‘La Montaña Mágica’ que a Eva Orúe le costó coronar, pero que disfrutó desde las playas de Fuerteventura

3

El verano es el momento de desconexión y disfrute en el que la lectura suele ser protagonista. Bajo la sombrilla de la playa o en la toalla de la piscina, donde cada cual quiera o pueda, estas semanas de asueto son siempre propicias para sacar un libro y sumergirse en sus páginas con algo más de tiempo. En su caso particular, la época estival le sirvió a la periodista y directora de la Feria del Libro de Madrid, Eva Orúe, para reconciliarse con la novela La Montaña Mágica, de Thomas Mann. Hace poco más de una década, allá por 2013, se llevó el libro a una semana vacacional en Fuerteventura y desde sus soleadas y largamente arenosas playas se trasladó a un sanatorio ubicado en los Alpes al que acude el joven y modesto ingeniero Hans Castorp para visitar a su primo.

La relación de Orúe con la obra de Mann ya venía de lejos y había tenido un primer contacto. “Lo había leído ya en una traducción que había envejecido mal, pero cuando apareció la de Isabel García Adánez en Edhasa, de la que los periódicos hablaron maravillas, lo compré y pensé que en ese sanatorio de tuberculosos iba a pasar mis vacaciones”, detalla con entusiasmo la periodista.

Esta segunda lectura tampoco le pareció sencilla. La directora de la Feria del Libro señala que le hizo sentir “torpe” al no entender algunas discusiones del libro. “Había muchos fragmentos que requerían de mí un esfuerzo especial, pero me empeciné por una especie de conciencia lectora. Si no lo hacía en estas vacaciones tranquilas no lo iba a hacer nunca. Cuando lo cerré, creo recordar que pensé que había merecido la pena”, apunta a infoLibre. Un esfuerzo agotador que no le ha llevado a leerlo una tercera vez, pero sí a profundizar sobre su autor: “Más que por sus obras, me hizo interesarme por su figura, por lo que de Thomas Mann se ha escrito y lo que supuso para la cultura y la política europeas”.

Leed aquellos libros que durante el año abandonasteis porque no os veíais con fuerzas, pero a los que les tenéis ganas. Y también esos que os ayuden a conocer mejor los sitios que visitéis

El interés por la literatura de Orúe nace del ejemplo de lectora que tiene en casa con su madre. Orúe describe que su hermana y ella pertenecen a “una generación para la que las tardes veraniegas se hacían eternas sin un libro en las manos”, por lo que leían “por aburrimiento”, para dejar de aburrise. Un periodo estival en el que pasó buenos momentos con la saga de Los tres investigadores o las aventuras del inspector Hércules Poirot de Agatha Christie, entre otras muchas lecturas.

'En el Transiberiano' con Eva Orúe y Sara Gutiérrez: "Todo era más soviético según nos alejábamos de Moscú"

Ver más

Ese afán no le despertó la vocación para ser escritora, pero sí que acabó ejerciéndola de una manera u otra como periodista. “Lo mío siempre ha sido el periodismo. Mejor contar lo que veía o lo que aprendía, bien fuera en la radio, en la tele, en los periódicos y también en los libros”, precisa Orúe, quien, en cualquier caso, sí que ha terminado siendo también escritora y publicaba hace unas semanas En el Transiberiano junto a Sara Gutiérrez.

Al igual que en aquella semana en Fuerteventura, el verano le sigue propiciando los momentos propicios para las lecturas largas y exigentes de las que no puede disfrutar durante el resto del año por falta de tiempo. No obstante, la literatura está presente en su día a día y con ella se divierte, aprende, se emociona, amplía sus horizontes y consigue dos cosas fundamentales: concentración y silencio.

Así las cosas, la directora de la Feria del Libro de Madrid termina con una recomendación para los lectores de infoLibre: “Leed aquellos libros que durante el año abandonasteis porque no os veíais con fuerzas, pero a los que les tenéis ganas. Y también esos que os ayuden a conocer mejor los sitios que visitéis”.

El verano es el momento de desconexión y disfrute en el que la lectura suele ser protagonista. Bajo la sombrilla de la playa o en la toalla de la piscina, donde cada cual quiera o pueda, estas semanas de asueto son siempre propicias para sacar un libro y sumergirse en sus páginas con algo más de tiempo. En su caso particular, la época estival le sirvió a la periodista y directora de la Feria del Libro de Madrid, Eva Orúe, para reconciliarse con la novela La Montaña Mágica, de Thomas Mann. Hace poco más de una década, allá por 2013, se llevó el libro a una semana vacacional en Fuerteventura y desde sus soleadas y largamente arenosas playas se trasladó a un sanatorio ubicado en los Alpes al que acude el joven y modesto ingeniero Hans Castorp para visitar a su primo.

Más sobre este tema
>