Los 'whatsapp' los carga el diablo... y los disparan políticos, jueces y militares

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Secretos inconfesables, planes ocultos, documentos comprometedores o simplemente insultos. Whastapp, Telegram o los antiguos SMS son herramientas que a menudo dejan desnudos ante la opinión pública a políticos, altos cargos e incluso militares. El último caso de unos mensajes inoportunos ha saltado en el Ministerio de Defensa. Este jueves la ministra, Margarita Robles, a petición del propio jefe de la cúpula militar, el general Fernando Alejandre, ha destituido al general Juan Francisco Díaz Rodríguez-Valdés como director del Gabinete Técnico de la Jefatura del Estado Mayor, ha informado El País.

El cese está motivado por los mensajes de Rodríguez-Valdés en un grupo de Whatsapp en los que insultó a la directora general de Reclutamiento y Enseñanza Militar, Amparo Valcarce, y al subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre. Otro caso de mensajes desacertados que se ha hecho público este jueves es el que se ha producido en la Diputación de Lugo, donde su jefe de personal, Manuel García Mel, difundió un texto que se ha hecho viral en el que explicaba por qué consideraba legal despedir a la jefa territorial de Medio Ambiente, Margarita López Blanco, para después divulgar varios datos personales de la funcionaria que acabaron en Internet.

1. Cosidó y el control ‘desde atrás’

Pero, sin duda, la última gran filtración de mensajes comprometedores tiene como protagonista al portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó. Una vez que Gobierno y conservadores pactaron la renovación del Consejo General del Poder Judicial, y a través de un grupo de Whatsapp que tenían abierto los senadores de su partido, Cosidó se jactó de que el nombramiento de los jueces en ese organismo había sido "una jugada estupenda" que había vivido desde primera línea. "Nos jugábamos las renovaciones futuras de 2/3 del TS y centenares de nombramientos en el Poder Judicial, vitales para el PP y para el futuro de España”, escribía. En los mismos mensajes, Cosidó manifestó su satisfacción porque, a su juicio, los nuevos jueces permitirían que el PP controlase la sala segunda del Tribunal Supremo "desde atrás".

Al saltar el escándalo, Cosidó se apresuró a desmentir que sus palabras significasen un intento de control del CGPJ por parte de su partido. Fue un intento en vano. El candidato a presidir el CGPJ, Manuel Marchena, publicó una carta con su renuncia haciendo saltar por los aires el acuerdo entre Gobierno y PP.

2. El PP y las bombas en forma de SMS

Un poco alejado de los grupos de Whatsapp, el PP ha sufrido varias veces el perjuicio de SMS desafortunados. El más conocido, y quizá también el que más daño le ha causado, fue el que Mariano Rajoy le envió en 2013 al extesorero del partido, Luis Bárcenas, después de que se filtrasen los papeles que reflejaban la supuesta contabilidad B del PP. El texto decía: "Luis. Sé fuerte", y con él, el por entonces presidente del Gobierno le daba ánimos al ya apestado Bárcenas.

Otro mensaje desafortunado enviado por mandatarios del PP que acabo filtrándose fue el que Rafael Catalá le remitió en 2016 al entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Se acababa de conocer que Catalá sería el nuevo ministro de Justicia y González, que ya estaba imputado en la Operación Lezo por cohecho y blanqueo de capitales, se apresuró a darle la enhorabuena. Catalá le contestó: "Gracias Nacho. Un fuerte abrazo. Ojalá se cierren pronto los líos". 

La Guardia Civil, que llevaba tiempo investigando a González, registró ese intercambio de SMS y descubrió que después el mismo González informó al presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo —también imputado en el caso del ático— de que Catalá estaba mediando entre ellos y sus problemas con la Justicia: "Hablé el otro día con Rafa, que lo estaban mirando, Nacho".

Pero aún hay más. Rita Barberá estaba en 2016 en el ojo del huracán tras ser imputada por blanqueo en el Ayuntamiento de València en la Operación Taula. Después de que la entonces senadora fuera invitada  por dirigentes del PP a dejar su escaño, el entonces vicesecretario de organización, Fernando Martínez Maíllo o la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig declararon su malestar por unos SMS "amenazantes" que la propia Barberá les estaba enviando. Según publicó en su día la Cadena SER, en esos mensajes había frases como: "Cuidado con lo que dices", "te has pasado mucho" y "eso se paga".

3. Podemos: los cismas empiezan en Telegram

Las interioridades de Podemos quedaron aireadas el pasado mes de abril en el canal de Telegram de Carolina Bescansa. La que fuera secretaria de Análisis Político y Social del partido morado redactó un documento confidencial que acabó siendo público del que se desprendía su propósito de hacer frente a Pablo Iglesias empezando por la candidatura a la Comunidad de Madrid. Del lado de Íñigo Errejón, Bescansa propuso aceptar ser la número dos en la lista a la Asamblea de la región si después se apoyaba su candidatura a la Secretaría General del partido.

