Verano animal: maltrato y humillación en los límites de la legalidad

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En verano las fiestas se multiplican y hasta el municipio más pequeño tiene una tradición con la que entretener a propios y extraños. Sin embargo, muchas de estas celebraciones incluyen un trato vejatorio hacia los animales que va desde acabar con su vida hasta maltratarlos o torturarlos frente a miles de personas.

El municipio de Roses en Girona incluye cada año en su programa de fiestas la tradicional Empaitada d'ànecs, donde centenares de participantes se lanzan al mar a capturar cuántos más patos mejor. Los animales no sólo son sometidos a altos niveles de estrés si no que algunos de ellos acaban amputados o muertos. La comisión de Protección de los Derechos de los Animales del Colegio de Abogados de Barcelona exigió días atrás al Ayuntamiento de Roses que anulase el festejo, que estaba previsto que se celebrase este sábado. La Asociación contra la Tortura y el Maltrato Animal también solicitó formalmente al Ayuntamiento que denegase el permiso para la Empaitada d'ànecs porque provoca "daños, estados de ansiedad y miedo" a los patos.

Vicenç Estanyol, director territorial de Ganadería, Agricultura y Pesca en Girona, garantizó que no le “consta que los patos sufran amputaciones” y consideró que la agresión física es algo “subjetivo”. Este espectáculo vulneraría la Llei de Protecció dels Animals, que prohíbe maltratar u ocasionar un sufrimiento innecesario a los animales. Pero Estanyol defiendió que la fiesta ha evolucionado mucho y que ahora los patos además de ser lavados tras el torneo ya no son ofrecidos como premio.

El Partido Animalista (PACMA), que lucha por los derechos de los animales, cita como principal responsable de estos espectáculos denigrantes para los animales a los propios municipios: “Son los ayuntamientos quienes incumplen la ley siendo conscientes de qué lo que hacen no está permitido”, denuncia Silvia Barquero, presidenta de la formación.

España tiene a lo largo y ancho de su recorrido fiestas para todos los gustos y colores, pero sobre todo fiestas donde el maltrato animal no entiende de raza o especie. La localidad de El Puig (Valencia) acoge cada mes de enero la Batalla de ratas, donde los vecinos se lanzan unos a otros roedores muertos. El evento valenciano se hizo mundialmente famoso gracias al diario Wall Street Journal, que le dedicó un reportaje. El Partido Animalista advirtió en la última edición que la fiesta podría ser constitutiva de un delito de maltrato animal, según consideró la Fiscalía de Valencia en el año 2013, a raíz de la denuncia presentada por el propio partido. infoLibre no logró contactar, a pesar de los reiterados intentos, con la Consejería de Cultura de la Generalitat Valenciana para que justifique la permisividad con esta celebración.

Manganeses de la Polvorosa es una localidad zamorana conocida en toda España por lanzar, hasta enero de 2002, una cabra viva desde un campanario. Los defensores de la fiesta afirmaban que la cabra caía sobre una lona sujetada por decenas de personas y no sufría daño. Pero no valieron sus argumentos. Este año los vecinos han recuperado la tradición. Eso sí, la cabra es ahora un muñeco gigante de peluche. 

Los vecinos de Cazaillas, en Jaén, no buscan ser los más originales en esto del maltrato animal y siguen los pasos de los primeros al tirar cada enero, con motivo de las fiestas de San Blas, una pava desde lo alto de una iglesia. Silvia Barquero señala que los vecinos de la localidad jienense pagan entre todos una multa de al menos 2.000 euros con tal de mantener esta tradición en el tiempo. Por su parte, la Consejería de Agricultura de Andalucía no ha explicado a infoLibre por qué, a pesar de incumplir la legislación, esta fiesta sigue vigente.

El carnaval del Peropalo en Villanueva de la Vera (Cáceres) no destaca especialmente por sus disfraces sino por el trato que recibe el protagonista del pasacalle: un burro del que tiran por medio de cuerdas los asistentes. La Consejería de Turismo de la Junta de Extremadura sostiene que se trata de una fiesta de interés turístico regional de la cual nunca han recibido ningún informe negativo.

Los burros también son los protagonistas en Binaced (Aragón), donde hasta cuatro niños se suben sobre el animal para dar un rodeo. Según un testigo de PACMA, los responsables del evento advirtieron a los participantes de que “hay que tratar a los burros con cariño y nada de pegarles”. A pesar de haberlo intentado, el Gobierno de Aragón tampoco ha emitido una respuesta a este diario.

Rompe una lanza 2014 from PACMA TV on Vimeo.

La tauromaquia es una de los espectáculos más tradicionales de este país, pero también de los más obsoletos. La última encuesta sobre Hábitos y Prácticas Culturales realizada en 2011 por el Ministerio de Cultura refleja que solo un 8.5% de los españoles acude a los toros. A pesar de que el 91.5% restante no comparte esta tradición, el Gobierno del PP declaró en 2013 la tauromaquia como “patrimonio histórico cultural”. Si lo que ocurre en los cosos taurinos es para muchos un espectáculo denigrante donde se tortura a un animal hasta la muerte, lo que ocurre fuera de ellos no le va a la zaga.

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La localidad vallisoletana de Tordesillas acoge todos los meses de septiembre la polémica fiesta del Toro de la Vega, una tradición de origen medieval en la que centenares de vecinos a caballo provistos con una lanza persiguen al animal hasta acabar con su vida. PACMA ha solicitado tanto al Ayuntamiento como a la Junta regional eliminar "matanzas de este tipo", pero ambas defienden el supuesto carácter cultural del evento y se mantienen en un no rotundo a suprimirlo.

Precisamente el Partido Animalista acaba de inicar una campaña para erradicar esta celebración. Gabino Diego, Pablo Pujol, Olga María Ramos,Emma Ozores, Beatriz Rico, Marta Valverde y Alejandra Botto, son algunos de los actores, cantantes y otros personajes famosos que se han sumado a la campaña Rompe una lanza, que incluye la convocatoria de una manifestación que se celebrará en Madrid el próximo sábado 13 de septiembre. Además, el PACMA ha iniciado una recogida de firmas para enviar a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que en estos momentos ha iniciado un expediente para investigar la legalidad del Toro de la Vega, a raíz de una denuncia presentada el año pasado por el propio Partido Animalista.

La normativa taurina de Castilla y León prohíbe el uso antirreglamentario de “petos, puyas, banderillas, estoques o rejones”, aunque sean las herramientas más empleadas en fiestas o eventos taurinos. Barquero opina que la legislación vigente en este área es insuficiente y más aún cuando “ni tan siquiera se cumple”. La Consejería de Fomento de Castilla y León argumenta que la fiesta del Toro de la Vega no incumple la legislación porque está amparada por la normativa taurina de la comunidad autónoma. "Al tratarse de una tradición con más de 200 años de existencia está considerada una excepción dentro de la legislación por su carácter cultural", declara una portavoz.

En verano las fiestas se multiplican y hasta el municipio más pequeño tiene una tradición con la que entretener a propios y extraños. Sin embargo, muchas de estas celebraciones incluyen un trato vejatorio hacia los animales que va desde acabar con su vida hasta maltratarlos o torturarlos frente a miles de personas.

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