El futuro del PSOE
Rubalcaba defiende el pacto europeo frente a las críticas internas
Último capítulo de la catarsis socialista a cuenta del pacto europeo: la reunión de ayer martes del Grupo Socialista, presidida por Alfredo Pérez Rubalcaba. La explicación del secretario general a quienes pocas horas más tarde iban a votar la proposición no de ley en el Congreso, diseñada también para frenar el disgusto interno y el sinsabor por la foto en la Moncloa con Mariano Rajoy, sin los demás grupos. Los diputados respondieron con el respaldo, aunque también se oyeron algunas críticas.
La dirección federal había redoblado en las últimas horas los esfuerzos de pedagogía, en paralelo a los intentos por atraerse a más fuerzas políticas. Porque ya la semana pasada se oían voces de quienes pedían una "explicación" más rotunda y clara. Anteayer, lunes, la número dos, Elena Valenciano, insistió en rueda de prensa de que la presencia del PSOE era "indispensable" para la defensa de los intereses de España en el Consejo Europeo, y que hasta comprendía a quienes podían preguntarse qué hacía el partido "cerca del PP", de un Gobierno "antisocial". La explicación era simple: es Rajoy quien "se ha movido" y hay que pelear por que "gane España". Rubalcaba acudió ayer a la reunión del Grupo Socialista con la intención de cincelar ese mismo mensaje.
El secretario general subrayó que el partido tiene "el derecho y la obligación" de llegar a consensos cuando lo que está en juego son los intereses del país, informa Efe, y también porque el PSOE es un partido de Gobierno, no de oposición, y por ello debe hacer una "oposición útil". No obstante, indicó que este es un acuerdo puntual, que no atraviesa toda la política de oposición y condena a la gestión del Gobierno.
España "no puede permitirse ni un minuto más de austeridad"
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Durante la reunión, verbalizaron sus críticas los diputados que ya expresaron sus reservas en voz alta, en el encuentro del grupo de hace una semana: Odón Elorza y José María Barreda. El primero, exregidor de San Sebastián, apuntó al "desconcierto" con el que se había acogido en la calle el pacto con el PP, un gesto que "va a costar" que se entienda, aunque se irá viendo en las próximas encuestas, informa Europa Press. El segundo, expresidente de Castilla-La Mancha, según aseguraron fuentes de su entorno a infoLibre, insistió en que el partido "debe ofrecer alternativa, no sólo pensar en la alternancia", y para ello transmitir la imagen de "unirse al PP" no ayuda "nada". También recalcó la "fuerza simbólica" de la foto en solitario con Rajoy el pasado jueves en la Moncloa.
A las críticas contadas que se expresaron dentro de la reunión, respondieron "una veintena" de parlamentarios que defendieron el acuerdo y pusieron el acento no en la forma, en la puesta en escena, ino en el fondo de la cuestión: en que se pide la reorientación de las políticas en la Unión Europea, en que se rubrica lo que lleva pidiendo Rubalcaba y la socialdemocracia europea desde hace un año y medio, en que se sanciona que la austeridad sola no basta y en que ha sido Rajoy el que ha rectificado. En esa línea intervinieron Manuel Chaves, Pedro Saura, Pedro Sánchez Castejón, Consuelo Rumí, Rafael Simancas o Valeriano Gómez. "Estaba claro que la dirección había llamado a rebato, que aquella catarata de intervenciones estaba preparada", añadieron fuentes próximas a Barreda.
Poco después se cerró el acuerdo con CiU, PNV, UPyD y Coalición Canaria. La imagen de la soledad con el PP concluía. Ya en el pleno, la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, defendió la proposición no de ley, que supone, dijo, lanzar el mensaje de que España "no puede permitirse ni un minuto más de austeridad a ciegas". "No buscamos ningún reconocimiento por este pacto. No hemos tenido ninguna mirada miope, ningún cálculo electoralista", agregó. Y aunque "se debe seguir avanzando mucho más" de lo que dice la moción, el consenso de la mayoría de la Cámara, reivindicó, es bueno para España, para la UE, para los europeos y para los españoles.