LA OPERACIÓN QUE HUNDIÓ EL GRUPO
Cebrián especuló con acciones de Prisa meses antes de lanzar la OPA que estranguló al grupo
Promotora de Publicaciones (Propu), empresa tenedora de acciones a través de la cual la familia Polanco, sus socios y directivos destacados controlaron el grupo Prisa, especuló de forma agresiva y arriesgada con derivados sobre acciones de la compañía en el año 2007, con los que perdió 148 millones de euros. Propu, cuyo consejero delegado era Juan Luis Cebrián (también consejero delegado en Prisa), contrató los derivados, a medida y fuera del mercado normalizado, con Goldman Sachs International. Lo hizo sin poner un euro. El banco de inversiones financió toda la operación. Como en el póquer, cuando los mercados empezaron a fallar, Propu-Prisa redobló la apuesta y lanzó una OPA sobre la filial Sogecable que acabó por estrangular sus cuentas.
Para los gestores de Prisa, todo se basaba en una premisa: las acciones del grupo de comunicación debían subir de forma continua. Timón – propietario del 48% de Propu–, Propu y Prisa, las empresas que aprobaron las operaciones especulativas, compartían una decena de consejeros, según informes de Accuracy aportados al juzgado. Entre ellos figuraban el fallecido Jesús Polanco, su socio Francisco Pancho Pérez, el hijo del fundador Ignacio Polanco, Adolfo Valero, y Juan Luis Cebrián, consejero delegado de Propu y de Prisa en 2007.
La contratación de derivados se realizó entre los meses de abril y septiembre de 2007 con Jesús Polanco enfermo –falleció en julio de 2007– y con el consejero delegado, Cebrián, pugnando por no perder el sitio ante los herederos del fundador.
OPA sobre Sogecable
La operación especulativa con derivados se concretó también pocos meses antes de que Prisa lanzara una OPA sobre el 100% de Sogecable, cuando ya las acciones caían en Bolsa. Prisa controlaba más del 50% del capital de Sogecable, por lo que el mercado no acabó de entender la operación, que incluía una oferta de compra a 27,98 euros por acción, el precio más elevado de los últimos 12 meses. La OPA sobre Sogecable elevó el endeudamiento de Prisa a más de 5.000 millones justo cuando los mercados estaban a punto de derrumbarse tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008.
El relato de cómo Propu perdió 148 millones de euros apostando a una subida del valor de la acción que finalmente no se produjo pese a la gran apuesta de Sogecable, se puede reconstruir porque Propu demandó a Goldman Sachs, el banco con el que trabajaba desde finales de los años 90, por supuesta desidia en su labor de asesoramiento en la operativa de derivados.
Propu demandó a Goldman Sachs Gestión SGCIIC SA en septiembre de 2009. El Juzgado de Primera Instancia número 49 de Madrid rechazó los argumentos de Propu en una sentencia de 2012 que fue recurrida por la empresa. Sin embargo, la decisión del juzgado fue ratificada por la Audiencia Provincial de Madrid Audiencia Provincialel 12 de diciembre de 2013. Propu, según confirman fuentes judiciales, ha desistido de plantear recurso de casación ante el Tribunal Supremo. La sentencia de la Audiencia, que condena además a Propu a pagar las costas, es firme desde 5 de marzo.
El núcleo de la reclamación de Propu se basa en que Goldman Sachs prestó un servicio de asesoramiento "negligente e ilícito" a Propu al contratar con la compañía "productos financieros ruinosos" pero muy rentables para la entidad. Esos productos son contratos forward y contratos put.forwardput.
Una apuesta en Bolsa
Son derivados que con un desembolso mínimo y, a condición de acertar la evolución del valor en Bolsa en un periodo determinado, permiten obtener beneficios o controlar más capital. En el caso de Propu, si la apuesta hubiera salido bien, explican los responsables de Goldman en los documentos enviados al juzgado, la compañía habría aumentado su participación en Prisa en torno al 6%. Sin poner un euro, aunque como garantía Goldman le exigió aportar un bono de 62 millones de euros que al final tuvo que vender para hacer frente al derrumbe de las acciones.
Propu, en suma, adquirió dos contratos forward a Goldman Sachs – el 21 y el 28 de septiembre de 2007–para comprar nueve millones de acciones en septiembre de 2008 y enero de 2009, a un precio de entre 12,06 euros y 14,52 euros. Si el precio de la acción en esas fechas pactadas estaba por encima de esas cifras, el negocio era seguro.
Además, Propu vendió a Goldman Sachs cuatro put por tres millones de euros. Los put dan el derecho –no obligan– a Goldman Sachs a vender a Propu otros cinco millones de acciones a un precio de entre 15,41 y 16,70 euros en los vencimientos previstos, lo que Goldman realizó ante la caída del valor de la acción.
Fuentes financieras consultadas por infoLibre describen la operativa contratada por Propu con Goldman como "agresiva", por cuanto las dos apuestas (forward y put) van en la misma dirección y pueden provocar un incremento de las pérdidas si cae el valor de la acción, como al final sucedió.
