Del yerno de Roig a Arias Cañete: los nombres del millonario negocio agrario oculto tras las tractoradas

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Dos tipos de noticias brotan del campo. Las primeras muestran impotencia, cabreo, miedo. Las tractoradas son una viva expresión de este humor sombrío. Se habla de márgenes mínimos, fincas entrampadas, falta de relevo. El segundo tipo de noticias es muy distinto. Ya no suena el rugido de los motores, sino el tintineo de la abundancia. El sujeto no es el agricultor apesadumbrado, no digamos el jornalero precario, sino un inversor que pone sus ojos en el agro, seducido por la promesa de altas rentabilidades.

Es un fenómeno global, que se ha dado primero en Estados Unidos: el gran dinero corre hacia el negocio agrícola. Allí el magnate tecnológico Bill Gates se ha convertido en el principal terrateniente del país y meter millones en la agricultura es la moda entre estrellas de la televisión –Oprah Winfrey– o de la NBA –Blake Griffin–. Esos vientos llegan a España. ¿Un ejemplo? Futbolistas como Sergio Ramos. No es el único.

Pero este baile de nombres no es más que la superficie de una corriente mucho más profunda: el frenesí mercantil en torno al suelo rústico. Entre enero y octubre de 2023 las compraventas en España se acercaron a 125.000, un 5,4% por encima de los datos precovid. En noviembre subieron un 10,6% con respecto a octubre. Aunque la mayoría de operaciones, más del 90%, se realizan entre pequeños y medianos propietarios, despunta un tipo de empresa con un papel cada vez más destacado: el fondo de inversión.

Múltiples factores, como la creciente población mundial y la posibilidad de abaratar costes mediante la economía de escala, han convertido al campo en lo que se conoce como un "valor refugio", especialmente tentador en tiempos de inestabilidad geopolítica. Las rentabilidades se sitúan entre el 5% y el 10%, según distintos balances del sector. Algunos números. 1) La inversión de los fondos en España en 2022 superó los 1.000 millones, un 20% que en 2021. 2) Las previsiones para el cierre de 2023 superan los 2.000 millones, todo ello según datos de la consultora CBRE, de las más influyentes en sector.

En España despuntan en el llamado agribusiness fondos tanto nacionales como internacionales. infoLibre ha realizado una selección, tomando como referencia el informe de 2023 sobre el negocio del suelo rústico de la firma especializada Cocampo y la opinión de diversos profesionales del sector.

Atitlan: pádel, logística... y agricultura

Entre los campeones nacionales figura Atitlan, el grupo inversor impulsado en 2005 por Roberto Centeno –yerno del presidente y máximo accionista de Mercadona, Juan Roig, con una de cuyas hijas está casado– y Aritza Rodero, ambos con pasado en Goldman Sachs. A diferencia de la mayoría de sus competidores, Atitlan no invierte dinero de terceros, sino propio. En este caso, suma más de 1.000 millones en activos, repartidos en al menos diez empresas. ¿De qué? De todo. Accesorios de baño y cocina, cría de lenguado, fabricación de pistas de pádel, servicios inmobiliarios y logísticos... Y agricultura. Todo tiene el mismo sello: sectores oportunidad, inversión, tecnificación de procesos, perspectiva de venta con beneficios. Es una rueda que no deja de girar.

También gira en el campo. La empresa agrícola del grupo es Elaia, con sede en Valencia, que desde su nacimiento en 2007 ha desarrollado más de 20.000 hectáreas de cultivos, la mayoría en alquiler, para naranjas, mandarinas, limones, aguacates, almendros y olivos en más de cien finas de España, Portugal y Marruecos. En noviembre Atitlán amplió su apuesta alcanzando un acuerdo con Agnbro Capital, propiedad del empresario José Tomás Pérez, para integrar en Elaia más de 800 hectáreas de pistacho en Castilla La Mancha y pasar así a gestionar 3.200 de este cultivo en toda la Península. Elaia ha pasado a ser "accionista de referencia" de Agnbro, explica un portavoz de Atitlan, que además comercializa cítricos a través de Guillem Export.

Atitlan, con sedes en Madrid, Valencia y Oporto, no sólo compra. También vende. Se trata de eso. La venta de las ramas de almendro y olivo al grupo andaluz De Prado, de una familia histórica de la explotación agraria cordobesa, fue el "hito más importante" y con "mayor impacto" en la cuenta de resultados del grupo en 2022, último año publicado, cuando Atitlan cosechó unos beneficios de más de 73 millones de euros.

