Felipe Sahagún: "Sólo habrá desescalada con un acuerdo de grandes potencias, pero están divididas"

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Felipe Sahagún es uno de los referentes del periodismo internacional de nuestro país. Compagina sus colaboraciones en diversos medios de comunicación con su trabajo como profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. A su bagaje teórico se suman sus numerosos viajes a lo largo de su carrera a Oriente Medio. En un momento como el actual, con Israel en pie de guerra, no se puede entender el estallido de violencia en Gaza sin volver la vista a los antecedentes de una zona que arrastra conflictos enquistados.

En su opinión, el aumento de los asentamientos judíos en Palestina de los últimos años “ha alimentado el círculo de la radicalización de forma imparable”. Además, los cambios en el mapa de potencias mundiales suponen un obstáculo a una solución cercana. La división en la ONU, entre EEUU y Europa por un lado, y China y Rusia por otro, “impide que se vaya a condenar nada de lo que ocurre”.

El ataque de Hamás

“El objetivo fundamental es salir del agujero negro y del abandono al que están sometidos los palestinos y los dirigentes de Gaza, también Hamás, desde hace ya mucho tiempo. Parece que la razón más inmediata ha sido tratar de boicotear el proceso de aproximación entre Israel y Arabia Saudí, que para los palestinos y para Hamás sería un golpe decisivo desde el punto de vista diplomático. Si con esto intentan cortar en seco ese proceso, y es muy probable que lo consigan, habrán conseguido su objetivo prioritario. A esto hay que sumarle que el movimiento palestino está muy dividido desde hace ya muchos años. En ese pulso por imponerse, Fatah y Hamás han estado enfrentados tanto política como violentamente en una guerra civil. Y ahora, el ataque de Hamás es un golpe en la mesa: el más terrible, el más violento que se podía dar. La mayor parte de la opinión pública palestina probablemente lo va a ver así, desgraciadamente”.

¿Por qué ahora?

“Puede ser para aprovechar la radicalización a la derecha del Gobierno israelí. Desde Gaza han ido viendo un poco estas vulnerabilidades de Israel. Este 7 de octubre han llegado al punto de decir: ‘Hoy estamos preparados y podemos hacerlo’. Desde el punto de vista de una operación militar terrorista de propaganda y a corto plazo, les ha salido bien. A medida que pasan los días estamos viendo que va a ser una victoria pírrica, como otras muchas”.

El papel de Irán

“Tras el 11S se creó una comisión de investigación en EEUU con representantes de todos los partidos y de personas muy preparadas en temas de seguridad y terrorismo para responder a la pregunta de quién estaba detrás. En el caso de Hamás, ya sabemos que siempre ha habido apoyo militar y financiero por parte de Irán. Habrá que ver si hay colaboración o participación de sus aliados, Líbano o el régimen de los ayatolás en Irán, y si han participado uno o los dos en la organización y planificación. He escuchado al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y a otros altos cargos de la administración estadounidense, responder a esa pregunta y decir: ‘No tenemos ninguna prueba’. Sabemos que ha habido reuniones del jefe de la Guardia Revolucionaria iraní hace pocos meses con dirigentes de Hamás en el Líbano y en Siria. Pero sobre la participación en esta operación no tenemos pruebas”.

Antecedentes

“Hablamos de la culminación de un proceso que nos retrotrae más de un siglo. Podríamos remontarnos a después de la Primera Guerra Mundial. La Declaración Balfour es la promesa de Gran Bretaña, tanto a palestinos como a israelíes, de facilitarles un Estado en un mismo territorio. Una cosa imposible: los dos querían ese territorio. Y después está la forma en la que se gestó. Después de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial y lo que sucedió con los campos de concentración, con millones de judíos ejecutados por los nazis, se declara la partición por parte de Naciones Unidas en el año 1947. Un año después, se declara la independencia unilateral de Israel. Los árabes no aceptaron esa partición, porque consideraban que era injusta la parte de territorio que se les concedía a unos y otros. Y en este momento es cuando empieza la primera guerra. Desde entonces, hemos tenido cinco guerras árabe-israelíes”.

