Partido Popular, Ciudadanos y Vox intentaban este viernes digerir y construir un relato del fracaso de la investidura de Fernando López Miras (PP) como presidente de la Región de Murcia. Las negociaciones y el desenlace –cinco minutos antes de la votación en la formación liderada por Pablo Casado se mostraban confiados en que saldría adelante– han dejado heridas en el bloque de las bautizadas como tres derechas. Pero no tan grandes como para que en unos días no se vuelva a intentar otra investidura del candidato del PP a la Presidencia de Murcia ni para que pueda darse por imposible que Isabel Díaz Ayuso, también del PP, logre reunir los votos de Cs y Vox para ser la próxima presidenta de la Comunidad de Madrid. "No es el mejor clima posible y tampoco es que reine la confianza entre nosotros, pero estamos obligados a ponernos de acuerdo", señala un veterano dirigente conservador en conversación con infoLibre.
De lo ocurrido el jueves en Murcia y en Madrid –las direcciones nacionales de PP, Cs y Vox también se implicaron– hay tantas versiones como partidos participantes en las negociaciones. En el PP echan la culpa del fracaso a Cs y Vox, a la "nueva política", que "no sabe estar a la altura de las circunstancias". En Ciudadanos, a la extrema derecha, que con su voto en contra de López Miras se ha puesto "del lado" de la izquierda. Y en Vox miran sobre todo a Ciudadanos. El partido de Santiago Abascal está muy molesto por la reacción de Cs cuando se conoció que los tres partidos estaban sentados en Murcia horas antes de la votación: restándole importancia y recurriendo al mantra de que ellos sólo negocian con el PP y que la reunión era para tomar un café.
Este cruce de reproches es el contexto en el que los protagonistas de la foto de Colón intentan llegar a acuerdos en los ámbitos municipal y autonómico. Unos reproches que alcanzaron su tono más elevado justo este miércoles, 24 horas antes de la votación de López Miras, cuando desde la cuenta oficial de Vox en Twitter llegaron a llamar a Albert Rivera "lameculos" del presidente francés Emmanuel Macron. Lo hicieron en respuesta a un tuit del dirigente de Cs Fran Hervías en el que se acusaba a Vox de alinearse con PSOE y con Unidos Podemos.
Si Ciudadanos había dado al partido de Abascal donde más puede dolerle, acusándoles de dar la espalda a gobiernos de derecha, en Vox respondían también hurgando en la herida que más duele en el partido naranja: la de las presiones a Rivera desde su propio partido y desde el Elíseo para que modere su mensaje y estudie abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez. Cs respondió en twitter con el enlace a una canción de Locomía cuya frase más repetida dice "Loco Vox".
Hasta el portavoz de Vox en la Asamblea de Murcia, Juan José Liarte, culpó del 'no' a López Miras al "eje Madrid-París".
Fuentes conocedoras del contenido de la reunión entre PP, Cs y Vox en la Asamblea de Murcia celebrada este jueves aseguran que todo iba por el buen camino hasta que el partido de extrema derecha se enfadó al conocer que en Madrid la dirección de Ciudadanos estaba negando que se hubiesen sentado en la misma mesa que Vox para firmar un acuerdo a tres. Llegaron a reducir cinco horas de reunión a "un café".
Los representantes de la extrema derecha se levantaron de las negociaciones advirtiendo de que todo quedaba bloqueado y de que votarían que 'no' a López Miras. Pero en el PP y en Ciudadanos confiaban en que reconsiderarían el veto. A medida que avanzaba la tarde, en Génova fueron conscientes de que el órdago de Vox iba en serio y se puso en funcionamiento la maquinaria del partido a nivel nacional.
Madrid entró en escena. Y lo ha desvelado... Vox
No obstante, no ha sido el Partido Popular quien ha desvelado que Santiago Abascal se reunió con Pablo Casado y que Iván Espinosa de los Monteros (Vox) se vio con José Manuel Villegas (Cs) en el Congreso de los Diputados. Fue el partido de extrema derecha el que, este viernes, informó de que no sólo había habido reuniones a nivel regional, sino que habían existido al más alto nivel, implicando a las cúpulas de los partidos. Se trata de otro golpe de Vox a Ciudadanos, siempre empeñado en negar que tengan relación con el partido de Abascal.
En el entorno del líder del Vox escuece cómo Rivera y los suyos intentan borrar cualquier tipo de contacto o acuerdo con ellos cuando ocupan gracias a su voto puestos institucionales en Andalucía, en el Ayuntamiento de Madrid o en la Mesa de la Asamblea de Madrid.
En Ciudadanos también confirmaron que desde su Comité de Negociación nacional hubo contactos con dirigentes de Vox pero sólo para comentarles lo que ya sabían. "Nosotros negociamos gobiernos sólo con el PP, pero podemos explicar en qué consisten a todo el que lo necesite", dijo la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, en rueda de prensa. Esta, recalcó, seguirá siendo su postura tanto para Murcia como para Madrid.