Beka Finance: un exministro y asesor

Al igual que Atitlan, Beka Finance tampoco se dedica en exclusiva al campo. Esta firma con sede en Madrid y 30.000 millones bajo gestión –no propios– invierte allí donde haya oportunidades de "creación de valor": tecnología, educación, ocio, restauración. Y agricultura. En 2021 la compañía hizo una "apuesta por la agricultura sostenible española con el fichaje de Miguel Arias Cañete" como presidente de honor del comité de inversión de su capital riesgo Beka&Bolschare Iberian Agribusiness Fund, puesto desde el que el exministro asesora sobre "oportunidades de inversión", entre otras materias.

Un portavoz de Beka explica que en el arranque de este fondo agrícola, al estudiar la "normativa europea de sostenibilidad" y ante el "negocio que se puede abrir con los derechos de carbono", se consideró que el extitular de Agricultura con José María Aznar (2000-2004) y Mariano Rajoy (2011-2014) y excomisario europeo de Energía y Acción por el Cambio Climático (2014-2019) "aportaba bastante" tanto por el "conocimiento del sector" como de las reglas comunitarias. Cañete "sigue ayudando" actualmente, añade.

Beka&Bolschare Iberian Agribusiness Fund surge ante las "revoluciones" que experimenta el negocio agrario, que tiene "mucho recorrido" para la mejora en "eficiencia" y "sostenibilidad", según el portavoz de la compañía, que afirma que su modelo crea "más riqueza, más empleo y de más calidad" que el tradicional. El fondo ha recabado entre 65 y 70 millones euros, de los que están invertidos ya tres cuartas partes para la compra de unas 1.500 hectáreas de olivar en el Alentejo portugués y unas 400 de almendro cerca de Talavera de la Reina (Toledo).

El negocio se basa en un modelo de propiedad de la tierra minoritario en la inversión agrícola en comparación con el alquiler. Beka prevé abrir un segundo fondo para compra agrícola antes de final de año. Los principales nombres de la compañía son Carlos Tejera, presidente y máximo accionista; Carlos Stilianopoulos, director general; y Borja de Roda, director general de la división de gestión de activos.

Azora, Miura, Portobello, ProA

El nombre de Azora suele ir ligado a la inversión inmobiliaria. Con más de 9.000 millones bajo gestión, el grupo inversor fundado en 2003 por Concha Osácar y Fernando Gumuzio, ambos provenientes del Grupo Santander, fue noticia en 2023 por la condena a una de sus filiales por cláusulas abusivas, en una sentencia en primera instancia en Barcelona considerada "histórica" por el movimiento por la vivienda digna y que ha sido recurrida. Pero los intereses de Azora, con sedes en Madrid y Miami, van mucho más allá del ladrillo residencial y hotelero. ¿Alcanzan el terreno agrícola? Sí. En 2022 Azora compró el 33% –porcentaje que aún mantiene– de ISFA, empresa con sede en Vitoria (Álava) que explota más de 10.000 hectáreas de almendros en la Península.

Miura Partners, con sedes en Madrid y Barcelona y más de 1.000 millones en activos, juega a múltiples barajas, con participaciones que van de la aceituna de mesa a la formación continua, del ocio al aire libre a los tratamientos por radiofrecuencia, de los seguros a la cocina mediterránea. Porque lo que distingue a estas compañías no es el sector, sino el método. Miura recaba dinero para sus fondos, sean de bancos, fondos de pensiones, sociedades patrimoniales, universidades... En su inmensa mayoría, capital extranjero. Y lo invierte allí donde ve posible rentabilidad.

En el caso del agro, su participación está en Citri&Co, productor y comercializador internacional de cítricos con cuartel general en Sollana (Valencia). Sus números imponen: trabaja sobre unas 30.000 hectáreas y su facturación anual ha alcanzado los 700 millones. El socio fundador y director general de Miura es Luis Seguí, con largo currículo en lo que en jerga se llama fundrasing, es decir, lograr fondos para invertir.

Los fundadores de Portobello Capital, con sedes en Madrid y Luxemburgo y más de 2.000 millones bajo gestión, son Íñigo Sánchez-Asiaín, Juan Luis Ramírez, Ramón Cerdeiras y Luis Peñarrocha, que han impulsado la entrada de la compañía en el accionariado de empresas de residencias de mayores (Vitalia Home), servicios jurídicos (Legálitas), inspección de vehículos, supermercados, hoteles o alimentación para mascotas. La relación de Portobello con el campo se traba con la entrada en julio de 2023 en Eurocebollas, donde tiene un 38%. Eurocebollas es una empresa fundada en 1980 por la familia Alberola en Alzira (Valencia) y que se presenta como "líder" en ingredientes listos para usar, sobre todo de cebolla. Eurocebollas, explica un portavoz, prevé plantar en marzo 700.000 hectáreas alquiladas de cebolla y ajo

