Este lunes 20 de junio está marcado en el calendario como el Día Europeo del Refugiado, en un marco de rotundo fracaso de las políticas europeas respecto a la acogida de quienes buscan amparo tras las fronteras de los países miembros.
Según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), España ha reubicado, con los datos actualizados a día 14 de junio, a un total de 124 refugiados –el proceso de reubicación consiste en dar refugio a los migrantes desde Grecia e Italia, mientras que el procedimiento de reasentamiento, por el contrario, trata de dar hogar a los migrantes desde cualquier país del mundo–.
El municipio madrileño de Torrelodones se alza como uno de los ayuntamientos que el pasado mes de mayo se prestaron a acoger a la veintena de refugiados eritreos llegados a suelo español. En concreto, de los seis que han sido reubicados en Madrid, dos han sido destinados a Rivas Vaciamadrid y cuatro a Torrelodones. La acogida de refugiados en la localidad, sin embargo, no se limita a esos cuatro: un total de 15 asilados políticos han encontrado hogar en el territorio.
De los 124 reubicados en España, 40 proceden de Italia y 84 de Grecia. El camino hasta las 16.000 reubicaciones a las que se comprometió España para antes del 2017, no obstante, semeja no sólo distante, sino también pedregoso. En el año 2015, de hecho, el país rechazó siete de cada diez solicitudes de asilo y refugio, según un informe publicado el pasado jueves por CEAR.
Pese a los datos negativos, el 10 de junio la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que serán recibidas un total de 200 personas reubicadas desde Grecia y otras 200 reasentadas desde Turquía, en un plazo de tres meses. A estas 400 personas se sumarán otras 285 en los próximos 15 días, según sostuvo Sáenz de Santamaría, reasentadas desde el Líbano.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Torrelodones ha organizado este domingo una jornada de mesas redondas –que moderará el director editorial de este diario, Jesús Maraña– con el objetivo de informar sobre las posibilidades que tienen los municipios de España para acoger a los refugiados, y para compartir su experiencia al respecto. En el acto se leerá, además, el manifiesto publicado por infoLibre en el que un grupo de juristas insta a presidentes y alcaldes a que se rebelen contra el pacto entre la UE y Turquía en materia de refugiados, acordado el pasado 18 de marzo.
La labor del Ayuntamiento
Elena Biurrun gobierna la localidad gracias al partido Vecinos por Torrelodones, una formación creada en el año 2007 por un grupo de ciudadanos sin experiencia en política, pero sí en movimientos vecinales. Ese mismo año, con tan sólo tres meses desde su formación, se presenta a las elecciones municipales y consigue superar al PSOE con el 23% de los votos, convirtiéndose en el principal partido de la oposición. Vecinos por Torrelodones aprovecha los cuatro años de mayoría absoluta del PP en el municipio para desarrollar su estrategia política, hasta que en el 2011 Elena Biurrun es investida como alcaldesa.
En noviembre del 2015 el Ayuntamiento firma un convenio [consultar documento aquí] con Cruz Roja por el cual el Consistorio cede a la ONG tres viviendas municipales para la acogida. "El objetivo era que Cruz Roja gestionara en función de las directrices marcadas por el Gobierno y con las subvenciones prestadas por el Ministerio", comenta Biurrun en conversación telefónica con infoLibre.
Pese al acuerdo, los meses se suceden y España no recibe ninguna remesa de refugiados procedentes de Siria, por lo que las casas permanecen vacías. Cruz Roja decide entonces actuar, y pide en marzo ampliar el convenio, de modo que éste no contemple únicamente a refugiados sirios, sino a todo aquel que tenga la consideración de refugiado político.
"En mayo Cruz Roja nos avisa de la llegada de una primera familia ucraniana, y a partir de ahí la labor del Ayuntamiento es empadronarles y escolarizar a los tres menores que venían, para la integración con otros niños", explica Biurrun, quien incide en que este trabajo parte de los servicios sociales y municipales de las concejalías de Juventud y Deportes. "En paralelo, Cruz Roja se encarga de organizar todo lo relacionado con las casas, pero dejando a los refugiados margen para integrarse", señala.
“Si hay voluntad, se puede”
Raquel Antón es la responsable de integración social de Cruz Roja en Torrelodones, y una de las principales encargadas de llevar a cabo el trabajo de acogida en coordinación con el Gobierno municipal. "Tenemos tres pisos que ha cedido el Ayuntamiento y hay 15 personas refugiadas, de las 16 plazas de las que disponemos", relata en declaraciones a este diario.
"Lo que hacemos es gestionar las ayudas que nos proporciona el Ministerio", apunta. "Los vamos a recoger, les presentamos el entorno, cubrimos sus necesidades de manutención, higiene, limpieza…", resalta Antón, al tiempo que destaca también las actividades que están desempeñando con el fin de que los migrantes "se puedan integrar", especialmente mediante la formación en español.
Aunque Raquel Antón lamenta que "a algún vecino le ha costado" aceptar la llegada de los refugiados, admite que en general ha existido "un gran recibimiento por parte del Ayuntamiento y los Servicios Sociales", facilitando de este modo la integración de las familias en el vecindario. "A día de hoy tenemos tres voluntarias que están haciendo cursos, y que han surgido de aquí, de Torrelodones", presume, para enseguida añadir que "si hay voluntad, se puede".
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En cuanto a la organización de la ONG, Raquel Antón señala que actualmente son dos las encargadas del trabajo: ella, que cumple el rol de trabajadora social, y otra compañera, que es mediadora social.
El objetivo fundamental es, sostiene, que los refugiados "puedan hacer vida normal, eso es lo que se pretende". Para ello colaboran con otras asociaciones vecinales que les ayudan a organizar actividades de tipo cultural, aunque "la idea no es tanto qué actividad desarrollamos, sino que sirva para que se integren".
En España, el programa en materia de refugiados contempla una primera fase –en la que se encuentran actualmente los migrantes ubicados en Torrelodones– de seis meses de duración, que precede a una segunda y última etapa en la que los asilados están preparados para desenvolverse de forma completamente autónoma, una vez encuentren empleo y piso de alquiler, "porque su situación ya es legal", explica Raquel Antón. Pese a procurar la plena autonomía de estas familias, la trabajadora social subraya que, en ese último fin de ciclo, la ONG "seguirá apoyando" a los migrantes para garantizarles una nueva vida en condiciones lejos del conflicto y la miseria que dejan a sus espaldas.
Este lunes 20 de junio está marcado en el calendario como el Día Europeo del Refugiado, en un marco de rotundo fracaso de las políticas europeas respecto a la acogida de quienes buscan amparo tras las fronteras de los países miembros.