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Voces de la cultura y la sociedad civil se unen en un multitudinario acto en defensa de los derechos humanos de los refugiados

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Aforo completo. Así fue el revelador inicio que, a más de 20 minutos de la hora estipulada, abrió el acto en apoyo a los refugiados que tuvo lugar este martes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y que reunió a nombres del mundo de la cultura, el periodismo y la política con un mismo fin: la defensa de los migrantes que tratan de llegar diariamente a suelo europeo huyendo de países marcados por la guerra y la miseria.

La reverberación del salón que recibió a centenares de personas, hizo si cabe más solemne la apertura de la cita, una oda bajo forma de performance que combinó danza, música e interpretación, a quienes buscan cobijo en el seno de una Europa inmóvil.

El Gran Wyoming, presentador del acto junto a la escritora Almudena Grandes, inauguró el turno de intervenciones recalcando que "no es un acto de reivindicación", sino una llamada para recordar a los asistentes la manifestación convocada en Madrid el próximo 20 de junio, Día Mundial del Refugiado.

"No es una crisis de los refugiados, es un síntoma más del mundo en el que nos han metido", subrayó Wyoming. "Hemos convivido con las imágenes de los hechos anteriores a la Segunda Guerra Mundial, y siempre nos hemos preguntado cómo era posible que estas cosas pudieran suceder", lamentó, para después añadir que "los que estamos aquí queremos decir que nos negamos a estar en este mundo concreto que han fabricado para nosotros". El presentador remató esta primera parte pidiendo un minuto de silencio por las víctimas de la matanza perpetrada el pasado domingo en Orlando.

Almudena Grandes recordó, mediante la lectura de un relato que plasmaba la vida de refugiados llegados al continente europeo, que "hace años podían llamarse Paco, María, Dolores, y podían ser nuestros abuelos". De este modo introdujo la siguiente intervención, la del también escritor Benjamín Prado, quien acompañado por un violinista puso voz a las historias de aquellos que huyen de las balas, en alusión a los miles de refugiados que llegan actualmente a los países europeos, pero también en referencia a quien "podría apellidarse Cernuda, Jiménez o Alberti".

Manifiesto por un cambio de rumbo

Uno de los pilares de la cita fue la lectura del manifiesto S.O.S. Refugiados. Refugio por derecho: Europa a la deriva, a cargo de los periodistas Ignacio Escolar, Nativel Preciado, José María Calleja, Leila Nachawati, Laura Piñero y Jesús Maraña, director editorial de infoLibre. El documento es un grito contra el tratado sobre migrantes firmado por la Unión Europea y Turquía el pasado 18 de marzo, una declaración tachada por los asistentes de "vergonzosa e ilegal".

Tras ellos llegó el turno del mundo de la cultura, de la mano del cantautor Alejo Stivel, quien prestó su voz para versionar el himno de Silvio Rodríguez, Ojalá. Otros rostros, como los actores Tristán Ulloa, Jorge Sanz, Juan Diego Botto y Silvia Marsó, los músicos Joaquín Sabina, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel, o el poeta Luis García Montero, estuvieron presentes mediante vídeos en los que denunciaban la actitud de una Europa sorda ante los derechos humanos de los refugiados, e incidieron en la marcha convocada para el próximo 20 de junio.

Darle voz a quien no la tiene

El ecuador del acto estuvo protagonizado por mujeres que han sido violadas ante los ojos de sus hijas, jóvenes llegadas a las aguas del Mediterráneo, periodistas de Ruanda amenazados de muerte, niñas que esperan cruzar la frontera de Alemania tras días en los campos de refugiados... Estas y otras historias, reales, con nombre y apellidos pero representativas de decenas de miles similares, fueron narradas gracias a más de una veintena de artistas –los actores Juan Diego o Juana Acosta, entre otros–, políticos –José Manuel López o Ángel Gabilondo, portavoces de Podemos y del PSOE respectivamente en la Asamblea de Madrid– y sindicalistas como Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO, y José María Álvarez, de UGT, que dejaron de lado su propio protagonismo para otorgarles a ellos la voz que les fue arrebatada. Todas las historias, con un final común: "Nos vemos el día 20 en la manifestación".

A continuación, el actor Carlos Olalla, otro de los conductores del acto, reflexionó sobre "el cinismo con el que nuestros representantes se refieren" a los refugiados: "Les niegan el refugio, pero los tratan como tal". Añadió Olalla que "son muchos los Aylanes que se están ahogando en nuestras aguasAylanes" y pidió que "no seamos cómplices de este genocidio", para enseguida dar paso a la cantautora Rosa León, quien interpretó Al alba acompañada por los coros de un público emocionado ante los acordes compuestos por Luis Eduardo Aute.

A continuación, el actor Pepe Viyuela relató su experiencia en los campos de refugiados del Kurdistán, en representación de la ONG Payasos sin fronteras, que se dedica a recorrer territorios "inhóspitos donde nadie quiere estar". Viyuela aprovechó la ocasión para homenajear al mundo del circo como "hogar de acogida de quienes son diferentes".

El actor, además, protagonizó una actuación –"voy a hacer lo que mejor se me da: el payaso"–, ataviado con el único atrezzo de una chaqueta de traje, una maleta y unos zapatos de payaso, y con la poderosa arma del humor como principal aliada para acercar la realidad demoledora que padecen quienes tienen que huir de sus hogares en busca de refugio.

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"Los Centros de Internamiento de Extranjeros son nuestros Guantánamos particulares". Con estas palabras se refirió Carlos Olalla a los centros donde aún hoy son llevados los migrantes que llegan a la península, y que en ocasiones han sido víctimas de prácticas denunciadas en numerosas ocasiones por asociaciones en favor de los derechos humanos.

En este sentido, Almudena Grandes destacó la labor de la asociación Campaña por el cierre de los CIE, en defensa de los extranjeros que se encuentran en los espacios de internamiento abiertos en territorio español.

Tras dos horas desde que la advertencia de aforo completo marcara el arranque –y dejara fuera a un centenar de personas, que pudieron seguir el acto a través de una pantalla gigante–, los presentadores agradecieron a asociaciones, partidos políticos, instituciones y personalidades que prestaron su apoyo para organizar y participar en una cita que sumó la voz y la fuerza de quienes rechazan las políticas europeas que "ahogan cada día a decenas de miles de migrantes". Porque "hoy son ellos, pero ayer fuimos nosotros".

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