Con una contundencia inusual en la materia de la que se trata, el Gobierno de Mariano Rajoy reaccionó este viernes al filo del mediodía al ataque unilateral de EEUU contra Siria. Sin matices, el Ejecutivo considera que la acción llevada a cabo por la Administración de Donald Trump contra una base militar "es una respuesta medida y proporcionada a la utilización por el ejército sirio de armas químicas contra la población civil del país". Pero la novedad no es solo la contundencia. La respuesta de Moncloa dista de la exhibida hace ahora más de tres años. En el verano de 2013, también ante ataques químicos, Rajoy mantuvo una posición tibia. De perfil muy bajo. "A partir de ahí ya veremos", se pronunciaba el líder de los conservadores cuando se le cuestionaba sobre si entraba en los planes de España apoyar un ataque sin el aval de Naciones Unidas. Era 6 de septiembre.
Sólo 3 días antes, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, marcaba el camino. La ahora ministra de Defensa desvelaba que su jefe de filas había defendido ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP que la respuesta a la crisis siria fuese fruto de un acuerdo internacional en el seno de Naciones Unidas. La sombra de la actuación de José María Aznar en Irak pesaba mucho sobre los conservadores.
El Gobierno fue este viernes incapaz de negar que haya habido un cambio de postura. Preguntado sobre qué ha cambiado en los últimos años para que el Gobierno considere "medida y proporcionada" la actuación unilateral de EEUU, el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, recurrió a una frase de Keynes para justificarlo. "Si las circunstancias cambian, yo cambio de opinión", subrayó el también ministro de Educación. "Ha habido un ataque grave. Y el Gobierno en las circunstancias actuales" y, en línea con sus socios europeos y la OTAN, lo apoya. Previamente, había sostenido que se había producido "un hecho diferencial": "El uso de armas químicas".
El relato de Méndez de Vigo chirría si se tiene en cuenta que no es la primera vez que se usan armas químicas en Siria. Precisamente en 2013 se emplearon también en Siria. El propio archivo de comunicados del Ministerio de Exteriores, por aquellas fechas en manos de José Manuel García-Margallo, da cuenta de ello.
Con fecha de 27 de agosto de 2013, el departamento de Exteriores condenó "enérgicamente el uso de armas químicas en Siria" y expresaba "su pesar por las numerosas víctimas civiles causadas por el último ataque en los alrededores de Damasco". Se calcula que el bombardeo de Guta con gas sarín provocó entonces más de 1.400 víctimas.
"España manifiesta su preocupación por la tensión que se vive en Oriente Próximo, y espera que el Consejo de Seguridad pueda desempeñar el papel que la Carta de Naciones Unidas le confiere y tomar decisiones que hagan de la legalidad internacional se cumpla y se ponga fin al drama sirio", zanjaba el comunicado de Exteriores.
Autorización del Congreso
¿Lo que no vale en España vale en Estados Unidos? En la respuesta del Gobierno también choca que se dé cobertura a unas actuaciones en EEUU que en nuestro país, con la ley en la mano, serían muy cuestionables. Fue en 2005, bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se aprobó la Ley orgánica de Defensa Nacional.
El artículo 17 de la ley sostiene que "para ordenar operaciones en el exterior que no estén directamente relacionadas con la defensa de España o del interés nacional, el Gobierno realizará una consulta previa y recabará la autorización del Congreso de los Diputados". No obstante, señala que "cuando por razones de máxima urgencia no fuera posible realizar la consulta previa, el Gobierno someterá al Congreso de los Diputados lo antes posible la decisión que haya adoptado para la ratificación, en su caso".
En 2013, cuando gobernaba Barack Obama, el propio Donald Trump se mostraba en contra de una intervención en Siria sin pasar por el Congreso.
Otro artículo de la citada legislación, el 19, establece que para que las Fuerzas Armadas puedan realizar misiones en el exterior que no estén directamente relacionadas con la defensa de España o del interés nacional, se deberán cumplir varias condiciones. Una: "que se realicen por petición expresa del Gobierno del Estado en cuyo territorio se desarrollen o estén autorizadas en Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o acordadas, en su caso, por organizaciones internacionales de las que España forme parte". Dos: "que cumplan con los fines defensivos, humanitarios, de estabilización o de mantenimiento y preservación de la paz, previstos y ordenados por las mencionadas organizaciones". Y tres: "que sean conformes con la Carta de las Naciones Unidas".
