Unió constató una deuda de 22,4 millones de euros, frente a los 19 millones que había dicho inicialmente, en la solicitud aceptada de concurso voluntario de acreedores que el partido presentó el 1 de septiembre para hacer frente a esta situación económica.
El auto, dictado por el juzgado mercantil 4 de Barcelona y recogida por Europa Press, estimó que el inventario de sus bienes y derechos suman 5,8 millones de euros –su activo–, mientras que su pasivo total es de 22,4 millones de euros.
El partido, que tiene en venta su sede en Barcelona, entró en una delicada situación económica cuando se rompió CiU, la federación que formaba con CDC, y en las elecciones autonómicas y generales de 2015 se quedó sin representación tanto en el Parlament como en el Congreso.
Esta situación económica también le llevó a no presentarse a las elecciones generales del pasado junio, aunque el partido y su actual líder, Ramon Espadaler, mantiene la determinación de presentarse a los próximos comicios catalanes y municipales.
Actualmente, tal y como se recogió en el auto, Unió tiene una plantilla de 16 trabajadores en Barcelona, dos en Lleida y uno en Tarragona, después de que en julio de este año tuviera que hacer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectó a la sede central de partido y a sus secciones intercomarcales.
En el escrito justificó los resultados negativos de los últimos ejercicios por la pérdida de representación parlamentaria "debido al muy reducido número de votos obtenidos en las elecciones catalanas y generales de 2015, así como la drástica bajada de los ingresos del partido".
"Los intentos de refinanciación frente a las entidades bancarias no han fructificado y se han producido impagos", subrayaron en el auto, por lo que ven necesario declarar el concurso de acreedores para el partido.
Además de nombrar a Deloitte Abogados como el administrador concursal, se concluyó que se puede considerar a los partidos como "personas jurídicas constituidas con arreglo al Derecho Privado, lo que comporta que sean susceptibles de poder ser declaradas en concurso de acreedores conforme al artículo 1.1 LC".
Voluntad de continuidad
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Como consecuencia de esta situación económica, Espadaler anunció el viernes que el partido democristiano aplazaba el proceso congresual que tenía previsto celebrar el sábado 1 de octubre.
En una carta a la militancia tras un Consell Nacional celebrado el jueves, aseguró que la formación tiene "voluntad y necesidad de continuidad", tras garantizar que el comité de gobierno de Unió mantiene intacta su competencia ejecutiva y de dirección política.
Además, remarcó que la propuesta de Unió tiene más vigencia que nunca ante la "incierta" hoja de ruta del Govern y la pasividad del Gobierno central.
Unió constató una deuda de 22,4 millones de euros, frente a los 19 millones que había dicho inicialmente, en la solicitud aceptada de concurso voluntario de acreedores que el partido presentó el 1 de septiembre para hacer frente a esta situación económica.