'Aserejé', de Las Ketchup, el fenómeno global que 'enamoró' hasta a Marilyn Manson

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Más de ocho millones de copias vendidas y número 1 en España y otra treintena de países. Tal fue el improbable éxito de Las Ketchup con Aserejé, una pegadiza a la par que frenética composición de estribillo imposible y coreografía delirante que hoy abría reventado TikTok. Aquel verano de 2002 fue el de la enajenación generalizada intentando bailar y cantar tan intrincada tonadilla. Unos lo consiguieron, otros no, pero todos lo intentamos. Y ellas se forraron.

Y es que este flamenco-pop extremadamente pegajoso corrió como la pólvora por todo el planeta hasta convertirse en un hito global (esto se dice a la ligera en demasiadas ocasiones, pero en este caso es literal). Menudo single de presentación, incluido en el disco de debut del grupo, titulado Hijas del Tomate como homenaje a su padre, el guitarrista flamenco Juanma El Tomate Muñoz.

Fue el productor del álbum, Manuel Ruiz, conocido como Queco, quien les presentó el tema que terminaría siendo Aserejé, y que partía de una reelaboración del arranque del Rapper's delight, lanzado en 1979 por The Sugarhill Gang. En lugar de cantar la letra original en inglés, Queco la reelaboró fonéticamente escuchando lo que intentaba cantar su hijo pequeño, un filtro infalible atendiendo a la cuenta de resultados y que, además, relata perfectamente el viaje psicotrópico del protagonista durante una noche de centelleo discotequero.

Mientras la composición se popularizaba (lo de hacerse viral ni se decía entonces) surgían leyendas urbanas relacionadas con influencias demoníacas, iniciaciones a ritos satánicos o el consumo de drogas. Lo profundamente potente del Aserejé, más allá de variopintas teorizaciones, es que daba igual lo que pudiera llegar a significar: era (y sigue siendo) un resorte de entusiasmo verbenero. Y eso sí que tiene algo de diabólico.

Empujadas y casi arrolladas por la magnitud de su imprevisto pelotazo, Pilar, Lola y Lucía (una cuarta hermana, Rocío, también formaba parte del grupo, pero la tolvanera de aquel verano le pilló embarazada) dieron varias vueltas al mundo, visitando incluso varios países en un mismo día. Desde Francia (donde vendió un millón y medio de copias) hasta Nueva Zelanda y Australia o Argentina, Fue incluso número 1 en el Reino Unido. Un triunfo del pop español, traducido en otros mercados como The Ketchup Song, tan solo comparable en el resto del mundo al de La Macarena de Los del Río.

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Entre la concatenación de insólitas alineaciones de astros, Las Ketchup participaron en los MTV European Music Awards de aquel mismo año compartiendo cartel con Coldplay o Kylie Minogue. Y aquella velada fue cuando Marilyn Manson se quedó prendado de una de ellas, de Lola, concretamente. 

“Yo entonces no lo conocía, ni su música ni nada. Él estaba en la puerta del camerino y fui una idiota, porque supongo que debería haber aprovechado, no para ligármelo, sino para conocerlo, pero me daba miedo su aspecto y él solo me decía: ‘Princesa’, ‘bonita’”, rememoraba ella a principios de año en una entrevista con EFE. Y añadía Pilar entre risas: “Marilyn Manson se enamoró de Lola en esa gala, pero se volvió loco. Fue a la mesa y, como tenía ese look supertremendo, ella se quedó acongojada”.

A tantísima velocidad subieron que, como en una montaña rusa, bajaron aún más rápido y sin frenos. Disputas legales entre sellos discográficos retrasaron su segundo disco hasta 2006, el año en el que por orden de su nueva compañía representaron a España en Eurovisión con un resultado desastroso: 21 de 25 participantes. Pero ya daba igual, el trabajo estaba hecho y Aserejé sigue ocupando el puesto 103 de los singles más vendidos de la historia de la música. Y sigue sonando en las discotecas y ellas haciendo actuaciones dos décadas después a mayor gloria de su legendaria canción.

Más de ocho millones de copias vendidas y número 1 en España y otra treintena de países. Tal fue el improbable éxito de Las Ketchup con Aserejé, una pegadiza a la par que frenética composición de estribillo imposible y coreografía delirante que hoy abría reventado TikTok. Aquel verano de 2002 fue el de la enajenación generalizada intentando bailar y cantar tan intrincada tonadilla. Unos lo consiguieron, otros no, pero todos lo intentamos. Y ellas se forraron.

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