Apología de la dictadura

Vox amplifica su apología de la dictadura apoyado en la Fundación Francisco Franco y Plataforma 2025

Varias personas hacen el saludo fascista a las puertas de el cementerio de Mingorrubio.

Cada uno de abril los franquistas celebran su "Día de la Victoria", fecha en la que Francisco Franco dio por finalizada la Guerra Civil en el año 1939. Es lo que hizo este martes el diputado de Vox en el Parlamento balear, Sergio Rodríguez, que arrancó su intervención ensalzando el triunfo del dictador en España: "Yo que soy muy bien mandado, obedeciendo al Gobierno de España y a su presidente Pedro Sánchez, en su año de celebración, el primero de abril les deseo un feliz Día de la Victoria", dijo. Tras su intervención, la oposición exigió que sus palabras se retiraran del diario de sesiones, pero el presidente del Parlamento de las islas, el diputado de Vox Gabriel Le Senne, procesado precisamente por un delito de odio contra las víctimas del franquismo, se negó a retirarlas al considerar que todo era "una broma". Un día después, tras las presiones del resto de grupos, accedió a hacerlo.

El lunes, el síndic de Vox en Les Corts y exvicepresidente de la Generalitat, Vicente Barrera, se dirigió al bando republicano como los "subcampeones" del 1939. "El odio que destilan es infinito, pero así y todo, la realidad es que fueron los subcampeones en el 39 y eso no lo pueden cambiar por mucho que pataleen", escribió en su cuenta de X, tras la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de convertir el Valle de Cuelgamuros en "un gran centro de resignificación", tomando como ejemplo el Museo del Holocausto de Berlín o la casa de Mussolini en Roma. Una decisión que tampoco ha gustado al eurodiputado de Vox y exdirigente de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, que ha pedido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que "salve" el viejo Valle de los Caídos y lo declare Bien de Interés Cultural para "abortar su aberrante resignificación": "Ayuso, supuestamente favorable a la guerra cultural, no quiere dar esta batalla crucial. Si no comprende la carga simbólica del Valle es que está a años luz del valor que se le atribuye", señala Girauta en El Debate.

Desde su irrupción en la política hace más de un lustro la formación liderada por Santiago Abascal ni ha renegado, ni ha condenado, ni ha hecho siquiera un juicio crítico sobre la dictadura. Todo lo contrario. A diferencia de lo que ha venido siendo habitual en el PP, no esquiva este asunto, sino que hace política con él. Los ejemplos abundan. El líder del partido ha calificado el golpe de Estado de 1936 como un "movimiento cívico militar" o ha responsabilizado al PSOE de la Guerra Civil. E incluso ha llegado a decir, en pleno Congreso de los Diputados, que el Gobierno de Sánchez es "el peor en nuestro país en 80 años" –dictadura incluida–. En el partido ultra, en cuyas listas se han integrado generales que exaltaban la figura del dictador, se han referido a las familias que quieren exhumar a sus seres queridos como "buscadores de huesos". Y no han tenido reparos en colocar como altos cargos a personas que posaban en sus redes con la enseña de la dictadura o alababan el franquismo. Ahora, al hilo del 50 aniversario de la muerte del dictador, han amplificado esos mensajes.

Los vínculos de Vox con la plataforma que hace apología del franquismo y busca contraprogramar a Sánchez

Para hacerlo Vox se apoya en organizaciones como la Fundación Francisco Franco, que maniobró con empresarios amigos para mejorar el tratamiento de Vox en los medios de comunicación o la recién creada Plataforma 2025, ambas en el punto de mira del ministerio de Memoria Democrática. Partidos como Esquerra Republicana han pedido al Ejecutivo que actué tanto para disolver la primera —el pasado octubre el Congreso dio el primer paso para hacerlo— como para lograr que la segunda no pueda celebrar actos como el de este miércoles en el que partidarios y entidades defensoras del dictador se reunieron en Madrid para celebrar el día en el que "triunfó la España que se negó a desaparecer bajo las garras del totalitarismo" y "recuperó la paz, la estabilidad y la libertad que la izquierda reaccionaria le había arrebatado", en palabras del pseudoperiodista Javier García Isac, director general de EdaTV, que precisamente este miércoles publicaba una entrevista con el líder de Vox en su canal. Además, García Isaac presentó el pasado año su libro 'Reflexiones desde la fachoesfera' acompañado por Juan José Aizcorbe, diputado de Vox por Barcelona, exabogado de los Franco.

