Durante el franquismo los derechos jurídicos de las mujeres se asemejaban a los de los menores. El Código Civil obligaba a las féminas a obedecer a sus maridos por imperativo legal. No podían trabajar sin el consentimiento de los cónyuges ni abrir cuentas corrientes, entre otras cosas, pero gracias al trabajo de mujeres como la abogada feminista María Telo (Cáceres, 1915-Madrid, 2014), en 1975 se eliminaron todas estas incongruencias y las féminas pasaron a ser sujetos de derechos. Por estos logros, Telo no podía faltar en La mitad de todo, la sección de la revista Verano libre dedicada a recordar a algunas de las mujeres que han marcado la historia española del siglo XX en la política, la cultura, la ciencia o el deporte.
María Telo comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Salamanca en 1932, con tan sólo 16 años, pero la sublevación franquista contra el Gobierno de la II República en 1936 hizo que la futura letrada tuviese que aparcar la carrera hasta 1940. Resulta curioso que, más de 80 años después, el movimiento feminista la siga recordando por su lucha en favor del reconocimiento de derechos de las mujeres y también por una de las fotografías más conocidas de las feministas de los años treinta, en la que la abogada aparece subida en una escalera mientras coloca un cartel en el que se puede leer Viva el feminismo.
El objetivo de Telo era ser notaria, al igual que su padre, pero la dictadura se lo impidió. "Ninguna mujer podía ser ni notaria, ni registradora, ni diplomática. No tenía nada que hacer, así que oposité al cuerpo técnico de Administración Civil del Ministerio de Agricultura", explicó en 2008 en una entrevista en el diario El País. Era 1944 y se convirtió en la primera mujer en obtener una plaza y también en la primera en ser jefa de sección.
Su conciencia feminista despertó cuando estudiaba Derecho en Salamanca. "Al conocer tan directamente la situación jurídica de la mujer dentro del Código Civil, me sentí tan humillada, tan injustamente tratada, tan vilipendiada, tan nada, que ninguna explicación ni histórica, ni jurídica, ni religiosa, ni humana podían convencerme de que yo exageraba", explicó en su libro Mi lucha por la igualdad jurídica de la mujer.Mi lucha por la igualdad jurídica de la mujer
Su ejemplo, Clara Campoamor
En 1952, María Telo ingresó en el Colegio de Abogados de Madrid y abrió su propio despacho que, además de ser uno de los pocos encabezados por una mujer, llevaba problemas específicos de las féminas. Su carrera como letrada se prolongó 40 años y no hubo uno solo en el que no defendiese la causa feminista.
"Para mí fue un referente muy importante Clara Campoamor, que era muy feminista y estaba dispuesta a resolver todos los problemas de discriminación", alegaba Telo siempre que podía. Y es que la abogada extremeña, al igual que Campoamor, luchó por que la mujer tuviese voz propia en la sociedad y también se encontró con el machismo y la misoginia imperante.
Ha muerto María Telo,feminista y luchadora x los derechos civiles de las mujeres en #España. Foto 1936(centro).D.E.P. pic.twitter.com/Rramm1xRAi
— Feminicidio·net (@feminicidio) August 7, 2014
En 1958 consiguió conocer a su referente. Lo hizo en Bruselas, tras asistir al Congreso de la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas (FIFCJ), organización a la que Telo pertenecía –llegó a ser vicepresidenta– y con la que encontró las herramientas necesarias para comenzar a reformar el Código Civil español. En 1969, ella sola organizó el primer encuentro en España de la FIFCJ. No le fue fácil reunir a todas las participantes, pues muchas de ellas pertenecían a la URSS y el franquismo estaba en contra de su entrada en territorio español. Sin embargo, consiguió que se celebrase el congreso.
"En septiembre de 1969 inicié la lucha por liberar a la mujer de las cadenas jurídicas, su situación era tan vejatoria y alienante dentro de la familia, con proyección en lo público, que había artículos como el 1263, que situaba a la mujer casada entre los menores, los locos o dementes y los sordomudos que no sabían leer ni escribir", relató en un artículo publicado en Abc. Telo no paró hasta conseguir un encuentro con Franco y el Ministro de Justicia, Antonio María de Oriol Urquijo, que se produjo el 4 de marzo de 1970, y en el que instó al dictador a revisar el status jurídico de las mujeres españolas.
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En 1971, como consecuencia de aquella entrevista con el dictador, permiten a María Telo crear la Asociación Española de Mujeres Juristas, la cual presidió ella misma. Asimismo, cuatro mujeres, entre ellas Telo, entraron a formar parte de la Comisión encargada de revisar el Código Civil. La Comisión examinó hasta el año 75 la norma y después suprimió todas las discriminaciones hacia las mujeres casadas, que dejaron de estar supeditadas a la licencia marital. Estas pasaron a poder conducir, tener una cuenta corriente propia y trabajar, entre otros derechos, sin estar obligadas a disponer del permiso del marido.
Sin embargo, no consiguieron el derecho a la patria potestad ni a la administración de bienes gananciales hasta 1981, con la llamada ley del 13 de mayo. Telo también estuvo presente en los estudios previos a la ley del Divorcio, que fue aprobada el 7 de julio del 81.
María Telo continuó con su carrera como abogada hasta que cumplió 80 años y, aunque consiguió que las mujeres tuviesen los mismos derechos jurídicos que los hombres, siempre recordaba que faltaba mucho por hacer en otros ámbitos.
Durante el franquismo los derechos jurídicos de las mujeres se asemejaban a los de los menores. El Código Civil obligaba a las féminas a obedecer a sus maridos por imperativo legal. No podían trabajar sin el consentimiento de los cónyuges ni abrir cuentas corrientes, entre otras cosas, pero gracias al trabajo de mujeres como la abogada feminista María Telo (Cáceres, 1915-Madrid, 2014), en 1975 se eliminaron todas estas incongruencias y las féminas pasaron a ser sujetos de derechos. Por estos logros, Telo no podía faltar en La mitad de todo, la sección de la revista Verano libre dedicada a recordar a algunas de las mujeres que han marcado la historia española del siglo XX en la política, la cultura, la ciencia o el deporte.