Para Cs, la pelota está en el tejado de Vox
Para la formación naranja, la pelota sigue en el tejado de Vox: "Quien tiene que explicar qué va a pasar es Vox, si va a rectificar, si va a llevar a Murcia a nuevas elecciones o si va permitir un gobierno de PSOE y Podemos", sostuvo Arrimadas.
Después de no ocultar su enfado con Vox en la noche del jueves en una rueda de prensa ofrecida en Murcia por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, los conservadores optaron este viernes por un perfil bajo. No quisieron entrar a valorar el proceso de negociación frustrado porque ahora, tras el fracaso de Murcia, tienen que ponerse a trabajar en clave madrileña.
Si el número dos del PP había llamado "ultraderechita cobarde" a Vox tras el 'no' a López Miras, este viernes el encargado de marcar la postura del partido fue el vicesecretario de Organización, Javier Maroto. En una entrevista concedida a RNE, cargó contra "la nueva política" por su "inmadurez".
Maroto defendió el trabajo realizado por su compañero García Egea frente a la actitud de Cs y Vox: "El que más está disfrutando es la izquierda en este país", dijo. El secretario general del PP tenía en agenda intervenciones en los medios de comunicación y asistir a una toma de posesión a Ibiza, acto en el que también estaban previstas declaraciones a la prensa. Estas convocatorias fueron canceladas.
El silencio del PP fue aprovechado por Vox para ampliar su versión de lo ocurrido el jueves en Murcia. Todo fueron puntualizaciones a la versión que se había trasladado desde las filas conservadoras. Donde García Egea había asegurado que Vox de Murcia se saltó la directriz de Abascal de abstenerse, desde Vox se señaló que no hubo tal acuerdo y que se votó en contra por la negativa de Cs a hacer un gesto. Ya ni siquiera pedían, dicen en Vox, una firma conjunta de un documento. Les bastaba, aseguran, un compromiso verbal.
También aseguran que fue la Ejecutiva de Vox la que votó, en la tarde del jueves, que no se permitiría la investidura de López Miras. O sea, que fue imposible que cinco minutos antes de la votación, como señalaron fuentes del PP, Vox estuviese instalado en el 'sí'.
Abascal también aprovechó para pronunciarse sobre los rumores, extendidos en las últimas semanas en círculos del PP, que apuntan a que hay fisuras entre él y su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.
"Somos un equipo", dijo en su perfil de Twitter.
También criticó "los embustes del PP y su jauría mediática":
¿Hasta dónde llegará el órdago?
Ver másVox recalca que es "absolutamente falso" que Abascal pactara con García Egea una abstención en Murcia
Los dirigentes del PP consultados por infoLibre consideran que han pagado en Murcia el enfado de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, institución en la que han rechazado cargos intermedios después de sentirse engañados en las negociaciones con el alcalde, José Luis Martínez Almeida. Pero se muestran convencidos de que todo se reconducirá en Murcia y también en Madrid.
De hecho, no descartan la posibilidad de que la semana que viene avancen de forma "muy positiva" las negociaciones para que Isabel Díaz Ayusosea investida presidenta autonómica. Este martes, el presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad (Ciudadanos), convocó un pleno para el próximo 10 de julio. Lo hizo, tal y como permiten los estatutos de la Cámara madrileña, sin candidato. Pero existe la posibilidad de que hasta ese día uno de los candidatos comunique a Trinidad que ya cuenta con los apoyos que le permitirían ser investido. Además de Ayuso, el socialista Ángel Gabilondo trasladó al presidente de la Asamblea su disposición a someterse a la investidura.
El en PP se agarran a que ni Cs ni Vox están interesados en unas nuevas elecciones y que por eso están "obligados a entenderse".
Partido Popular, Ciudadanos y Vox intentaban este viernes digerir y construir un relato del fracaso de la investidura de Fernando López Miras (PP) como presidente de la Región de Murcia. Las negociaciones y el desenlace –cinco minutos antes de la votación en la formación liderada por Pablo Casado se mostraban confiados en que saldría adelante– han dejado heridas en el bloque de las bautizadas como tres derechas. Pero no tan grandes como para que en unos días no se vuelva a intentar otra investidura del candidato del PP a la Presidencia de Murcia ni para que pueda darse por imposible que Isabel Díaz Ayuso, también del PP, logre reunir los votos de Cs y Vox para ser la próxima presidenta de la Comunidad de Madrid. "No es el mejor clima posible y tampoco es que reine la confianza entre nosotros, pero estamos obligados a ponernos de acuerdo", señala un veterano dirigente conservador en conversación con infoLibre.