En el comunicado de este viernes, Moncloa "lamenta" que el "bloqueo" del "Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el conflicto en Siria no lo haya hecho posible". Y aboga por un "proceso político de transición" dirigido por Naciones Unidas.
En un parlamento tan fragmentado como el español, cualquier operación en el exterior dirigiría gran parte de las miradas al Partido Socialista.
La postura de la gestora del PSOE la fijó este viernes Ricardo Cortés Lastra, responsable del área de Política Exterior y Unión Europea. "Las soluciones unilaterales no son la solución para hacer frente a este tipo de situaciones".
"Los socialistas apostamos claramente por una respuesta coordinada de los Estados miembros de la UE y de la Comunidad Internacional", añadió el principal partido de la oposición en un comunicado. El diputado subrayó, además, que "tras 6 años de una guerra despiadada con cientos de miles de muertos y millones de refugiados, la paz en Siria sólo será posible a través del diálogo entre todas las partes implicadas en el conflicto".
Por su parte, la eurodiputada del PSOE y vicepresidenta del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Elena Valenciano, consideró que Trump pretende "mandar un mensaje" con su ataque contra una base del régimen sirio, pero consideró que una acción unilateral, "sin reflexionar y sin acordar" no va a ser muy eficaz, informa Europa Press.
En noviembre de 2015, la por entonces secretaria de Estudios y Programas del PSOE, Meritxell Batet, consideró que su partido estaría dispuesto a apoyar la participación de España en una operación militar en Siria si contara con el aval de la ONU y con el respaldo de la mayoría del Congreso. Es lo que establece la ley de 2005.
Podemos, por su parte, ha censurado la actuación de EEUU. "Hoy la paz y la seguridad en Siria están más lejos", señaló Pablo Iglesias en su perfil de Twitter.
Mientras, el secretario de Internacional de Podemos, Pablo Bustinduy, consideró que el Gobierno "debería dar explicaciones" y "aclarar" si "tuvo conocimiento" de que se iba a producir un ataque con misiles de crucero por parte del ejército de Estados Unidos contra una base militar ubicada en la provincia siria de Homs (oeste) y si "lo aprobó o apoyó por acción o por omisión".
El propio Méndez de Vigo admitió en rueda de prensa que España fue informada a posteriori. Señaló que el secretario de Estado de Defensa, James Mattis, informó antes del ataque al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Y además los embajadores de Estados Unidos advirtieron a nivel bilateral a los países que están sobre el terreno en Siria. No es el caso de España. Fue después cuando la administración estadounidense envió una carta a todos los aliados de la OTAN, incluida España.
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Mientras, desde el partido que lidera Albert Rivera, el secretario general del Grupo Parlamentario Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, señaló que "el culpable de los ataques en Siria es su presidente, Bashar al-Ásad, que trata igualmente a combatientes que a civiles, y que permitió el ataque con armas químicas, algo que nos horroriza desde Ciudadanos".
Gutiérrez anunció que desde su formación han presentado una iniciativa para solicitar a los organismos internacionales competentes una investigación por el ataque químico. "Creemos que España debe liderar la respuesta política a estos ataques que no deben ser tolerables por ningún país democrático. Queremos hacer un llamamiento a todos los órganos internacionales para que impulsen el fin de este conflicto", dijo.
Por su parte, desde el Partido Popular, el partido que sostiene al Ejecutivo, su número tres, Fernando Martínez-Maillo, indicó en declaraciones a laSexta que la postura de Rajoy y de su formación es "estar al lado de los aliados" y buscar una solución con un proceso de transición pacífico, a través de la ONU y las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Con una contundencia inusual en la materia de la que se trata, el Gobierno de Mariano Rajoy reaccionó este viernes al filo del mediodía al ataque unilateral de EEUU contra Siria. Sin matices, el Ejecutivo considera que la acción llevada a cabo por la Administración de Donald Trump contra una base militar "es una respuesta medida y proporcionada a la utilización por el ejército sirio de armas químicas contra la población civil del país". Pero la novedad no es solo la contundencia. La respuesta de Moncloa dista de la exhibida hace ahora más de tres años. En el verano de 2013, también ante ataques químicos, Rajoy mantuvo una posición tibia. De perfil muy bajo. "A partir de ahí ya veremos", se pronunciaba el líder de los conservadores cuando se le cuestionaba sobre si entraba en los planes de España apoyar un ataque sin el aval de Naciones Unidas. Era 6 de septiembre.