Conflictos en IU
Un tribunal interno obliga a IU Madrid a rehacer su ejecutiva
Otra bofetada para la dirección de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM), que comanda Eddy Sánchez. Y otra vez de un tribunal interno. En este caso, afecta directamente a un asunto nuclear, como es la propia composición de esa dirección. Una resolución de la Comisión Regional de Arbitraje, Control y Garantías Democráticas (CRAyC), comunicada ayer martes, obliga a que la Comisión Ejecutiva integre a la minoría de IU-CM. Que no sea monocolor. Ese texto, al que ha tenido acceso infoLibre [ver PDF] determina incluso qué peso debe tener cada uno de los tres grandes sectores que conforman IU-CM: de una cúpula de 29 personas, la lista ganadora (el 51% que venció en la asamblea regional, el que encabezó Sánchez) debe contar con 15 sillas. Y los críticos de Cambiar IU-ICM y Frente Amplio, 11 y tres representantes cada uno. O sea, 15 contra 14.
De la resolución se venía hablando en IU-CM en las últimas semanas, desde que se produjo la reunión de la CRAyC, el pasado 7 de noviembre, pero no se había hecho pública porque no se había firmado el acta. Pero ayer ya se difundió. El texto se compone de siete páginas y responde a una impugnación presentada por Frente Amplio –el sector que capitanean Tania Sánchez, diputada autonómica, y Pepa Merín– contra la conformación de la Comisión Ejecutiva de IU-CM, el órgano inferior de dirección, el que gestiona el día a día de la organización. La ejecutiva fue elegida en una reunión del órgano inmediatamente superior, la Presidencia Regional, del 18 de febrero de 2013. En esta última reunión, Sánchez, el coordinador de IU-CM, escogió una ejecutiva integrada únicamente por el 51%, sin conceder ninguna silla a la oposición, al 49% que salió derrotado en la asamblea.
La resolución, que firma el instructor, Javier Agudo, entiende que "pudiera haber habido una vulneración de derechos al no haber permitido pluralidad con la presentación de candidaturas alternativas, además de no haberse intentado el consenso y unidad con otras candidaturas si se hubiera permitido presentarlas", porque esa búsqueda de la unidad y del consenso "son principios básicos que deben regir a IU-CM".
La misma proporción que la Presidencia
Agudo señala que no se pueden aplicar directamente los estatutos regionales, pues sus artículos 12 y 17 resultan "contradictorios". El primero, el 12, señala que la Presidencia aprueba la "composición definitiva" de la ejecutiva "a propuesta de la coordinación general". Pero el segundo, el 17, prescribe que en todos los órganos de dirección debe buscarse el "consenso" y, si no es posible, se presentarán candidaturas alternativas cerradas, completas y bloqueadas para que se voten, distribuyéndose los puestos a elegir "por el sistema proporcional puro". Como esos artículos ofrecen una "duplicidad en la interpretación" y como tampoco ha sido posible la mediación entre las partes, Agudo señala que debe basarse, a la hora de dictar su sentencia, en las entrevistas y manifestaciones de los impugnantes y de la dirección.
Así, deja constancia que hubo reuniones previas para la composición de la ejecutiva pero no se alcanzó "acuerdo alguno, sea porque no se ofrecieron las responsabilidades esperadas" en la cúpula o porque "estas no eran suficientes, o acaso porque no se ofrecieran responsabilidades realmente". "Es pues [...] un problema de entendimiento político y de desacuerdo en lo final y fundamental más que de interpretación de los estatutos". Por tanto, basándose en los acuerdos previos para la confección de la Presidencia, en la que sí "hubo consenso" y en la que sí se sientan el 51% y el 49%, "parece lógico –dice el texto– que la composición de la Comisión Ejecutiva tenga la misma proporción que la Presidencia, dimanada de la proporción de voto de la IX Asamblea [celebrada en diciembre de 2012], máximo órgano de representación de IU-CM".
De ahí salen por tanto los números. Si la ejecutiva está formada por 29 personas, la lista de Eddy Sánchez, que logró el 51% en el cónclave regional, debe copar 15 sillas; Cambiar IU-CM (que obtuvo el 37% de los votos), ha de hacerse con 11 puestos, y Frente Amplio (12% en la asamblea) ha de tener tres representantes. La resolución sí reconoce que el coordinador tiene derecho, a la hora de repartir los cargos, a rodearse de un "equipo de trabajo acorde a su línea de actuación".
