La tumba de Gonzalo Queipo de Llano, principal responsable militar de la represión franquista en el sur de España, honrado como "hermano mayor honorario" en la basílica de la Macarena, es sólo la punta del iceberg. Es cierto que el caso es llamativo, porque el general sublevado que llamaba desde Radio Sevilla a matar rojos y a violar a sus mujeres sigue ahí, en el templo sagrado, en un emplazamiento de fácil acceso, mientras los restos de Franco salieron ya del Valle de los Caídos. Pero lo de Queipo es sólo un ejemplo entre muchos. Entre 54, concretamente, si atendemos al listado elaborado por la Asamblea Memorialista de La Gavidia y entregado en enero por la Coordinadora Andaluza de Organizaciones Republicanas al alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), para que tome medidas. La lista, a la que ha tenido acceso infoLibre, identifica los "símbolos franquistas" que aún quedan en la capital de Andalucía, propiedad de instituciones públicas o de la Iglesia católica a través de la Archidiócesis de Sevilla, y que según la organización son "contrarios" a las leyes estatal y andaluza de memoria.
Ayuntamiento
La asamblea distingue entre 29 "objetos" –lápidas, placas, retablos, águilas...–, cinco colegios con nombres vinculados al franquismo y 20 calles, plazas o avenidas. La administración con mayor número elementos denunciados por la coordinadora es el Ayuntamiento de Sevilla, actualmente gobernado por el PSOE. ¿Ejemplos? Una placa con un con símbolo falangista en Plaza Ruperto Chapí, farolas con simbología franquista en la Barriada Juan XXIII, una lápida con el escudo del sindicato vertical en la calle Darro... Casi todos los casos son similares, hasta sumar un total de 15. A esto hay que sumarle 20 calles, avenidas o plazas que, según la asamblea, suponen una vulneración de la legislación sobre memoria demorática: Alcalde Marqués del Contadero –regidor durante el franquismo–, Joaquín Romero Murube –escritor falangista–, Aviador Ruiz de Alda, Ingeniero de la Cierva –que colaboró con el golpe, según el listado–, Cardenal Ilundain –señalado por la asamblea como "cómplice" del alzamiento militar contra la República– , Escritor José María Pemán, Teniente Rodríguez Carmona... En el listado hay avenidas de gran popularidad, como Manuel Siurot, de quien la coordinadora señala que "apoyó el golpe fascista de 1936".
Iglesia
La Archidiócesis de Sevilla es titular de siete de estos elementos, según la asamblea. Además de la tumba de Queipo, hay una lápida en la fachada de la basílica de la Macarena donde se menciona que Franco asistió a un acto religioso en 1964. Siguiendo en la Macarena, la coordinadora también considera contraria a la memoria histórica la tumba del auditor Francisco Bohórquez Vecina, señalado como colaborador de Queipo. En el interior de la basílica de Jesús del Gran Poder hay una lápida por los "asesinados por los enemigos de Dios y de España", según recoge el listado.
El Convento de la Encarnación conserva un retablo cerámico que dice: "Sevilla agradecida a su Madre Reina y Abogada. Sábado 18 de julio de 1936". Es la fecha del golpe de Estado contra la II República. En uno de los patios del Colegio de los Salesianos de la Trinidad hay una inscripción que dice: "Mártires de la nueva reconquista española". En el techo de la parroquia de San Juan Bosco queda un escudo franquista, siempre según la asamblea, que actualizó el listado en enero.
Junta y Universidad
Seis elementos son titularidad de la Junta de Andalucía: los azulejos con escudo franquista en las Las Atarazanas y cinco centros educativos: Calvo Sotelo –líder derechista español durante la II República, asesinado antes del golpe de Estado y honrado después por el régimen franquista como "protomártir de la Cruzada"–, Vara del Rey –militar–, Carlos Haya –aviador, que ponía nombre a un hospital en Málaga que ya se quitó–, Capitán General Julio Coloma Gallegos –militar– y Lora Tamayo –ministro franquista–.
El Gobierno se compromete a que la nueva ley de memoria saque a Queipo de Llano de la Macarena en cuestión de meses
La Universidad de Sevilla, en el conocido como "patio del reloj", tiene una lápida escrita en latín que alude a Franco como "Duce", según la asamblea. Titularidad de Correos es el águila franquista en arqueta de hierro fundido situada en el edificio del Cuerpo de Telégrafos, según el listado elaborado por el movimiento memorialista. Hay además símbolos del Ministerio de Hacienda, la Autoridad Portuaria y el Ministerio de Defensa, que tiene un panel de azulejos con el águila franquista en el frontispicio del cuartel Daoiz y Velarde.
Un posible catálogo
El documento, elaborado por la Asamblea Memorialista de la Gavidia, ha sido y entregado "en mano" por la Coordinadora Andaluza de Organizaciones Republicanas al grupo parlamentario Adelante Andalucía, al Defensor del Pueblo Andaluz y al alcalde de Sevilla en reuniones mantenida en los últimos meses, explica a este periódico Juan Morillo, uno de los coordinadores del trabajo junto a Raúl Sánchez, recientemente fallecido. Morillo explica que la voluntad del movimiento es que el Ayuntamiento de Sevilla elabore un catálogo oficial de elementos contrarios a la memoria democrática en la ciudad, para lo que el listado es aportado como un elemento de apoyo.
La tumba de Gonzalo Queipo de Llano, principal responsable militar de la represión franquista en el sur de España, honrado como "hermano mayor honorario" en la basílica de la Macarena, es sólo la punta del iceberg. Es cierto que el caso es llamativo, porque el general sublevado que llamaba desde Radio Sevilla a matar rojos y a violar a sus mujeres sigue ahí, en el templo sagrado, en un emplazamiento de fácil acceso, mientras los restos de Franco salieron ya del Valle de los Caídos. Pero lo de Queipo es sólo un ejemplo entre muchos. Entre 54, concretamente, si atendemos al listado elaborado por la Asamblea Memorialista de La Gavidia y entregado en enero por la Coordinadora Andaluza de Organizaciones Republicanas al alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), para que tome medidas. La lista, a la que ha tenido acceso infoLibre, identifica los "símbolos franquistas" que aún quedan en la capital de Andalucía, propiedad de instituciones públicas o de la Iglesia católica a través de la Archidiócesis de Sevilla, y que según la organización son "contrarios" a las leyes estatal y andaluza de memoria.