En el acto de Plataforma 2025 también participó Juan Chicharro, presidente de la Fundación Francisco Franco. Este general de la Marina retirado, que formó parte del grupo de militares que en 2018 suscribió un manifiesto a favor de Franco, sostuvo que la ley de memoria democrática "impone una verdad histórica por ley, algo que no sucede ni en Corea del Norte" y "cercena derechos fundamentales de las personas", según relatan los medios presentes en el acto: "Nos ilegalicen o no, no nos vamos a retirar", dijo. En los últimos años, y ante el riesgo de una posible eliminación, la entidad ha retocado sus estatutos en un par de ocasiones. Entre sus fines ya no figura, por ejemplo, ni el "contribuir a la proyección" del ideario del dictador "sobre el futuro de la vida española" ni el "enaltecer" su figura ni el "exaltar su vida" como "modelo de virtudes". Ahora, se limitan a la difusión y promoción del estudio y conocimiento "sobre la vida, el pensamiento, el legado y la obra" de Franco "en su dimensión humana, militar y política" y del Estado "que rigió los destinos de España" entre 1936 y 1977.

El manifiesto de Plataforma 2025 ensalza a la dictadura asegurando que Franco fue un "cristiano ejemplar", un "hombre bueno" que dejó un legado de "prosperidad, unidad y paz". El listado de adhesiones —casi 1.500, según los promotores— reúne al golpista Antonio Tejero y su hijo sacerdote, al presidente del pseudosindicato ultra Manos Limpias, Miguel Bernad, al general retirado Blas Piñar Gutiérrez, a al menos cuatro de los nietos y bisnietos de Franco como Luis Alfonso de Borbón y Martínez Bordiu, a los hijos del ex ministro franquista José Utrera Molina y también militares y jueces retirados. Entre ellos está el general del Ejército de Tierra Antonio Budiño Carballo, que en 2019 se presentó como cabeza de lista de Vox al Congreso por Pontevedra pero no consiguió el escaño y que sigue militando en la formación de Abascal aunque pertenece al 'sector crítico'.

Otra de las figuras clave de esta plataforma es el escritor José María Blanco Corredoira, autor del prólogo del libro publicado por Alejandro Nolasco, líder de Vox en Aragón y exvicepresidente de Jorge Azcón. En 2022 publicó Los últimos 50 de la División Azul, el batallón de voluntarios falangistas -de ahí el azul - que actuaron a las órdenes del ejército nazi en el frente soviético. La obra fue lanzada por SND Editores, en cuyo catálogo destaca la colección dedicada a Blas Piñar, fundador de Fuerza Nueva. Corredoira ensalzó el trabajo de Nolasco porque, a su juicio destaca el "heroísmo" de los divisionarios, víctimas del "odio" de la izquierda a "toda obra que tenga su origen en la era del general Franco" y también a aquellos "que se llamaron azules y que tenían a esperanza de que España fuera una, grande y libre".

El pasado franquista de Buxadé, Ortega Smith y Juberías

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Hay un sector de Vox que ha ganado fuerza tras la marcha de Iván Espinosa de los Monteros del partido, que se estrenó en organizaciones franquistas como Falange o Fuerza Nueva. Su rostro más visible es el de Jorge Buxadé. El eurodiputado de Vox nunca ha renegado de su pertenencia a Falange hasta el año 1996. Su militancia ultracatólica, su desapego respecto a la Constitución y su defensa de un modelo sociopolítico propio del franquismo —familia, municipio y sindicato, llegó a enumerar en 2012— dibujan un retrato de trazos inequívocos. "Me arrepiento de haber estado en el PP, no en Falange", aseguró en 2019 durante una entrevista con el diario El Mundo.

También Javier Ortega Smith, portavoz municipal en el Ayuntamiento de Madrid, seguía siendo falangista tras la fallida toma del Congreso a manos del coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y miembros del Ejército. Como relató el periodista Antonio Maestre en La Marea, Smith escribió en 1986 un artículo donde incluía lo que viene a continuación: “No podemos olvidar el pasado de la Falange, no podemos olvidarnos de aquellos momentos de elaboración de nuestra doctrina, momentos en los que nuestros mejores José Antonio, Onésimo, Ramiro, Julio, crearon la doctrina más joven y grande de Europa”.

Es el caso también de Carlos Flores Juberías, que fue condenado por violencia de género —el suyo fue "un divorcio duro”, dijo el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo—, con Fuerza Nueva, de la que fue candidato en 1982: exactamente, el número 8 por Valencia. Para Flores Juberías, José Antonio Primo de Rivera fue alguien “fascinante”. Los franquistas de Fuerza Nueva también colocaron en sus listas a que también acabó siendo un nombre destacado en Vox, aunque en los últimos tiempos ha permanecido en un plano discreto: el ya citado diputado por Barcelona Juan José Aizcorbe, que en 1982 ocupó el puesto número 4 en la lista de Fuerza Nueva en Barcelona.

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