Hay otro segundo toque de atención importante. La CRAyC estima que "sólo pueden ser miembros de la Comisión Ejecutiva aquellos que además lo son de la Presidencia". Según los impugnantes, hay cuatro dirigentes de la cúpula que no forman parte de la Presidencia y que, según este texto, deberían salir: José Ramón Mendoza, secretario de Movilidad y Medio Ambiente; José Antonio Moreno, secretario de Migración; Laura Cruz y Vicente Pérez.
Pendiente de ratificación Sara Porras
La resolución puede ser recurrida ahora ante la Comisión Federal de Garantías. Así ocurrió con el conflicto con Mujeres de IU-CM. Después de que mayoría y minoría se enfrentaran a cuenta de la elección de la coordinadora de Mujeres de IU-CM, el asunto llegó hasta el tribunal interno federal, que dictaminó que el 49% tenía razón y por tanto la dirección debía reconocer como legítima jefa del área a Sara Porras.
No habrá recurso esta vez porque la parte derrotada, la mayoría, no lo hará, según promete Carlos Gutiérrez, secretario regional del Área Interna, pese a que la cúpula aprecia que el dictamen "es mejorable" y contiene "contradicciones" y, sobre todo, porque entiende que hay defectos de forma, ya que una de las integrantes de la CRAyC, María Luisa Bernabé, no estuvo presente el 7 de noviembre. "Reconocemos que el problema existe y está pendiente desde hace tiempo, pero es un problema político, no administrativo ni estatutario", abunda Gutiérrez, quien no se declara sorprendido por el tenor de la sentencia.
¿Cómo se acatará la resolución? La dirección pretente llevar a la siguiente reunión de la Presidencia, que será antes de Navidad, o a la del Consejo Político Regional –el máximo órgano de poder–, que se celebrará después de Reyes, una propuesta para impulsar el diálogo político y retomar los contactos. Gutiérrez recalca que el compromiso de integrar a la minoría ya lo había adquirido solemnemente Eddy Sánchez el pasado 13 de noviembre, cuando IU-CM se entrevistó con Cayo Lara y su equipo. "Pero que queden claras dos cosas: que este asunto no va a paralizar la acción política de IU y que nadie piense que va a dirigir IU-CM desde la Comisión de Garantías", advierte.
"No pretendemos gobernar IU-CM desde la Comisión de Garantías, sino conforme a sus reglas y normas. Lo que queremos es que se cumplan los estatutos. Y lo que esperamos y confiamos es que Eddy se siente a hablar, para ver cómo se lleva a término este dictamen. Esta vez no se lo pedimos el 49%, esta vez se lo pide un tribunal interno, igual que le pidió que reconociera a Sara Porras. ¿Qué más debe pasar para que lo acepte? No hay que tener miedo al diálogo", opina María Espinosa, de Frente Amplio.
Enfrentamiento "de raíz"
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Hugo Martínez Abarca, de Cambiar IU-CM, aplaude una resolución que demuestra que la exclusión de los críticos, "además de ser políticamente inaceptable, es ilegal" y coincide en que debe ser el coordinador el que mueva ficha. Pero recela. "Siempre dicen que acatan todo, pero luego no hacen nada. Sólo han tensado la cuerda hasta ahora y se han saltado la ley. Que demuestren que quieren dialogar", señala. Martínez Abarca resalta que no se trata sólo de un problema de "puestos", que una ejecutiva plural no sería más que la "guinda", porque el enfrentamiento es "de raíz", de "acción política, de respeto a la pluralidad interna, de cambio de las prácticas en la federación". "Este es un factor de normalización, pero no es la normalización en sí misma". A este dirigente le preocupa, en este sentido, que aún no se haya reconocido a Porras, o que no se condene a las claras el comportamiento de José Antonio Moral Santín en Caja Madrid y Bankia. "En algún momento la mayoría debe pensar que no se puede seguir así", apunta.
¿Qué pasará con los cuatro miembros de la cúpula que no son a su vez miembros de la Presidencia? Gutiérrez avanza que no se les echará porque las normas internas se cambiaron en la Conferencia de Estatutos del pasado octubre, y con ellas en la mano, podrían seguir, puesto que no se exige que para entrar en la cúpula haya que pertenecer a la Presidencia. Además, el equipo de Sánchez elevará a la Presidencia la demanda de que se eliminen las contradicciones entre los artículos 12 y 17 de los estatutos –12 y 18, según la redacción de octubre– y se haga una interpretación única. IU-CM busca en consecuencia un nuevo escudo.