Podemos abarrota el centro de Madrid y asegura que su marcha acabará en la Moncloa

"Sí, se puede". Es el ánimo festivo que acompañó a la llamada Marcha del Cambio que desplegó este sábado Podemos en Madrid y que buscaba "celebrar" que 2015 puede ser el año en que la formación alcance el Gobierno. Y una concentración que ha servido a la formación para mostrar músculo de cara al ciclo electoral que se avecina en los próximos meses.

El inicio de la marcha estaba programado a las 12 de la mañana en la céntrica plaza de Cibeles madrileña. Más de media hora antes, sin embargo, miles de personas de todas las edades se agolpaban en torno a la estatua de la diosa y ya comenzaban a subir hacia la Puerta del Sol. Sus caras reflejaban lo mismo que sus palabras: ilusión. En sus manos sostenían pancartas del partido, y también podía observarse un mar de banderas republicanas y autonómicas, algunas de ellas con símbolos de organizaciones como el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

Fuentes policiales indicaron a Europa Press que la marcha congregó a 100.000 personas. La organización, por su parte, cifró en 300.000 personas la asistencia. En cualquier caso, las calles se encontraban muy concurridas y en la Puerta del Sol no se podía dar un paso desde poco después del inicio del acto. Una de las pancartas más grandes rezaba "Políticos: el pueblo está despertando", y ese era el espíritu general de los manifestantes, que corearon lemas del 15-M entre proclamas de "Sí, se puede" y gritos de "Podemos". Entre los asistentes, dirigentes como la candidata de IU a la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, o el líder del Front de Gauche francés, Jean-Luc Mélenchon.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se unió a la marcha alrededor de las 12.10 horas, cuando salió del Círculo de Bellas Artes con un enorme despliegue de medios gráficos alrededor. Decenas de simpatizantes colapsaron la entrada al recinto y despidieron al líder del partido entre gritos de "presidente". Por su parte el número dos del partido, Íñigo Errejón, aseguraba pocos minutos antes que "esta marcha comienza en Cibeles y acaba en la Moncloa", y añadió que la movilización marcará "un hito en la historia de la democracia".

"Esta marcha es un objetivo ya cumplido. La ilusión que la ha impulsado es un salto cualitativo que va a marcar un hito democrático en la historia de nuestro país. Hemos dicho que en 2014 dejamos atrás la resignación y que 2015 es el año del cambio político", añadió Errejón, que antes de reunirse con sus compañeros para iniciar la andadura –los líderes no se han colocado a la cabecera de la manifestación, sino que han ido mezclados entre los participante– marcó como "tercer hito", tras la conquista de Moncloa, "la recuperación de la soberanía popular".

Banderas griegas

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Una hora después del inicio de la marcha, la Puerta del Sol y varias calles aledañas estaban ya repletas de personas esperando en torno al escenario en el que Iglesias tiene previsto ofrecer un discurso para cerrar la concentración. Eran visibles multitud de pancartas y algunos asistentes portaban banderas griegas. El grito más repetido en la plaza era "tic tac": el sonido del reloj que marca el paso del tiempo hasta las elecciones. Y junto a él, el ya clásico "Sí se puede".

Muchos de los asistentes eran familias completas que conducen carritos de niños. Una de ellas, procedente de Madrid, vino a la marcha "para ver si conseguimos quitar a tanto sinvergüenza, que ninguno va a la cárcel", en palabras del padre del niño, que aseguró a infoLibre que hubieran venido también si el convocante no fuese Podemos. "Siempre que haya que apoyar algo que quite a estos sinvergüenzas del poder, aquí estaremos", afirmó, mientras su compañera se mostró confiada en que el partido pueda ganar las elecciones generales. "Ojalá. Posibilidades tienen", remachó.

De igual forma, mucha gente joven acudió a la concentración. El tirón mediático de Iglesias, que cuando llegó a la Puerta del Sol fue recibido entre gritos de "Pablo, Pablo" y "presidente" y tuvo muchas dificultades para acceder al escenario, es lo que atrajo a una adolescente cuya madre explica que fue la joven quien insistió en ir. Poco después, el líder de Podemos pronunció –junto al resto de la plana mayor del partido– un discurso en el que aludió a los jovenes que se ven obligados a irse del país para encontrar trabajo y aseguró que su partido luchará para cambiarlo. "Al cambio los de arriba le llaman caos. Los de abajo le llamamos democracia", señaló.