Desde que soy madre, me obsesiona capturar cada instante. Creo que es una obsesión compartida por muchos padres y madres. Somos conscientes de lo fugaz de cada instante y queremos congelarlo de alguna manera. También sabemos lo importantes que serán esas imágenes en el futuro para que nuestros hijos conozcan una infancia que no van a recordar, para saber de dónde vienen, para entender su historia.
De forma similar, las fotografías históricas que capturan nuestro pasado, las imágenes icónicas que nos describen como sociedad, como país, forjan nuestra identidad común. Nos recuerdan que compartimos una Historia y que hemos vivido experiencias comunes que nos unen. Preservarlas y poder acceder a ellas es fundamental para mantener la continuidad entre generaciones y reforzar la unidad social. La pérdida del patrimonio cultural debilita nuestras conexiones con el pasado.
Los ataques sobre Gaza no solo están destruyendo vidas, hogares, y todo tipo de infraestructura civil, también están destruyendo recuerdos, monumentos, documentos históricos y archivos
En el caso de sociedades que han sufrido fragmentación y desplazamiento, como la población refugiada de Palestina, preservar ese patrimonio cultural resulta aun más vital. Desde 1949, el archivo de UNRWA ha preservado el patrimonio de las personas refugiadas de Palestina a través de medio millón de materiales audiovisuales que documentan los hitos históricos y el trabajo de la Agencia.
Su contenido multimedia es testimonio del trabajo y la vida de cuatro generaciones de refugiados y refugiadas de Palestina. Es un testimonio inestimable de los últimos 75 años, que guarda una memoria de tragedia, resistencia y compromiso. “Este archivo protege y conserva el patrimonio de los refugiados de Palestina. También documenta los esfuerzos de UNRWA para atender a los refugiados desde la Nakba hasta hoy”, dice Amani, la responsable del archivo de UNRWA desde hace décadas.
En 2009 la importancia de este registro fue reconocida al ser nombrado por la UNESCO Archivo de la Memoria del Mundo de valor excepcional. "Además, es un poderoso recordatorio y testimonio de esta tragedia sin fin, todas esas décadas, todos los hitos históricos, desde 1948 hasta nuestros días. Incluso parece que esta tragedia pasará a la siguiente generación", afirma Amani.
Es probable que todos los negativos en blanco y negro y en color, las diapositivas y las películas en VHS que constituyen la memoria histórica de la población refugiada de Palestina hayan sido destruidos
El archivo físico se encontraba en las oficinas de UNRWA en la ciudad de Gaza, de las que el personal tuvo que marcharse en octubre. En los últimos diez meses, alrededor de 190 edificios de la Agencia han sufrido daños, a pesar de que deberían estar protegidos. Por lo que el estado del archivo era muy incierto. Hace tan solo unas semanas se confirmaron nuestros temores, el edificio, el mayor complejo de Naciones Unidas en Gaza, fue destruido después de haber sido convertido en un campo de batalla.
Es probable que todos los negativos en blanco y negro y en color, las diapositivas y las películas en VHS que constituyen la memoria histórica de la población refugiada de Palestina hayan sido destruidos. Los ataques sobre Gaza no solo están destruyendo vidas, hogares, y todo tipo de infraestructura civil, también están destruyendo recuerdos, monumentos, documentos históricos y archivos.
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A través de imágenes de satélite, la UNESCO ha podido comprobar los daños en al menos cincuenta sitios de interés cultural, como museos, sitios arqueológicos o edificios históricos. La principal biblioteca pública y los archivos centrales de Gaza han sido destruidos. Algunas de las mezquitas más antiguas y lugares arqueológicos de hace siglos también.
Hacer que el archivo de UNRWA estuviera ampliamente disponible era tan esencial para la Agencia como preservarlo. Por eso, en 2013 el archivo fue digitalizado. Este trocito de historia está a salvo aunque nunca podamos ver de nuevo las fotos originales. Sin embargo, la mayor parte del patrimonio histórico y cultural de Gaza no tendrá la misma suerte.
Sabemos que el impacto del brutal ataque sobre Gaza durará generaciones. Tan solo retirar los escombros, unos 40 millones de toneladas, llevará más de una década . Será difícil reconstruir edificios y vidas, pero será imposible recuperar el patrimonio y la memoria que se está aniquilando en Gaza. Un patrimonio que es de los palestinos y también del mundo. Este es un ataque también a la cultura palestina. Un esfuerzo por borrar su futuro y también su pasado. Sé que UNRWA seguirá defendiendo ambos.
Desde que soy madre, me obsesiona capturar cada instante. Creo que es una obsesión compartida por muchos padres y madres. Somos conscientes de lo fugaz de cada instante y queremos congelarlo de alguna manera. También sabemos lo importantes que serán esas imágenes en el futuro para que nuestros hijos conozcan una infancia que no van a recordar, para saber de dónde vienen, para entender su historia.