"Se me paró el corazón": el bulo de la falsa muerte de Rosa Montero que impactó a Andrea Ropero

La periodista Andrea Ropero.

La política de X, anteriormente conocida como Twitter, es clara: “No puedes usurpar la identidad de otras personas, grupos u organizaciones, ni utilizar una identidad falsa con el fin de engañar a otras personas”. Pero la realidad es otra bien distinta. Las cuentas falsas que se hacen pasar por otras personas abundan y en algunas ocasiones se utilizan para lanzar informaciones falsas.

Andrea Ropero, periodista de El Intermedio, y antes de La Sexta Noche, no es inmune. En conversación con infoLibre, Ropero explica que esta misma semana cayó en un bulo difundido por una cuenta falsa. Un perfil de X, aparentemente de la editorial Alfaguara de México, publicó el lunes 28 de agosto que Rosa Montero, periodista y escritora, había fallecido. La noticia heló la sangre de Ropero: “Se me paró el corazón”, reconoce.

Su angustia duró apenas unos segundos, ya que diferentes usuarios desmintieron rápidamente la información, entre ellos la también periodista y escritora Nativel Preciado, quien sabía que Montero no podía desmentir por sí misma la información en aquel momento ya que estaba “durmiendo” y en breve iba a coger un avión desde México a España.

Sin embargo, pocos minutos después, la supuesta fallecida salió a desmentir su propia muerte en redes sociales. Apenas tres semanas antes, hubo un caso muy similar: una cuenta falsa anuncia la muerte de José Luis Perales. Tras unas horas de revuelo en las redes, el propio cantante hizo un vídeo desde Londres para demostrar que seguía vivo. “Con la permisividad que hay en las redes, supongo que de aquí a un mes nos despertaremos con otra falsa muerte de algún personaje conocido”, augura Ropero.

Para evitar caer en este tipo de bulos, la periodista recomienda informarse a través de medios que tengan una “fiabilidad acreditada” y en los que “confíes”. Sin embargo, la gran velocidad a la que corren las fake news dificultan la capacidad de verificación.

Además, casi la mitad de la población tiene dificultades para identificar una noticia falsa. Y así lo confirma el último Eurobarómetro publicado por la Unión Europea. El estudio certifica que el 78% de los españoles suele encontrar informaciones falsas y apenas el 55% sabe identificarlas. Este hecho, de acuerdo con Ropero, puede generar un “grave problema” para la sociedad.

La periodista tiene muy en cuenta la intencionalidad del usuario a la hora de depurar responsabilidades por compartir informaciones falsas. “El que difunde una noticia sabiendo que es un bulo sí tiene responsabilidad”, explica. Por otro lado, si alguien divulga una fake new creyendo que la información es veraz, ya sea porque se fía de esa fuente o porque tiene “apariencia de realidad”, la culpa es “mucho menor”.

No obstante, “buena parte de la culpa” la tienen las propias “redes sociales”, asegura Ropero, ya que hay gente, incluso en España, que está condenada por “difundir bulos” y siguen haciéndolo porque se “permite”. Esta permisividad es lo “primero que se debería atajar”, sostiene.

Lo que se busca siempre con las ‘fake news’ es desestabilizar y generar un problema. No están ahí para hacer cosquillas

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Que el bulo “trate de algún personaje muy conocido” o que tenga que ver con algún “político” o “partido político” son algunos de los factores que, en opinión de Ropero, facilitan su viralización. La periodista cuenta que en EEUU circulaban bulos de Trump “a gran velocidad” gracias a la cadena Fox. De hecho, la cadena de ultraderecha fue condenada por difundir informaciones falsas del expresidente norteamericano. “Imagino que les sale más a cuenta pagar la multa que frenar esa información”, reflexiona Ropero. Pero, ¿cuál es el objetivo de lanzar bulos? La respuesta, en opinión de la periodista, es clara: “Lo que se busca siempre con las fake news es desestabilizar y generar un problema. No están ahí para hacer cosquillas”.

El desarrollo de inteligencias artificiales también facilita la proliferación de bulos y dificulta su detección. Algunos de los fakes más conocidos creados mediante esta tecnología son las imágenes del papa Francisco con un abrigo extravagante y la supuesta detención de Trump. “Las inteligencias artificiales, dependiendo del uso que se haga de ellas, pueden tener efectos tanto positivos como negativos”, afirma Ropero. El principal problema es cuando te intentan confundir a una “velocidad brutal” y “no te da tiempo a contrastar”: “Ahí hay que tener cuidado con la inteligencia artificial”.

Pese a todas las herramientas que facilitan la desinformación, la periodista confía en la existencia de un periodismo "fiable y veraz”. “Hay grandes periodistas, medios y programas que hacen muy bien las cosas, con mucha honestidad”, afirma, aunque como en todos los lados hay excepciones o “garbanzos negros” que pueden manchar el oficio.

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