Bescansa eliminó el mensaje del grupo de Telegram instantes después de publicarlo por error. Pero no sirvió de nada. Una vez convertido en viral, Bescansa intentó desentenderse de él asegurando que no había sido validado y Errejón negó tajantemente que existiese algún tipo de negociación, tal y como reflejaba el texto.

Pero aún hay más. Después de que Rajoy rechazase intentar formar Gobierno tras las elecciones que dieron lugar a la legislatura fallida de 2015, Pedro Sánchez anunció que recogería ese testigo y probaría suerte ante la Cámara. Entonces, el entonces secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, envió unos mensajes a través de Telegram en los que, supuestamente, se hablaba de la "operación jaque pastor".

Los afines a Iglesias siempre han sostenido que esa operación, con nombre de una rápida y fatídica jugada de ajedrez en cuatro movimientos, tenía como objetivo derribar a la dirección del partido en la Comunidad de Madrid y provocar la posterior caída de Pablo Iglesias. Una vez descubierta la supuesta intriga, Iglesias destituyó a Pascual, partidario de Errejón, una acción que supuso el inicio de la fractura de la relación entre los cofundadores de Podemos.

4. Las entrañas del procés

A principios de este año, en mitad de las convulsiones políticas derivadas del referéndum del 1-O y la Declaración Unilateral de Independencia de Cataluña, el expresident Carles Puigdemont le envió una serie de mensajes de móvil al exconseller de Sanidad, Toni Comín —también huido a Bélgica en ese momento—. En los mensajes, difundidos por El programa de Ana Rosa en Telecinco, Puigdemont daba por finalizada la aventura soberanista: "El plan de Moncloa triunfa, sólo espero que sea verdad y que gracias a esto puedan salir todos de la cárcel porque si no el ridículo es histórico", apuntó antes de asegurar que "esto [el procés] se ha terminado. Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí. Vosotros seréis consellers (espero y deseo) pero yo ya estoy sacrificado".

Puigdemont reconoció la veracidad de los mensajes y Comín consideró su difusión como revelación de secretos y recordó que eso era un delito tanto en España como en Bélgica. 

En el contexto del 1-O, jueces aprovecharon sus chats privados para verter todo tipo de opiniones sobre lo que estaba ocurriendo en Cataluña. Tal y como desveló entonces eldiario.es, algunos de esos magistrados compararon el independentismo con el nazismo mientras que otros expresaron que la situación en Cataluña no era para tanto. "La situación grave se puede producir por el carácter extremista de quienes detentan el poder en Cataluña, pues ya no hay nadie moderado. Lo mismo ocurrió en Alemania en épocas remotas", llegó a escribir uno de los jueces.

5. El ‘compi yogui’ de Letizia

La Casa Real tampoco está libre de los mensajes poco afortunados. En 2016, unos días después de que saltase el escándalo de las tarjetas black, la reina Letizia le envió un mensaje de ánimo a uno de los principales imputados, el empresario Javier López Madrid, por las informaciones sobre el caso que habían aparecido en la prensa. El mensaje de la reina fue: "Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!!)".

6. Los policías contra Carmena

Hace un año se filtraron las conversaciones de un chat de la Policía Municipal de Madrid en el que varios agentes vertían graves insultos y amenazas contra la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena. Los agresores verbales empezaron a cargar contra Carmena a raíz de una declaración de ésta donde opinaba que las cargas policiales durante el referéndum del 1 de octubre en Cataluña fueron desproporcionadas.

Entre las frases irrespetuosas se encontraban epítetos como: "Es terrible que ella no estuviera en el despacho de Atocha cuando mataron a sus compañeros" u "ojalá tenga una muerte lenta y agónica".

Los usuarios de WhatsApp ya pueden controlar quién les agrega a un chat grupal

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7. Un plan de magnicidio

A través de otro grupo de Whatsapp, tal y como desveló Público.es, la policía identificó hace unas semanas a un francotirador que pretendía atentar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El individuo, un conocido entre grupos de extrema derecha, arremetía habitualmente contra Sánchez por la decisión del Gobierno de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos.

Sin embargo, lo que comenzó con insultos esporádicos acabó en la petición de apoyo logístico por parte del sospechoso para organizar un atentado contra el presidente. "Que el rey se vista de legionario, coja a todo el ejército y haga como Franco", señaló en el chat privado Manuel Murillo, que fue detenido por los Mossos y enviado a prisión.

Secretos inconfesables, planes ocultos, documentos comprometedores o simplemente insultos. Whastapp, Telegram o los antiguos SMS son herramientas que a menudo dejan desnudos ante la opinión pública a políticos, altos cargos e incluso militares. El último caso de unos mensajes inoportunos ha saltado en el Ministerio de Defensa. Este jueves la ministra, Margarita Robles, a petición del propio jefe de la cúpula militar, el general Fernando Alejandre, ha destituido al general Juan Francisco Díaz Rodríguez-Valdés como director del Gabinete Técnico de la Jefatura del Estado Mayor, ha informado El País.

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