ProA Capital, el fondo con sede en Madrid dirigido por Fernando Ortiz, ex del BBVA, es otro ejemplo de lo que en el mundillo se llama una "cartera diversificada", que en su caso incluye empresas de componentes de aviación, formación, higiene, servicios ofimáticos o pasta y otros productos de alimentación (Gallo). Entre sus participaciones figura la de Moyca, empresa especializadas en producir, envasar y comercializar uva de mesa sin pepita. La firma explota unas 2.200 hectáreas en Murcia, Alicante, Almería y Badajoz.

Pensiones de Canadá y un fondo francés

¿Y el terreno internacional? En realidad, la pista de algunas de las empresas ya citadas lleva fuera de España. Dos ejemplos:

– Citri&Co, en la que tiene presencia Miura Partners, firmó un acuerdo en 2022 con PSP, una macrogestora de fondos de pensiones de funcionarios públicos de Canadá. El trato consiste en que PSP, que controla activos por unos 200.000 millones de euros, adquiere propiedades agrícolas, mientras que Citri&Co las explota y gestiona sus frutos.

– Eurocebollas, participada al 38% por Portobello Capital, también es en un 7% del grupo francés de ingredientes Solina, del que a su vez es accionista el capital riesgo galo Astorg.

Un banco británico y exinversores de Harvard

El campo atrae a poderosos capitales internacionales, como el banco británico HSBC, que en 2022 compró 400 hectáreas en Extremadura para almendros. Más. El año pasado el fondo estadounidense Solum Partners entró en el accionariado de Agrupapulpí, empresa nacida en 1981 con origen familiar que tiene más de 2.100 hectáreas propias en Almería, Murcia y Granada para lechuga, brócoli y sandía, entre otros productos. El vendedor fue otro fondo, Magnum Partners, con sedes en Madrid, Lisboa y Luxemburgo.

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Una particularidad de Solum: es un fondo vinculado a la Harvard Management Company, gestora de activos de la prestigiosa universidad estadounidense, de la que se escindió en 2020 aunque desde entonces han compartido activos en el terreno agrícola. Con más de 1.700 millones de euros gestionados, Solum está liderada entre otros por al menos cuatro antiguos directivos del fondo de Harvard. Uno de ello es Colin Butterfield, CEO de la compañía.

Fiera, Fremman y CVC, conocido por La Liga

¿Más nombres internacionales? Fiera Capital, macrogestora canadiense con más de 140.000 millones bajo gestión, posee el 100% de Innoliva, con 8.000 hectáreas en producción agrícola en España y Portugal. Más modesta es Fremman Capital, una boutique inversora con oficinas en Londres, París, Munich, Luxemburgo y Madrid, que tiene una posición en Bollo Natural Fruit. El fondo SLM Partners, con sedes en Reino Unido, Estados Unidos, Australia e Irlanda, especializado en agricultura y que suma 285.000 hectáreas gestionadas en todo el mundo, compró 300 en Murcia en 2022 para almendros, pistachos y olivos.

Distinto es el caso de CVC Capital Partners, una empresa con destacados galones en España, donde es accionista de Naturgy, la Liga de Fútbol Profesional, la Universidad Alfonso X el Sabio y Vitalia Home. Especialmente polémica fue su entrada en La Liga, de la mano de Javier Tebas, en una operación de 2.700 millones que recrudeció la guerra con la Federación Española de Fútbol. A estas posiciones se suma casi un 57% en Deoleo, multinacional con sede central en Madrid que se presenta como "líder mundial del aceite de oliva" y que aunque no produce directamente el oro líquido, tiene un papel destacado como comprador en el campo español. Entre las marcas de Deoleo están las populares Carbonell, Koipe y Hojiblanca. Deoleo lleva meses envuelta en rumores de venta. Ha sonado como posible comprador al grupo emiratí IFFC, si bien Ignacio Silva, presidente de la compañía aceitera, lo ha desmentido.

Dos tipos de noticias brotan del campo. Las primeras muestran impotencia, cabreo, miedo. Las tractoradas son una viva expresión de este humor sombrío. Se habla de márgenes mínimos, fincas entrampadas, falta de relevo. El segundo tipo de noticias es muy distinto. Ya no suena el rugido de los motores, sino el tintineo de la abundancia. El sujeto no es el agricultor apesadumbrado, no digamos el jornalero precario, sino un inversor que pone sus ojos en el agro, seducido por la promesa de altas rentabilidades.

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