Según Propu, los contratos forward le provocaron una pérdida de 77,5 millones y los put, de 69,3 millones. Además, se añadió una pérdida de 2,08 millones por la venta apresurada, para hacer frente a los contratos, de los bonos aportados como garantía ante Goldman por importe de 62 millones.
El relato de Goldman
Pero el relato de Goldman Sachs, que los jueces dan por veraz, es otro. Según Goldman, Propu es un cliente "profesional" y "sofisticado", acostumbrado a operar con derivados, con los que ya ganó en el año 2006 a través de la entidad. Goldman explica que dados los buenos resultados obtenidos por Propu, la compañía decidió aumentar sus posiciones –riesgo– en 2007, pese a su consejo en contra.
En su informe al juzgado, Goldman Sachs envía un recado envenenado a Propu: "El valor de toda la operación estaba determinado", sostiene, "por el comportamiento de las acciones de una compañía (Prisa) de la que Propu es el principal accionista, por lo que estaba mejor posicionado que nadie, incluido GSI, para valorar el riesgo de realizar la operación”. La afirmación tiene todo el sentido si se tiene en cuenta la coincidencia entre consejeros de Timón, Propu y Prisa.
Los argumentos de los tribunales
Tanto el Juzgado número 49 como la Audiencia Provincial de Madrid, en una sentencia que ya es firme, aceptan los argumentos principales de Goldman Sachs en el enfrentamiento. Así, el juzgado, en los fundamentos de derecho que dan pie al fallo, señala lo siguiente:
– Los objetivos de Propu son la "contratación activa especulativa y la adopción de posiciones oportunistas".
– La contratación de derivados no se realizó por el asesoramiento de Goldmans Sachs, sino "por el interés directo de personas relacionadas con Propu". En concreto, de Borja Pérez Arauna, responsable de inversiones de Timón, el accionista que controla Propu.
– Propu decide invertir en Prisa y contrata derivados "cuando las acciones de ésta bajaban, hecho conocido por el público general y por él (sic) como accionista de Prisa".
– Adolfo Valero, consejero de Propu y administrador solidario en el momento de la sentencia, admite que Propu decidió mantener posiciones pese al derrumbe del valor de la acción, porque "un banco suizo" les dijo que subiría el valor de Prisa.
– El juzgado no cree el testimonio de Borja Pérez –economista, director de inversiones de Timón– quien, pese a su cargo, mantuvo que "no sabía lo que era" de lo que hablaba Goldman en sus presentaciones, porque "no entendía". Es algo "contradictorio con su información y empleo", asegura la sentencia.
– Tampoco cree que Propu contratara parte de los derivados fallidos (los put) como cobertura de los otros contratos de riesgo.
El fallo de la Audiencia Provincial, tras el recurso de Propu, es igual de contundente. Éstas son algunas de las bases del fallo, que ya es firme:
– Para la Audiencia, Propu pretendía "incrementar su adquisición de acciones de Prisa sin incidencia en el mercado", si bien "mediante una mecánica de apalancamiento financiero, pretendiendo en definitiva la utilización de la propia deuda para optimizar el rendimiento del capital".
– Goldman proporcionó "información suficiente y detallada" de los riesgos.
– Los gestores de Propu conocían el comportamiento de las acciones de Prisa "por la vinculacion entre Prisa y Propu, ésta como tenedora de acciones de la primera, con miembros comunes en sus consejos de administración", lo que "hace difícilmente aceptable que no conocieran los riesgos que asumían".
– El 31 de agosto de 2008, Propu ya provisionó pérdidas por los primeros contratos liquidados, lo que no impidió que se suscribieran nuevas operaciones.
– Como sostienen expertos financieros, la Audiencia señala que los put contratados, lejos de servir de cobertura de riesgos, incidían en los mismos riesgos en relación al comportamiento del producto subyacente (las acciones de Prisa).
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Interpelada al respecto, una portavoz del grupo aseguró a infoLibre que Prisa "nunca ha hecho ningún derivado con las acciones propias de ningún tipo".
Las críticas más o menos veladas a las actividades especulativas de los gestores de Prisa mientras el grupo acumulaba una montaña de deuda vienen de atrás. En su libro Memorias líquidas, el periodista Enric González acusa a Cebrián de cobrar "como bombero" y como "pirómano". En la junta general de accionistas de 2013 también hubo críticas en este sentido a la gestión de Cebrián, criticado por su elevado salario e incentivos.
Prisa salió a Bolsa en 2000 a 20,8 euros por acción. El 26 de septiembre de ese año llegó a 29,85 euros. Hoy, las acciones cotizan en torno a los 35 céntimos –0,35 euros, a cierre del viernes 30 de mayo–. La pérdida del valor de la acción respecto a la cotización máxima llega al 99% y es del 98,3% si se compara con su precio de salida a Bolsa.