Álvaro Tato, de cañas con Lorca por Madrid

"La pregunta es cojonuda", ríe divertido el dramaturgo, actor y poeta Álvaro Tato ante la cuestión que planteamos a los creadores en ¿Ventana o pasillo?: ¿A quién le comprarías un billete de avión? "A Federico García Lorca. Para que saliera de Granada antes de que fuera demasiado tarde y traerlo a Madrid para que se hiciera viejo y siguiera regalándonos libros y más libros de su genial poesía y su teatro", argumenta.

El escritor teatral, a cargo de la dirección literaria de Cervantina, aprovecharía el rescate in extremis para disfrutar de la presencia del, a su juicio, "genio del siglo XX". "Creo que le invitaría a unas cañas por el centro y le escucharía" –con todo lo que implica escuchar a Lorca–. "Me parece que le llevaría a algún sitio donde hubiera un piano, para que pudiera tocar", afirma embelesado. El pasado 19 de agosto se cumplieron 80 años de su cobarde asesinato por los fascistas. La búsqueda de sus restos encalla en la burocracia y a falta de la lápida donde llorarle, le lloramos en los poemas, en el teatro de su compañía La Barraca, en sus obras sangre de nuestra sangre y en el homenaje de personas como Tato, que sueñan con conocer al considerado el mayor poeta del siglo XX español.

Y en la vida real…

Álvaro Tato (Madrid, 1978) se autodefine como un hombre "feliz" que no distingue entre trabajo y vacaciones. Con su compañía, Ron Lalá, se encuentra "a saco en las carreteras españolas", de gira festivalera con Cervantina, una obra que bucea en prólogos, poemas y novelas de Miguel de Cervantes para construir una ensalada salpimentada de "versiones y diversiones" con toda la producción del alcalaíno. Es feliz Tato pero consciente de lo que le ha costado alcanzar ese estado de plena satisfacción. "Hemos vivido el calvario de más de 10 años profesionales pero 20 de vida real de luchar por nuestra profesión y nuestra dignidad. Y ahora que acariciamos esta vida, llevando la palabra de Cervantes por España, es una gozada lúcida", explica.

El dramaturgo no para en verano ni parará al empezar el curso, si es que se le puede llamar verano a su estado permanente de efervescencia. Del 1 al 11 de septiembre presentará en Valladolid un cabaret tecnológico: Comedia multimedia, dirigida al igual que Cervantina por Yayo Cáceres. En octubre presenta su versión de El perro del hortelano. Y durante estos meses estivales ha estado escribiendo los libretos de Zarzuela en Danza, "un acercamiento al mundo de la zarzuela desde todos los maravillosos momentos dancísticos que hay" y de Nacida sombra, un homenaje a las grandes escritoras del Siglo de Oro, coreografiada por la exdirectora del Ballet de Andalucía, Rafaela Carrasco. "Estoy loco, tío", concluye, aunque quizá no sea muy descabellado amar tanto el teatro como para descansar con él.

-Ya sé que no lo necesitas, pero… ¿no vas a hacer ninguna escapada?

-Sí lo necesito, según me dice mi psicólogo.

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(Cáceres) es el destino escogido por el artista para desconectar con su pareja: pura naturaleza, pozas y un buen sitio para mirar las estrellas. Y luego a seguir creando.

Álvaro Tato

es licenciado en Filología Hispánica por la Complutense y ha estudiado Dirección de Escena en la RESAD. Fundó la compañía Ron Lalá, que ahora le lleva con Cervantina de festival en festival y con la que ha obtenido el Premio Max a la Mejor Producción Privada de Artes Escénicas. Entre otros montajes de teatro, ha escrito El intérprete junto a Asier Etxeandía. Y su producción de poesía contempla los libros Hexateuco (Visor, 2000) y los publicados con la editorial Hiperión Libro de Uroboros (2000), Cara máscara (2007), Gira (2011) y Zarazas (2015).