Fomento asume en un escrito enviado a Bruselas que se va a “disparar” el precio de luz y gas

En los próximos años, el precio de la energía se va a disparar. No es la profecía de un analista agorero. Lo dice el Ministerio de Fomento en un documento enviado a Bruselas este verano. La afirmación del ministerio forma parte de la Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación en el Sector de la Edificación en Españaque exige Bruselas para desarrollar la Directiva de Eficiencia Energética.

El documento  (página 26) lo recoge así: ..."quien mejor aísle térmicamente ahora, tendrá una ventaja competitiva cuando se dispare el precio de la energía en los próximos años". Comoel documento se centra en la rehabilitación de edificios, sobre todo residenciales, la subida a la que se refiere afectaría a la luz y al gas.

La certeza que muestra por escrito el Ministerio de Fomento choca con el discurso del ministro de Industria, José Manuel Soria, y del secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal. Ambos defienden que la reforma del sistema eléctrico que ha diseñado el Gobierno, con eliminación del sistema de subastas trimestrales de energía y recortes en energías renovables, se ha traducido ya en una caída del precio de la electricidad y en la contención de déficits en el sector gasista.

Los datos que maneja la secretaría de Estado de Energía contraponen subidas del 67% en el recibo de la luz entre 2004 y 2011 a descensos del 8% en la etapa del PP. "En 2004 el recibo medio era de 30 euros y ahora es de 50 euros ya que la bajada de los últimos años ha sido insuficiente para compensar los precios de las legislaturas anteriores", indicó Nadal recientemente en un acto público

Una bajada con truco

En realidad, la bajada a la que alude Nadal tiene truco. Las cuentas del Ministerio se refieren a la tarifa más usual en hogares de espacio reducido -la antigua TUR- con potencias contratadas mínimas (de entorno a 3,3 KW) que apenas bastan para alimentar los electrodomésticos más habituales. La organización de consumidores Facua coincide en este sentido con el pesimismo de Fomento. Su portavoz, Rubén Sánchez, ha anunciado también que habrá subidas "brutales" en el recibo de la luz en los próximos meses.

La estrategia de rehabilitación de edificios hasta 2020 tiene como objetivo teórico ahorrar energía. Con la mejora de edificios y viviendas (hay 23,1 millones de inmuebles residenciales en España) el ahorro de energía puede llegar al 70%, con un importante descenso en la factura. Así lo destacan especialistas como el director general del IDAE y ex diputado socialista Javier García Breva. 

Pese a la importancia de la rehabilitación como medio para ahorrar energía y crear empleo, el documento enviado en julio a Bruselas, según García Breva, "recoge una visión de hace 30 años". "No aborda el autoconsumo de electricidad ni muestra apoyo alguno a las renovables; tampoco habla específicamente de los edificios públicos y apuesta más por el gas natural en las viviendas".

Sólo una propuesta

Pese a la importancia del ahorro y la eficiencia energética, los objetivos de Bruselas hasta 2030 para los países de la UE son sólo una propuesta. No son vinculantes. La última revisión, del mes de julio, consiste en una comunicación enviada al Parlamento y al Consejo  europeos que eleva del 25% al 30% el objetivo de eficiencia energética para los socios europeos en 2030.

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El "consejo" europeo se apoya en la lógica de los números. El coste de alcanzar el 25% de eficiencia energética en 2030 en la UE se sitúa en unos 2.000 millones de euros anuales. Pero con ese dinero se ahorrarían 9.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles. Podrían reducirse en un 2% las compras de petróleo y en un 13% las importaciones de gas. Para un país como España, con una dependencia energética del 75% y una factura petrolera de 45.000 millones al año, la estrategia de ahorro y eficiencia tiene todo el sentido.

Pero la lógica no es lo que más pesa en el mundo de la energía. De ahí los cambios de criterio en asuntos sensibles como el "impuesto al sol" en la producción fotovoltaica o la cascada de medidas que han paralizado el desarrollo de las energías renovables en España.

A pesar de esa parálisis, la producción de energía limpia es notable. En agosto, el 33,8% de la electricidad consumida tuvo origen renovable (viento, sol y agua), según el último observatorio de WWF. La organización ha denunciado el repunte de las emisiones de CO2 en España y "considera necesario un cambio urgente en las fuentes de energía, pasando de la actual quema de carbón y gas hacia un modelo energético más limpio y sostenible que esté basado en una generación renovable". Además, exige a Europa "una apuesta decidida por una estrategia más ambiciosa en clima y energía para 2030".