Colonos y asentamientos israelíes

“Si con los años tú has permitido que se multipliquen el número de asentamientos en los llamados territorios ocupados, estás permitiendo que aumente de forma desproporcionada la violencia. Estamos hablando de que hace una década podía haber 700 u 800 ataques violentos por parte de colonos contra objetivos palestinos cada año. En este momento, está habiendo más de 1.500. Sólo desde el 1 de enero de este año han matado a unos 248 palestinos. Y no pasa nada. Además, hay un Gobierno que no solamente no condena, sino que dice que los palestinos no tienen ningún derecho y que lo que hay que hacer es anexionarse del todo los territorios que quedan. Evidentemente, lo que hacen es destruir toda la esperanza y todo el futuro. Lo que están es alimentando el círculo de la radicalización de forma imparable”.

Un acto de guerra

“Si esto es un guerra es muy desigual y muy asimétrica. Para que haya guerra, tradicionalmente el Instituto de la Paz de Estocolmo exige que haya un número mínimo de mil muertos en los combates y que, al menos, una de las partes sea un ejército convencional. En este caso, se da en un lado pero no en el otro. Hamás no es un ejército convencional ya que está considerado incluso como una organización terrorista por la UE y EEUU. Pero actualmente se podría hablar de una guerra porque el concepto ha cambiado radicalmente. En la de Ucrania se están cometiendo todo tipo de barbaridades con nuevos instrumentos de enfrentamiento: cibernética, drones y también una guerra del espacio y de la información con el uso de satélites. Todo es nuevo. Pero en cada situación cada uno utiliza las armas que tiene”.

Ejército contra milicias

Para derrotar a un grupo como Hamás tienes que arrasar con toda la población civil que está detrás. Y ese es un precio que, en este momento, es lo que más preocupa a cualquiera con un poco de sensibilidad, de conocimiento del derecho internacional y de sentido de la justicia. Están dispuestos a todo y es lo que se está transmitiendo en los comunicados y en las declaraciones del propio Gobierno, empezando por las del ministro de Defensa israelí. Pero en ese destruir todo no explican que realmente lo que quieren es limpiar todo”.

Apoyo a Hamás en Gaza

“Gaza es un territorio donde la autoridad es realmente implacable con la población. Se ha impuesto Hamás, un movimiento radical: eran los Hermanos Musulmanes cuando el movimiento nació con el jeque Yassin en el 87 y, poco a poco, se ha ido radicalizando por las circunstancias y por el surgimiento de Al Qaeda y del Estado Islámico. Pero, sobre todo, por la intransigencia y la falta de resultados en las negociaciones con Israel, especialmente a partir de Oslo en los 90. Además, la Autoridad Palestina está totalmente desacreditada y Mahmud Abás ya no tiene ninguna influencia: han ido surgiendo grupos de jóvenes que actúan cada vez más por su cuenta porque no tienen confianza en sus autoridades oficiales. Hamás ha aprovechado esa falta de credibilidad de la Autoridad Palestina para intentar llenar ese vacío y, haciendo una demostración de fuerza como la que ha hecho tan brutal, ocupar ese vacío”.

Gobierno de Netanyahu

“Netanyahu es el dirigente que más años ha estado al frente de Israel y se ha ido radicalizando con el tiempo. Y para evitar que salgan adelante los juicios por corrupción en los que está implicado, ha hecho concesiones al ala dura. Él entiende que los palestinos como mejor están es marginados, ignorados y olvidados. No cree en la solución de los dos estados: comenzó con Jerusalén, pero para él ni Cisjordania, ni los Altos del Golán, ni Jerusalén Oriental deben estar en manos palestinas ya que considera que pondría en peligro la seguridad de Israel. No ha definido todavía la frontera entre el Valle del Jordán y el Mediterráneo, que es la clave del conflicto desde hace un siglo, porque no se ha atrevido para evitar las críticas de quien más le ayuda, EEUU”.

Papel de EEUU

“EEUU ha perdido todas las oportunidades que ha tenido desde la época de Nixon hasta Obama de sentar de verdad a Israel en la mesa y decirle: ‘Usted depende de mí’. Sobre todo, tras la Guerra del Golfo, cuando se convirtieron en la gran potencia para decidir lo que había que hacer en Oriente Medio. No lo aprovecharon. No se atrevieron a exigir a Israel el precio que hay que exigir para que se pudiera reconducir este conflicto. Y la única forma de hacerlo es reconocer los derechos del pueblo palestino, que están establecidos en la Resolución de Naciones Unidas, y aprobados por todos en la ONU después de la guerra del 67”.

