad de la izquierda?

Ha habido una coalición de partidos, que fue lo mismo que hicimos el 23J. Obviamente la idiosincrasia es diferente y no es el mismo Partido Socialista. Y hay que dejar claro que lo importante es la coalición, ya que muchas veces la unidad de pequeñas multiplicidades no da una gran mayoría. Tenemos que coalicionar cuando la responsabilidad y el momento lo exijan. En Francia lo han sabido leer. No hay que hablar de personas concretas, sino de representatividades. En Más Madrid nuestra prioridad es Madrid, crecer y ganar al PP más ultraliberal. Ayuso representa ahora a Milei. Y fue Mélenchon quien se fijó en Sumar para coalicionar.

Cita a Madrid. En este mismo lugar, en la plaza de Santa Ana, se va a producir un arboricidio. ¿Cómo puede suceder eso en pleno 2024?

¿Has dado un paseo por Sol? Yo nací en un campo de refugiados, donde no hay ningún árbol. Y existe el efecto albero: cuando rebota el calor contra una superficie de asfalto o arena y no hay mitigadores como el agua o árboles se incrementa los grados. Almeida y Ayuso ejercen políticas de deshacer, no piensan en el bien común. Nadie en su sano juicio puede comprender por qué les molestan los árboles. Se trata de proteger a la ciudadanía: a una persona la puede salvar un árbol. Han situado a la ciencia y la lucha contra el cambio climático como si fueran algo de progres. Deslegitimar a la ciencia es un paso más del neoliberalismo más voraz. Para ellos, el derecho a tener un árbol o una piscina pública sólo les pertenece a unos pocos. Gobiernan para las élites. A ellos les excita el privilegio, la palabra derechos les da urticaria.

Hay que sancionar los bulos y las deepfake

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Es una de las grandes diferencias que tenemos con el PSOE. En la Constitución dice que es un derecho y no un bien de mercado. Me hace gracia cuando hablan de pequeños propietarios con siete casas. El modelo que propone Más Madrid es el de Viena. Allí puedes acceder a un alquiler de una casa por 400 euros. Lo que no vale es hacer viviendas públicas y venderlas luego a fondos buitre o a bancos. Hay que limitar los Airbnb. Sabemos las fuerza que tenemos, nos tienen que votar más para que en la próxima legislatura tengamos el Ministerio de Vivienda. Además, hay que reformular la ley del suelo y aplicar la ley de vivienda. Hay que dar la competencia a los municipios para que puedan declarar zonas tensionadas.

¿Va a ser usted la candidata de Más Madrid en las próximas elecciones autonómicas?

No lo creo sinceramente. Más Madrid elegirá a la mejor candidata para gobernar esta comunidad. Mi trabajo es ser portavoz en el Congreso.

Tesh Sidi se autodenomina como una política “cañera”. Hace un año salió elegida como diputada por Sumar. Hizo historia: la primera parlamentaria saharaui en el Congreso. Doce meses después dice que está todavía más convencida del paso que dio saltando a las instituciones y dejando atrás su trabajo como ingeniera informática experta en big data en un banco.

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