Los países árabes y Palestina

“Los palestinos han estado sometidos en Gaza a Egipto, y en Cisjordania a Jordania. Ambos países no hicieron nada para ayudarles. Después, cuando los árabes han recibido avalanchas de refugiados palestinos, no se han dignado a concederles pasaportes ni a ayudarles. Es la organización de refugiados de la ONU quien les está alimentando. Los países árabes han manipulado y utilizado a los palestinos para legitimarse cuando no podían hacerlo porque no tenían legitimidad democrática y utilizaban la bandera de los palestinos ante la opinión pública”.

Posibilidad de desescalada

“Solo habrá desescalada si se les obliga desde fuera, si se pusieran de acuerdo las grandes potencias. Pero aquí viene el problema: el mundo está totalmente dividido y el Consejo de Seguridad de la ONU no va a condenar nada de lo que pase allí. Ni a Israel, porque lo pararían los europeos y Estados Unidos, ni a los palestinos porque lo vetarían Rusia y China. Desde el punto de vista del derecho internacional y de la organización más importante para restablecer la paz en el mundo, no podemos esperar nada por la tensión entre los dos bloques derivada de la guerra de Ucrania. Además, tanto a Rusia como a China este conflicto les interesa porque se distrae la atención de las barbaridades que se siguen cometiendo en Ucrania y permite a Moscú señalar con el dedo a Occidente y decir: ‘Hipócritas. Ayudan a los refugiados ucranianos y olvidan a los palestinos, desplazados desde el año 48’. ¿Qué responde Occidente? Es muy difícil”.

Intentos de mediación

“Está habiendo intentos por parte de Egipto, que es el que siempre ha mediado en los enfrentamientos anteriores. Esta vez además está Catar, que también ha estado apoyando a Hamás, aparte de Irán. Esto es interesante porque Hamás es suní, Irán es chií y Catar es suní. Quiere decir que aquí se dan unos cruces de apoyos y de influencias que están por encima de la religión. Esto es interesante verlo porque son los intereses estratégicos y geopolíticos de unos y de otros. Pero, sobre todo, que el amigo de mi enemigo es mi enemigo”.

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“Es sensato su mantenimiento. La Unión Europea da unos 700 millones al año a Gaza, un territorio con más de dos millones de habitantes. Se calcula que el 80% de su población vive de la ayuda humanitaria porque es un territorio bloqueado, con gran penuria y escasez de medicinas, comida y productos básicos necesarios. Lo primero que hace el Gobierno israelí tras el ataque de Hamás es anunciar que se corta todo el suministro. El paso de Rafah a Egipto ha sido bombardeado y es muy estrecho, sólo pueden pasar entre cien y trescientas personas por día. Además, Egipto no tiene interés en acogerles porque teme la desestabilización del Sinaí. Tampoco Israel quiere que salgan si no se puede distinguir a civiles de miembros de Hamás. Esto es una catástrofe. No tienen adónde ir”.

Oriente Medio y las potencias mundiales

“Es una región en la que se establecieron unos parámetros de seguridad y de estabilidad durante décadas. Por parte de Occidente se les decía: ‘Nosotros les protegemos y usted nos garantiza el suministro del petróleo y del gas que necesitamos para mantener la gran maquinaria económica’. Pero todo ha ido cambiando en los últimos años. EEUU ha ido aumentando su producción y es el principal productor de energía del mundo en este momento. También ha surgido una nueva gran potencia, China, que ha ido firmando contratos a décadas o a siglo con algunos de los principales productores de la zona, como Irán o Arabia Saudí. Lo que era la potencia soviética transformada en Rusia es ahora un enano económico con fuerza nuclear: si es incapaz de derrotar a Ucrania sin que la OTAN ponga un solo soldado en su territorio, solo con el ejército ucraniano, hay que reconocer que Moscú ha desaparecido”.

Profundizar en el conflicto

“Acaba de salir a la luz un libro que se titula Palestina, escrito por dos profesores de relaciones internacionales españoles: Isaías Barreñada y José Abú-Tarbush. En esta obra recogen la historia de lo que ha pasado en los últimos 30 años. Hay que remontarse también a los antecedentes, incluso anteriores al nacimiento del Estado de Israel: cómo se practicaba el terrorismo contra los británicos, tanto por parte de palestinos como de judíos”. 

Felipe Sahagún es uno de los referentes del periodismo internacional de nuestro país. Compagina sus colaboraciones en diversos medios de comunicación con su trabajo como profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. A su bagaje teórico se suman sus numerosos viajes a lo largo de su carrera a Oriente Medio. En un momento como el actual, con Israel en pie de guerra, no se puede entender el estallido de violencia en Gaza sin volver la vista a los antecedentes de una zona que arrastra conflictos enquistados.

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